-¿Vos vas a estar tana, o no sos de la partida? -¿Rosh - TopicsExpress



          

-¿Vos vas a estar tana, o no sos de la partida? -¿Rosh Hashaná?- me pregunta la novia número cuarenta y cinco de mi cuñado sin contar las de soltero, por supuesto. Hablo de las post meseparodemijerporquesunachiflada, palabra difícil de pronunciar pero que él sostiene como caballero, mientras le alabamos a tooooooooodas las señoritas que desfilan por nuestra casa y las de nuestros parientes: morochas, pelirrojas, rubias (en general muy mal teñidas), oficinistas, profesionales, cachondas, indiferentes, treinteañeras, cincuentonas, alegres, malhumoradas… pero caracúlica como la número treinta y cinco, que la recuerdo como si fuera el día de hoy, siempre oliendo fruta en mal estado, ninguna. La tana por suerte, como diría mi vieja, es a guiter nishume. -¿Qué significa? Me pregunta la tana. -Un alma buena, tana. Eso sos. Una buena mina. -¿Te acordás que el año pasado viniste y te encantaron los kneidalej que se parecen a las pulpetas que comías en Nápoles? La tana, que a pesar de tener hoy cara de hortensia, no encaja con el apelativo que Carlos suele usar cuando les da el piróscafo que es: sontodasunaslocasdemierdaporesonomelabancomás, quería que le explicara con lujo de detalles el significado exacto de cada palabra. Carlos, mi cuñado, como está en etapa de embobamiento, todo lo que la tana pregunta, porque la tana es curiosa y quiere aprender sobre nuestras costumbres, le responde y me pide que le enseñe. -Rosh significa cabeza. Shaná, año. O sea cabeza del año. La tana tomó una copa de Malbec y me mira con un ojo que no sé si le quedó parpadeando de la noche anterior, porque en realidad Carlitos no es un jopende, tiene sus sesenta y cuatro bien llevados y la tana pasó los tacincue hace bastante y creo que ayer por la noche tuvieron fiesta y hoy están con todo el kiosquito, Carlos con el tic del pelito para atrás cada cinco minutos y la tana lo acompaña con un tironeo de la pollera que se la baja a cada rato. -Y sí tana, nosotros somos divertidos, empezamos el año casi a finde, la previa, los festejos, el pescado, el pollo relleno, los postres, los vestidos nuevos, y después nos prendemos con los goim el treinta y uno de diciembre. Quiero hacerle un resumen de noticias, que la tana deje de preguntar y se quede contenta. La tana tiene la copa en la mano, me mira con el parpadeo intermitente y arranca con el: -¡Ijí, ijí, ijí! Se ríe y Carlos que parece que por más embobamiento que tenga se da cuenta, le saca la bebida y le palmea la espalda diciéndole: -Ya pasa... ya pasa tanita... Rafa y yo no entendemos ni jota. Carlos le habla como si la tana fuera una criatura y la estuviera calmando, pero ella sigue muerta de risa, y diera la sensación que de ahora en más, no va a parar. -Dejala, le digo a Carlos. Al fin se ríe, entró tan caracúlica hoy. -¿Pero qué decís Sandra? -me dice Rafa -Perdón. Se me escapó. No quería ofenderla. Estoy rogando que la tana no se enoje. Tengo miedo que Carlitos invente una nueva palabra: estamedejóporculpadeladesubicadadetumujer. Se la diga a Rafa y Rafa me eche una puteada. La tana sigue con el: ijí, ijí, ijí. No acusó recibo y vuelve con: -¿De qué hablábamos? Carlos, que cuando trajo a la tana inventó otra palabrita, menamorédeveras, le dice: -Nada tanita, pavadas. Y mientras le habla le frunce la nariz. Carlitos es el ñato de la familia y ahora con la tana al lado también se le da por hacer pucheritos y ella le agarra la trompa y le da un piquito y además todo el tiempo le dice godi, godi. La tana arranca de vuelta con el: ijí, ijí, ijí y mi cuñado dice: -¿La comida estaba bien Sandra? ¿No le habrás puesto algo raro? Nos miramos con Rafa y contenemos la risa. -Mejor nos vamos. -No, no, dice la tana. Quiero que Sandra nos diga qué me toca preparar para la fiesta. ¿Querés que te haga las bolitas mi amor? Ijí, ijí, ijí. Carlos empieza a transpirar como un desgraciado. Es que la tana está escabiada como pocas veces. -Dejala Carlos, que me pregunte. La tana y yo nos entendemos. Al fin una persona con la que vale la pena conversar, no como las otras, ¿te acordás Rafa? Rafa me clava una de esas miradas con las que suele traspasarme el costillar de lado a lado. Esas con las que me fulmina como diciendo: si no cerrás el pico, saco la pala y te tiro dentro de un pozo, pero como también yo tomé de más y se me aflojó la lengua, entro a prender el ventilador y a desparramar... cuando nos trajiste a la madama esa que entraba y quitaba todos los malos olores del ambiente porque usaba el perfume más caro que le comprabas en el free shop, o la otra, la lunga, la de patitas de tero, de repente se me vinieron todas las señoritas juntas, las: éstaladejoporquemetienepodrido,éstalocaqueselabanqueotro,nienpedolavuelvoaver, divinaperoqueseacuesteconsuhermano, pendeperomásboquelaspalomas, bonitaperometienelasbolaslacias, las que de movida eran, diosas, lindas, buenas, honradas, pero luego un día, splash, plaf, plim, pum, se nos iban cayendo al sopi porque Carlitos las deleteaba. La tana me mira seria y me encara: -¿Sabés qué Sandra? ¿No te parece desubicado de tu parte contarme todo esto a mí? -Perdoname tanita. Es que tantos años viendo al Carlos ir y venir, que nos presentaba una y a la semana otra y al mes otra, que... -No me importa. ¿Entendés Sandra? ¡No me im por ta! ¡A la mierda!, me parece que a la tana se le subió la tanada. Y tiene razón. Entonces le digo: -Perdón, te aseguro que es la última vez que tocamos el tema. Rafa y Carlos se sentaron frente al televisor. Los dos están shlufn de lo lindo. Rafa con la cabeza de costado y la baba que le cae y Carlitos desparramado en el sillón con su cara de soyunlangatengozapánbailoelgotán . A la tana le causa ternura ver a Carlos así y hasta arriesgaría que si se le escapara un gas sería capaz de olerlo con gusto. Apago el aparato y la invito a la tana para que vayamos al patio a fumarnos un cigarrillito. Me hace señas de esperá un poquito y veo como lo estira a Carlitos en el sillón, le quita los zapatos y lo contempla como si fuera el niño Jesús en el pesebre. -¡Qué divinos! –dice, y me acerca el encendedor. Evidentemente está enamorada y también bastante en pedo, claro. Después de un rato le digo: -¿Preparamos un café para despertarlos? -En unos minutitos -me responde, pero no viene a la cocina. Se acerca a Carlos, le sopla cerquita de la nariz, los oigo reírse, mimosear, la tana que le dice: -Ay salí, salí, no me toqués... Me sonrío mientras pongo café dentro del Melita y echo el agua caliente. Hago tiempo para volver al living. Pienso que debería llevar un repasador para secarle la baba a Rafa. Dejo pasar cinco minutos y vuelvo. Mientras sirvo el café, lo llamo a Rafa, -despertate che, y le toco con un dedo el hombro. -¡Uf! Al fin -dice Rafa. -¿Qué pasa Rafa? -le pregunto. -Al fin ganamos el partido -me responde. Todo en orden. Rafa que sueña con que Racing hizo un gol, la tana acurrucada junto a Carlos y yo sirviendo café. -¿Nú? Se ríe la tana. No me pregunta. Parece que entiende. -Sí, me dice. Desde ya contá con las bolitas. -¿Qué bolitas, tana? -le pregunta Carlos. ¿No me digas que Sandra te enseñó a cocinar el guefilte fish hervido en bolas? -No Carlos, eso sí que no. Bolitas como las que ha hecho tu madre nadie hará, y sino observate frente al espejo desnudito y verás. ¡Ijí, Ijí, Ijí! ¡Zarpadísima! la tana. Me encantó la respuesta y lo que más me encanta es que lo dejó a Carlitos mudo. Después le da otro pico y le dice: -¿Vamos godi? Nos despedimos. Rafa les abre la puerta y cuando se van llega mi turno. Rafa se me acerca por atrás, me toma de la cintura y me pellizca el tujes. -¡Bruto! -¡Ay perdón princesa! Me da un beso. -Decime, ¿qué se te dio por hablar de Rosh Hashaná? ¿no había otro tema? -Yo que sé Rafa, falta poco. Por eso. Pero ¿qué te molesta?, si con la tana nos organizamos mientras vos y Carlos dormían. -Ok, ok, sacalo al Derby a mear, por favor, que estoy molido y mañana me levanto tempranito. Pensar que Carlos y la tana ya deben andar revolcándose de vuelta como dos marranos. -Che, parece que va en serio esta vez -Sí, sí -me responde Rafa-, para bancarlo a Carlos debe ser a guiter nishume como decía tu vieja. Buena mina la tana. (La tana , de Papando Moscas ) ¡Feliz Año! ¡Feliz Vida! ¡Lejaim!y a brindar con la copa en la mano izquierda y mirándonos a los ojos
Posted on: Tue, 03 Sep 2013 03:36:16 +0000

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