¿CUÁL ES EL VERDADERO PLAN DE SERGIO MASSA? Sergio Massa se - TopicsExpress



          

¿CUÁL ES EL VERDADERO PLAN DE SERGIO MASSA? Sergio Massa se inició en política en la UCEDE de Alvaro Alsogaray, luego pasó al duhaldismo y más adelante recaló en el kirchnerismo. Se presentó en las PASO como una renovación “para apoyar los aspectos positivos y criticar los negativos”, confundiendo a muchos. En sus apariciones televisivas abunda en promesas del tipo reducir la incidencia del impuesto a las ganancias a los asalariados, la lucha contra la inflación, y otras promesas muy atractivas, aunque no explica cómo lo hará o de dónde saldrán los fondos que ellas requieren. Pero su verdadero programa fue el esbozado el 7 de Agosto ante 280 hombres de negocios. Allí el candidato se definió, y de “renovación” su programa no tiene nada. En ese almuerzo Massa le puso los títulos a su programa, utilizando las palabras en clave que los empresarios esperaban para reafirmar su apoyo: Habló de “metas de inflación” para combatir ese problema, lo que significa la elevación de la tasa de interés y el enfriamiento de la economía, con su consecuencia de menor ocupación y retroceso de los salarios reales, frenando éstos antes que los precios. Mencionó que había que “superar las fricciones con el campo” que según él es la principal fuente de divisas (aunque la realidad es que exportamos más industria que productos agrarios), lo que traducido quiere decir bajar las retenciones a las elevadas rentas agrarias y desfinanciar los programas sociales (AUH, parte de la financiación de las jubilaciones, etc.) Indicó la necesidad de “volver al mercado internacional de capitales”, es decir volver a endeudarse, pero el precio que habría que pagar para obtener créditos sería la desregulación de los controles sobre los servicios privados, el control de los salarios y el gasto social del gobierno (AUH, Jubilaciones, Programas, subsidio al consumo de electricidad, gas y transporte público, etc.). Si bien no se animó a decir abiertamente que volverían las AFJP, abrió la puerta indicando que podrían rearmarse creando“opciones adicionales de previsión privadas”, lo que sería el primer paso en ese sentido. La indicación de “cambiar la política energética” significaría alejar el rol central de YPF nacional y dejar que los grupos privados impongan sus condiciones sin ningún tipo de negociación soberana como fueron las tratativas con Chevron para Vaca Muerta. Massa habló de “no mirar hacia atrás”, y sólo hablar del futuro. Ello equivale a retrotraernos a la impunidad de los crímenes de lesa humanidad. Eso no es mirar al futuro sino volver al peor pasado de nuestra historia. Reafirmó su decisión de “garantizar la seguridad jurídica” lo que significa desregular, eliminar los controles sobre las empresas privadas de servicios públicos o la supervisión de la política de precios de las actividades monopólicas, en síntesis un Estado bobo y sin capacidad de acción. Cuando dice “desideologizar la política” está pensando en un Estado manejado por gerentes tecnócratas, no por políticos con sus ideales, sus programas, y sus compromisos ante los votantes. Habló de “reformular las alianzas regionales”, lo que significa alejar al país de las políticas soberanas y de acercamiento a otros países sudamericanos (Mercosur, Unasur) para recrear la dependencia política y económica de los Estados Unidos. Por último se mostró fuertemente partidario de “garantizar la independencia de la justicia” que en clave significa eliminar toda la legislación de estos años que buscaron reducir los privilegios de sectores o los monopolios como los de los medios de comunicación, amparados por miles de chicanas legales. El verdadero programa de Massa es el del retroceso hacia una distribución más injusta de la riqueza y su concentración en pocas manos, con la hegemonía del capital financiero. Para ello apelaría a la devaluación drástica, la restricción fiscal, el enfriamiento de la economía y la desocupación para disciplinar a los trabajadores y las clases medias. Sus apariciones en la televisión son para vender a los ciudadanos promesas similares al “salariazo” de Menem, escondiendo sus verdaderas intenciones de volver al pasado. De resultas de sus programas no solo se verían perjudicados los trabajadores. También lo serían amplias capas medias de la población, desde los industriales que abastecen al mercado interno a muchos comerciantes, empleados de salario fijo, profesionales liberales y servicios de todo tipo. Cuando el gobierno se plantea cambios importantes en la distribución del ingreso y la recuperación de derechos, siempre se encontrará con la resistencia de aquellos grupos o sectores que se han beneficiado de esas injusticias. Tenemos diez años de realizaciones, con muchos más aciertos que errores que reconocemos, pero no prometemos una cosa y hacemos otra. Hay multitud de proyectos que están en ejecución, otros en estudio del Poder Ejecutivo o con estado parlamentario para plasmarse en leyes, y para ellos necesitamos el apoyo del Congreso que se renueva parcialmente en Octubre. Si hay algo que no se puede criticar al gobierno es de inactividad o falta de respuesta a los problemas, que son muchos y todos los días se renuevan. Pero los problemas no se superarán con el peor pasado disfrazado de inocente futuro. Comisión de Economía de Carta Abierta
Posted on: Mon, 26 Aug 2013 20:56:08 +0000

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