¿Cuál es el significado de la vida? ¿Cómo llegar a tener una - TopicsExpress



          

¿Cuál es el significado de la vida? ¿Cómo llegar a tener una imagen correcta de la vida? Algunas de las experiencias que Salomón consideraba mejores, son aquellas que tratamos de evitar porque son desagradables para nosotros. (1.) VEA LAS SITUACIONES TAL COMO REALMENTE SON (Eclesiastés 7.1–7) “Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento. Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón. Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón. El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el corazón de los insensatos, en la casa en que hay alegría. Mejor es oir la reprensión del sabio que la canción de los necios. Porque la risa del necio es como el estrépito de los espinos debajo de la olla. Y también esto es vanidad. Ciertamente la opresión hace entontecer al sabio, y las dádivas corrompen el corazón.” En primer lugar, Salomón decía que un buen nombre es mejor que un costoso perfume. En los tiempos bíblicos se le concedía gran valor a los perfumes caros. Judas Iscariote se molestó cuando María usó un costoso perfume para ungir los pies de Jesús. Estuvo presto para señalar que se podía haber vendido por trescientos denarios, y el dinero haberse dado a los pobres. No era que a Judas le preocuparan los pobres; sino que, como él era el tesorero del grupo, deseaba que el dinero estuviera en su bolsillo (Juan 12.1–6). Esto es lo que Proverbios 22.1, dice: “De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama más que la plata y el oro”. El nombre de Judas siempre será objeto de escarnio por haber tenido una imagen invertida de la vida. Sus prioridades no estaban ordenadas correctamente. En segundo lugar, Salomón dijo que el día de la muerte es mejor que el día del nacimiento. No hay duda de que nuestra forma de pensar acerca de estos eventos es contraria. Nos gozamos cuando un niño nace, y lloramos cuando un ser querido muere. Celebramos los años que alguien tiene de haber nacido, pero no los años que tiene otro de haber muerto. Según Salomón, debemos llorar cuando un niño nace y regocijarnos cuando alguien se gradúa para entrar a la gloria (cuando muere). En tercer lugar, es mejor ir a un funeral que a un banquete. ¿Por qué? En un banquete es poco lo que se gana, si acaso unos breves momentos de alegría, las risas que pasan y la llenura de un estómago que pronto estará vacío. El llanto, en cambio, lleva a una seria reflexión que ablandará el corazón. En cuarto lugar, es mejor oír la reprensión del sabio que la canción de los necios. Los jóvenes que no atienden a la corrección, continuamente buscan escaparse al son de la música tocada a un alto volumen. El disfrute ocioso es inútil, y la risa es tan efímera como las espinas secas que arden debajo de un caldero. Esta lista, en la que se señala qué es “mejor”, ilustra que la vida no puede ser lo que debe ser, sino hasta que pongamos en orden nuestras prioridades.
Posted on: Fri, 28 Jun 2013 14:28:52 +0000

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