¿Cómo reaccionarías si se abriera el libro de la vida y supieras todos los planes de Dios para tu vida y todos los procesos para que se cumplan? Seguramente, pienses que estarías feliz, en victoria. Sin embargo, cuando estudiamos la biblia, vemos que aquellos grandes hombres a los cuales Dios les reveló sus planes, especialmente los profetas, reaccionaron de una manera diferente. Cuando Isaías tuvo una visión, su reacción fue decir: Mis labios son de pecador; y Dios tuvo que coger carbón encendido y pasárselo por los labios. Vemos cómo Zacarías, cuando Dios le dijo que iba a tener hijo, reaccionó con duda por la edad avanzada, y quedó mudo. Cuando José supo el plan de Dios con María, su primera reacción fue salir corriendo. Y es que hay varios procesos que pasarán tu mente y tu corazón para recibir la palabra que va a ser despertada para que el plan de Dios se cumpla. Porque el plan de Dios no se cumple, si no se despierta. Lo que sucede es que recibir esa palabra se hace difícil. En Jeremías 1, Dios le dice a Jeremías que antes que naciera lo había conocido y santificado como profeta a las naciones. La reacción de Jeremías fue decir que no sabía hablar, pues era muy joven. Y Dios le contesta: No digas que eres muy joven, porque a todo lo que te mande irás. La reacción de Jeremías es muy normal ante una palabra como esta. Dios no le mostró todo lo que iba a suceder, solamente le mostró una palaba que lo iba a sostener. Vemos cómo continúa Dios diciéndole: Acepta la palabra porque yo voy a hacer que se cumpla. Cuando comenzamos a conectarnos con Dios y permitimos que él comience a implementar su palabra en nosotros, esta palabra causa una impresión en nuestras vidas por varias razones. Y es que nos damos cuenta que el plan nos incluye. Dios le mostró a Jeremías lo que habría de hacer con el pueblo de Israel, pero este plan lo involucraba a él. Es fácil declararle la palabra de Dios a una nación, mientras piensas que tú no estás comprometido, pero la palabra de Dios te compromete. No hay plan de Dios para esta nación que no te comprometa a ti. Cuando Dios te da una palabra, esta siempre te compromete, siempre te incluye. Siempre que nosotros recibimos el mensaje de la palabra de Dios, habrá un llamado a compromiso de nuestra parte. Uno de los problemas más grandes de la sociedad en el día de hoy es la falta de compromiso. Queremos que las cosas cambien con tan solo opinar. Siempre que Dios te da una palabra trae consigo compromiso; compromiso con la familia, compromiso con la iglesia, compromiso con la sociedad. Pero se prefiere la comodidad, por encima del compromiso. Tienes que provocar que tu corazón se mueva a compromiso.
Posted on: Mon, 05 Aug 2013 14:23:45 +0000
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