*El platinado se levantó de golpe. A pesar de estar temprano - TopicsExpress



          

*El platinado se levantó de golpe. A pesar de estar temprano sabía que ya iba tarde para su entrenamiento pre-partido. Contaba con un hombre menos, el mejor de sus golpeadores, y, aunque le pesara admitirlo, tenía una fuerte posibilidad de pérdida. Se dio una ducha rápida y salió con su vestimenta y su instrumentaria de su habitación, procurando no hace mucho ruido para permitirle un poco más de tiempo de sueño a su castaña. Antes de salir dejó sobre la mesa de noche una bufanda Slytherin, para que la chica se la pusiera antes de ir a ver el partido. Sonrió al imaginársela con los colores de su casa, como aquella vez en la que él le enseñó a volar. Una vez en su sala común se desapareció y apareció nuevamente en el campo de Quidditch, solo Kremel, su co-capitán y guardián estaba allí, dando una vuelta de rutina por el campo. Cuando vio llegar al platinado se acercó a donde él estaba y se bajó de la escoba "Viejo"- Le dijo, tendiéndole una mano para saludarlo. El platinado le devolvió el gesto* ¿Cómo sigue Zen? *Preguntaba por su golpeador herido. Kremel solo hizo una mueca y negó lentamente "Nada bien, Malfoy, intentaron por todos los medios tratar de que su brazo funcionara pero estará incapacitado, por lo menos, por este juego". El platinado escuchaba y negaba fuertemente* De verdad lo necesitamos, Kremel, no tengo reemplazo para él, ninguno de los nuevos es golpeador, ninguno le da la talla *Kremel asintió, pensó un poco y luego habló "¿Sabes? Yo podía servir de golpeador y poner a uno de los nuevos como guardián. Sé que es arriesgado y de último minuto, pero precisamente para eso nos reunimos antes del juego, para planear la estrategia, y tengo a uno precisamente bueno. Tú sabes que mi fuerte es ser guardián, pero como golpeador no lo hago nada mal"- El chico se encogió de hombros "Tú dirás, hombre a cargo". Malfoy parecía meditabundo, perdido entre sus pensamientos. Asintió lentamente* Si tú piensas que está bien, yo confió en tus mandatos, sabes que el año entrante estarás solo para manejar a todo el equipo y yo confío en ti *El castaño asintió con una sonrisa en sus labios. Después de un momento fueron llegando todos y cada uno de los jugadores.* Bien *Habló el joven Malfoy con voz grave y profunda a todos sus jugadores* El partido de hoy es muy importante, si logramos vencer a los Ravenclaw solo falta esperar que los Huffelpuff pierdan ante los Gryffindor y así tendremos una final clásica, y nada será para mí más grato que ganarle la copa a los Leones el año de mi retiro *Sonrió al ver que todos aplaudían* El Co-Capitán Kremel y yo lo discutimos esta mañana, y como Zen estará incapacitado para este juego él decidió ser golpeador y utilizar a uno de los nuevos como guardián. ¿Thompson? *Un chico de facciones perdidas, ojos casi amarillos y tez caramelo, de cuarto año, salió de entre las filas con escoba en mano y frente en alto. Malfoy asintió* Tú tomarás el puesto de Kremel por este partido, confiamos todos en ti, sabes que los Ravenclaw tienen excelentes golpeadores y que sus tiros son muy certeros *El chico solo asintió, visiblemente nervioso, pero a la vez orgulloso de haber sido el elegido. Malfoy prosiguió* Nuestros tres cazadores: Canter, Suz y Altral, estarán en el medio campo, a disposición de Kremel y Francis. Kremel, tú y Francis estarán a cada lado del campo, sin estar muy cerca de los arcos Ravenclaw, pero tampoco muy lejos ¿Entendido? *Todos asintieron una sola vez* Bien, sé que ustedes podrán, son lo mejor que tiene Slytherin como deportistas y, aunque no planeo que se confíen, sí que estén conscientes de sus habilidades y no se dejen intimidad. He oído que Ravenclaw tiene un nuevo cazador, que antes era buscador, así que ya se imaginaran *Todos volvieron a asentir. Pasaron unos cuantos momentos entrenando cada jugada, cada jugador por separado, y luego combinando sus nuevos descubrimientos entre todos. Después de unos instantes notaron que las gradas comenzaban a llenarse con los colores verdes y azules. Pudieron distinguir a un par de Gryffindors con los colores azules de la casa de Ravenclaw. El platinado que no se había fijado en quién entraba o quién salía del campo de Quidditch, ya que estaba muy preocupado en practicar su vuelo, pues lo había dejado de lado un tiempo y, aunque confiaba plenamente en sus capacidades no podía evitar sentirse un poco tenso, escuchó a Kremel llamarlo desde abajo del campo para luego acompañarlo en las alturas y señalarle una de las torres neutras del campo, con una sonrisa en los labios. El platinado miró confundido y vio claramente a Hermione sentada en la gradería, con la bufanda Slytherin que él le había dejado sobre la mesa de noche y no pudo evitar llenarse de orgullo "Malfoy, te tiene mal"- Dijo Kremel con una sonrisa en los labios y el platinado solo asintió* Como nunca pensé llegarlo a estar, Kremel, créeme *El castaño soltó una carcajada "¡Venga! ¡Entonces a ganar, por tu castaña!"- El joven sonrió ampliamente, solo él sabía que así le decía a Hermione. El juego comenzó y en todo el campo se escuchaban los gritos de aliento provenientes de las gradas de Slytherin y Ravenclaw, y los aplausos ocasionales de las torres neutras. Un golpeador Ravenclaw aventó una bludger violentamente contra su guardián aprendiz y él hizo una mueca, pero inmediatamente Thompson se recompuso y volvió a los arcos, el joven supo que habían hecho una excelente elección. Era cierto lo que decían, acerca del nuevo cazador de Ravenclaw, realmente era un rayo al buscar la quaffle y fue él quien le proporcionó los primeros 30 puntos a Ravenclaw, todos seguidos. El platinado maldijo por lo bajo y seguía con la mirada todas las jugadas desde lo alto, no había podido ver la Snitch y tampoco había señales de que el buscador de Ravenclaw la hubiera visto. Se obligó a calmarse y a dar una vuelta despacio por el campo, quizás así la vería. Escuchó un grito de aliento impresionante viniendo de las graderías de los Slytherin e inmediatamente la voz del comentarista anunciando los primeros 10 puntos para Slytherin. Miró a Suz, quien parecía haber sido el causante, y sonrió. Siguió con su labor de búsqueda cuando otros 10 puntos se sumaron a su equipo. Escuchó una carcajada estridente y volteó la mirada, era Kremel quien se burlaba abiertamente de uno de los cazadores de Ravenclaw por haber caído de su escoba a una baja altura por el golpe que él le proporcionó con la bludger. El chico sonrió y negó por lo bajo, para dedicarse otra vez a su labor de búsqueda. Nada, nada. No había señales de la maldita snitch por ninguna parte y él ya estaba comenzando a desesperarse. Diez puntos más para Slytherin y una bludger pasó peligrosamente cerca de su rostro. Volteó a mirar iracundo pero no supo cuál de los dos golpeadores la había lanzado. Diez puntos para Slytherin y otros diez para Ravenclaw. 40 - 40. Suspiró y se elevó, necesitaba encontrar esa maldita snitch. Escuchó un tintineo en su oído derecho y volteó inmediatamente. Ahí estaba, tan pequeña, tan frágil, pero tan sagaz y cínica. Sonrió abiertamente, sabía que la pelotita no se la iba a poner fácil. Volteó a mirar con el rabo del ojo y vio que el buscador de Ravenclaw estaba muy entretenido mirando el partido, así que con una destreza sin igual se aproximó al mosquito dorado que volaba a su alrededor, provocándolo. Sonrió cuando vio a la snitch volar a unos 10 metros de distancia y él salió detrás de ella. La snitch bajó y él bajó. Volvió a subir, y él detrás. El buscador Ravenclaw notó al platinado haciendo movimientos incoherentes con la escoba y supo que ya había visto la snitch, así que se fue detrás de él. Llegó junto al platinado y la vio, le dio un fuerte golpe en el hombro al joven Malfoy, quien tambaleó en su escoba y luego miró iracundo al Ravenclaw que se le dibujaba una sonrisa en el rostro. Le devolvió el favor, pero más fuerte, lo que hizo alejarse al buscador de las águilas algunos metros de él. La snitch tomó una curva y se dirigió a las graderías Ravenclaw. Bajó y se metió por entre los cimientos del campo de Quidditch y el joven Malfoy siguió detrás de ella, esquivando con sumo cuidado y agilidad cada obstáculo, sin disminuir en ningún momento la velocidad. La snitch salió nuevamente al campo y se posó en la mitad, esperando por el rubio. Él llegó en milésimas de segundos y cuando por fin la rozó con sus dedos, la snitch descendió. Él maldijo por lo bajo, se estaba hartando del jueguito de la snitch. Bajó, bajó, bajó y bajó, detrás de la snitch. El final del campo se acercaba, estaba cerca del suelo. 80 metros. 60 metros. 40 metros. 20 metros. 10 metros. y la snitch seguía bajando. 8 metros. 6 metros. Y la snitch no dejaba de descender. 4 metros. 2 metros. La snitch continuaba su descenso. El joven Malfoy se estiró a todo lo que daba y rozó nuevamente con sus dedos la pelotita dorada campaneante. 1 metro. El joven estiró más su brazo, sin saber cómo podía ser tan elástico, sintió cómo se le desprendía un poco el brazo de su posición inicial y cayó al suelo, al lado de su escoba, con los ojos cerrados. Escuchó una fuerte algarabía, pensando que alguno de los equipos había anotado otro punto. No se dio cuenta que todos lo estaban alentando a él hasta que sintió el leve jugueteo de las delicadas alas de la snitch en su palma.*
Posted on: Sun, 28 Jul 2013 15:52:11 +0000

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