¿Era porque sabía que sus mejillas se iban hundiendo y que sus - TopicsExpress



          

¿Era porque sabía que sus mejillas se iban hundiendo y que sus ojos se agrandaban? Eso se producía a ojos vistas, mucho más rápidamente que cuando había regresado del país llano, y su piel morena iba adquiriendo un tono amarillento. Era como si tuviese razones para sentir vergüenza y despreciarse a sí mismo en un medio que, como decía el señor Albin, no se preocupaba de otra cosa que de gozar las ventajas infinitas de la vergüenza. ¿Delante de qué y ante quién bajaba los ojos y hacía huidiza su mirada antes tan franca? Que extraño es ese pudor ante la vida, de la criatura que se refugia en un rincón para reventar, persuadida de que no puede esperar de la naturaleza exterior ningún respeto ni ninguna piedad ante su dolor y su muerte, persuadida con razón, puesto que las bandadas de pájaros emigrantes, no solamente no honran a sus compañeros enfermos, sino que los arrojan con cólera y desprecio a picotazos. Así es ordinariamente la naturaleza; pero una piedad y un amor profundamente humanos llenaban el corazón de Hans Castorp cuando veía ese pudor instintivo en los ojos del pobre Joachim.
Posted on: Sun, 18 Aug 2013 03:14:28 +0000

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