.:Fic:. ~Hombre~ *en mi opinión me pareció algo dramático pero es interesante en la mitad, esta es la primer parte :v * A él le parecía que su vida era siempre la misma, no tenía nada en contra pero le hubiera gustado que existiera algo más que lo que ya conocía, es decir, desde sus primeros años era como si viera lo mismo, el mismo paisaje y a la misma gente, quería todo eso pero a veces en su interior existía una especie de inquietud por hacer algo más. En esos momentos miraba hacia la costa, azul y hermosa, mucha gente diría que sus ojos eran aún más bellos pero no le interesaba escucharlo. — ¡Misty! El joven de cabellos dorados volteó y observó a quien lo llamaba, se trataba de alguien querido y sonriendo fue a su lado. — Ve a casa Misty, parece que viene un grupo grande y necesitarán habitaciones. — Muy bien papá. El jovencito de inmediato dirigió sus pasos hacia la casa que compartía con sus padres, eran gente honrada y trabajadora, le habían enseñado lo mejor de la vida pero al mismo tiempo lo habían sobreprotegido un tanto, Misty no tenía muchas amistades debido a eso. Como fuera el joven los quería mucho y cuando le decían algo lo escuchaba con total atención. El de los ojos azules jamás había peleado con ellos, nunca les grito enfadado que no lo comprendían, nada de eso, su relación era muy buena y él era como el príncipe de la casa. Y hablando de casa debía llegar aprisa, como estaban cercanos a la costa brindaba un hermoso paisaje desde sus ventanas, además era el negocio del hogar, una sencilla pensión que los mantenía de manera holgada. — Mamá—llamó al entrar. — En la cocina—escuchó que respondían. Dirigió sus pasos al lugar y se encontró con su madre preparando comida. — ¿Esperamos a un regimiento?—preguntaba el joven. — Vinieron a reservar habitaciones—le explicó su madre con suavidad—Parece que son de una compañía de teatro, van a presentarse en el centro y se quedarán aquí por unos días. — ¿Son artistas?—preguntaba entusiasmado. — Eso dijeron. El de cabellos dorados sentía la alegría crecer en su pecho, a él le gustaba el arte o al menos una parte, actuar, cantar, bailar, todo eso pero siendo parte de una comunidad pequeña y conservadora no había muchas opciones de lograrlo. — Deja de soñar despierto y ayúdame con las habitaciones—le dijo con suavidad su madre. — Ahora me encargo. Sintiéndose entusiasmado el rubio fue a la parte alta para empezar a trabajar en la casa, todo debía estar listo y por eso acomodó cada cosa en su lugar mientras las camas eran tendidas y verificaba que hubiera todo lo necesario, al mismo tiempo se hacía algunas preguntas ¿Qué clase de artistas serían? Desde niño pocas veces había visto que llegaran espectáculos hasta donde ellos vivían, generalmente eran circos los que montaban sus espectáculos o algunos artistas ambulantes, pero todo eso era espaciado, no era con frecuencia. Le gustaba imaginarse lo que harían y presentarían, su corazón se agitaba desde niño cuando se trataba de ver un escenario y siempre había soñado con estar en uno pero no creía tener una oportunidad de lograrlo en realidad. Mientras se encargaba de sus labores no dejaba de cantar, el joven de cabellos dorados parecía cantar siempre, estaba lleno de energía según sus padres y como cantaba bien a nadie le desagradaba. El resto de las horas ayudó a sus padres a tenerlo todo listo y ciertamente nada estaba fuera de lugar cuando arribaron las personas esperadas. — Son artistas—dijo emocionado Misty mientras se registraban. Ayudó a varios a llegar a su habitación y se puso a su servicio, las cosas marchaban bastante bien y nada fuera de lo usual en esos casos ocurría, de no ser porque alguien más se presentó en el lugar. Misty terminaba de instalar a lo que le parecía el huésped número trescientos (a veces exageraba un poco) cuando una voz llegó a él. — Misty, por favor, ayúdalo a llegar a su habitación. Las palabras de su padre lo pusieron en movimiento y fue de inmediato hacia la persona que había llegado casi al final. — Es por aquí por favor—dijo amablemente. — Gracias—le respondieron con una voz masculina y con cierto acento. Entonces miró un poco más a quien iba a su lado, se trataba de un hombre de cabellos y ojos azules pero le daba la impresión que nunca en su vida había visto a alguien como él, no se trataba solo de su físico, pues era guapo, sino de algo más que en ese momento no supo identificar. Estaba sin palabras y eso era bastante tratándose del rubio. — ¿Todo está bien?—preguntaba el huésped. — Si. — ¿Cuál es mi habitación? — Por aquí—le señaló sonriendo el de cabello rubio. Subieron por las escaleras hasta alcanzar una de las habitaciones, el de cabello dorado abrió la puerta y le mostró el lugar, no era mucho pero estaba bien. — Que hermosa vista—decía el recién llegado. — Al amanecer no tiene comparación—dijo Misty. — Gracias por traerme. — Mi nombre es Misty—dijo el joven sin querer pasar desapercibido—Misty de Lagarto. — Yo me llamo Camus de Acuario—decía el de cabellos azules. — Que descanses. — Igualmente. Misty salió de la habitación sonriendo y sintiéndose súbitamente agitado, nunca antes se había sentido de esa manera y el resto de la noche tardó en conciliar el sueño pero solamente porque se preguntaba por ese recién llegado. — Camus—se dijo hasta quedarse dormido.
Posted on: Sun, 15 Sep 2013 17:24:27 +0000
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