¿Hacia dónde vamos? Miles de personas, incluso nosotros, se - TopicsExpress



          

¿Hacia dónde vamos? Miles de personas, incluso nosotros, se están haciendo esta pregunta. ¿Quién puede decir hacia donde va nuestra humanidad, nuestro país, nuestra sociedad, nuestra familia e incluso cada uno personalmente? Si tratáramos de definir con una sola palabra la característica de los momentos que nos tocan vivir, tal vez la mas adecuada sería”desorientación” Nos cuesta mantenernos informados acerca de las situaciones que se van dando. ¿Definirlas? ¡Ni pensarlo! Economías que creíamos perfectamente sólidas y que de pronto no lo son más…instituciones que parecían seguras como rocas y que de pronto se desmoronan… ¿Quién puede definir la tónica de nuestros días? ¡Mudanza, cambio variación! Nosotros, los cristianos, creemos firmemente que Dios sigue teniendo el control de la situación. Si así no fuera, sobradas razones tendríamos para vivir en permanente zozobra. Es trágico que muchas personas, incluso creyentes, no perciban por encima del rompecabezas de las situaciones actuales, la acción de Dios. No atribuyen al Señor los movimientos que vivimos. Es verdad que Dios reveló los tiempos y la Escritura dice con meridiana claridad que la humanidad se dirigiría hacia un clímax. Y no podemos dejar de sentir que ese clímax se acerca vertiginosamente. Los que tenemos a Cristo como Señor y Salvador, aunque compartimos la angustia de estos momentos, sin embargo tenemos un sentir de alegría e importancia. En su soberanía infinita Dios nos ha considerado dignos de vivir en estos momentos tan importantes de la humanidad. ¿Por qué no nacimos cien o doscientos años antes, cuando la vida era mas sencilla, mas abúlica, menos complicada? No tenemos respuesta a tal pregunta, solo podemos decir por la fe que Dios dispuso que existiéramos ahora, y debemos aceptar ese hecho histórico irrefutable. ¿Por qué nosotros? Solo Dios lo sabe y un día nos lo dirá. Los creyentes nos negamos a ser meros espectadores de los momentos que nos tocan vivir, mucho menos ser sus víctimas. Aunque no lo comprendemos, sentimos que somos protagonistas dentro de la acción de Dios. En estos momentos trágicos para el mundo, pero de suprema importancia para Dios, el nos ha asignado un pequeño deber, un límite reducido de acción, algo que usted y yo debemos hacer. Y nos disponemos día a día a cumplirlo en la expectativa de que nuestro pequeño deber cumplido, mas el de nuestro hermano más próximo, más el de aquel que está mas allá, forman el mosaico de la voluntad de Dios para nuestros días. Con muchos interrogantes, pero con la alegría de la fe, nos disponemos a cumplir con el deber que Dios nos ha asignado:” Vayan pues, a las gentes de todas la naciones y háganlas mis discípulos…
Posted on: Thu, 05 Sep 2013 13:19:58 +0000

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