(Hondura) Muere niño promesa, después de que médico le enyesó mal un brazo Sucesos 29 agosto, 2013 Con el rostro desencajado y mucho dolor, una humilde pareja explicaba ayer en la morgue capitalina cómo perdieron a su pequeño hijo de nueve años de edad, por culpa de una mala praxis médica. El niño era muy inteligente y había representado a Marcala en un Congreso Infantil. El niño era muy inteligente y había representado a Marcala en un Congreso Infantil. Según lo explicaron los dolientes, luego que un ortopeda especialista le colocó mal un yeso en un brazo fracturado y ese miembro superior se le gangrenó, originándole la muerte. El pequeño fallecido es Allan Adolfo Contreras, quien fuera el año pasado un diputado del Congreso Nacional Infantil, representando al departamento de La Paz. La odisea de la lamentable muerte comenzó el domingo anterior a las 11:00 de la mañana, cuando el pequeño Allan Adolfo Contreras se cayó y se fracturó su brazo, mientras jugaba en su natal aldea La Chorrera, municipio de Marcala, La Paz. Los padres al ver a su hijo fracturado se lo llevaron a un centro asistencial público, ubicado en Marcala, pero debido a que no estaba de turno el especialista u ortopeda, la madre del niño, al ver el llanto y dolor del pequeño, decidió llevárselo a Comayagua. Según la acongojada madre, a las 3:00 de la tarde salió de Marcala con rumbo a la clínica privada El Colonial, de Comayagua. La mujer, junto a su pequeño hijo, llegó el domingo a las 5:00 de la tarde a la ciudad de Comayagua, siendo atendida por el especialista en ortopedia Cristian Berlioz. De acuerdo a los padres, el ortopeda atendió el caso y en 40 minutos ya le había puesto un pedazo de yeso en el brazo. Por esa atención médica al niño, a la pareja le cobraron más de 11 mil lempiras. Como el padre del menor no andaba mucho dinero, solo le canceló 4,200 lempiras ese día y quedaron pendientes con un pagaré de 7,700 lempiras. EL YESO El menor ya muerto fue trasladado ayer a su pueblo de origen. El menor ya muerto fue trasladado ayer a su pueblo de origen. Al sentir que su hijo ya había sido atendido clínicamente, la mujer y el padre del niño se regresaron a su casa a Marcala, La Paz. Pero un día después de haberle colocado el yeso al niño, este seguía con mucho dolor en su brazo y no movía ni los dedos, por lo que la madre del pequeño decidió llamar de nuevo al médico, quien les pidió que “cortáramos el yeso con mi marido”. El padre Rodolfo Contreras Argueta, de oficio motorista de camiones, buscó una segueta y comenzó a cortarle un poco del yeso que tenía su hijo en el brazo. Al estar sin el yeso, “nosotros nos tranquilizamos, porque mi angelito se relajó bastante y comenzó a dormir, y nosotros pensamos que con eso se iba a recuperar”. Pero al siguiente día como “a las 9:00 de la mañana mi niño me decía, mami, mire que siempre me duele aquí y ando muy duro el brazo”. Entonces la madre decidió quitarle todo el yeso, llevándose la gran sorpresa que “la manito ya estaba bien azul”. Doña Dinora dijo que regresó al centro asistencial y que el médico encargado le dio una referencia para que atendieran al niño en el Materno Infantil, de Tegucigalpa. “Que lo mandaba a Tegucigalpa para que me lo viera un cirujano cardiovascular, para que me lo operara y que la manito del niño se iba a salvar, en ningún momento habló del niño, solo de la manito”. “MANITO MORETEADA” Recordó que cuando llegó a la capital “la manito de mi hijo ya venía bien moreteada y lo estuvieron queriendo canalizar para darle suero, pero nunca le hallaron la vena, creo que la sangre ya estaba coagulada, porque nunca me le sacaron sangre”. Dinora del Carmen Benítez entro en shock al ver a su pequeño hijo dentro de un ataúd. Dinora del Carmen Benítez entro en shock al ver a su pequeño hijo dentro de un ataúd. Recordó que dentro del Materno Infantil, los internos estuvieron llamando a los médicos y pasaron como “dos horas y nunca me le pusieron nada a mi hijito, que me gritaba para que le diera de tomar agua”. “Ni que le mojara los labios a mi niño me dejaron ahí, porque me estaba diciendo que se estaba muriendo de la sed”. A los pocos minutos los médicos de la capital le informaron a Dinora del Carmen Benítez que su hijo había muerto. “Los malditos salieron hasta que me dijeron que mi niño estaba muerto”, recordaba la triste y descontrolada madre. Según la madre, los médicos del Materno Infantil decían que “un doctor de Comayagua había procedido mal en mi criatura, porque le había puesto mal el yeso y que eso le había provocado inflamación en las arterias, por lo que no tenía circulación de sangre, que eso había matado a mi criatura”. PROMESA Y DIPUTADO INFANTIL Los padres lamentaron ayer la mala atención médica que recibió su pequeño hijo. Los padres lamentaron ayer la mala atención médica que recibió su pequeño hijo. La mujer dijo que el primer ortopeda especialista que atendió a su hijo era uno de nombre “Cristian Berlioz y yo quiero que ese doctor pague por mi niño, porque yo sé que no me va a regresar la vida de mi hijo si yo procedo, pero no quiero que cometa otra injusticia con otro niño”. “Mi hijo era un niño que ya manejaba un camión y él decía que quería ser rastrero, para trabajar como su papá que labora de sol a sol”. El dictamen forense entregado a los padres indica que el niño murió porque se le infectó el brazo al no tener circulación y eso le origino una asepsia, que finalmente le abarcó todo el cuerpo. Antes de morir, Allan Adolfo Contreras Benítez cursaba quinto grado de primaria en la escuela Gloria Argueta de Martínez, ubicada en Marcala, La Paz. Durante su corta carrera estudiantil el pequeño se graduó con honores de todos los grados cursados y hasta fue nombrado delegado estudiantil de Marcala en el Congreso Infantil, que se desarrolló el año pasado en la capita.
Posted on: Thu, 29 Aug 2013 23:15:57 +0000
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