“Inmaculada Concepción” Proceso creciente de la Fe: a lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que MARÍA, la “llena de gracia” por Dios había sido “redimida desde su concepción”. Es lo que confiesa el “DOGMA” de la “INMACULADA CONCEPCIÓN” {“Deus potuit, decuit, ergo fecit”…; (Duns Scoto)} “Dogma” (del griego δογμα, a su vez de δοκειν, dokein, parecer) indica una creencia, “doctrina o proposición sobre cuya verdad no se admiten dudas”. Pio IX proclama el DOGMA de la “INMACULADA CONCEPCIÓN” en el año 1.854…“la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de pecado original desde el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano”… BENDITA SEA TU PUREZA, y eternamente lo sea, pues todo un DIOS se recrea en tan graciosa belleza. A Ti celestial princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día: “¡alma, vida y corazón!”; ¡mírame con compasión!, ¡no me dejes Madre mía! En el año 1.858 aparece la VIRGEN a la joven vidente Bernardette Soubirous, en LOURDES y le dice: “¡YO SOY LA INMACULADA CONCEPCIÓN!”… (“Alabado”) Razones teológicas: “Preservada”…, (C.I.C. pág. 128, Nº 490 y sgtes.) Para ser la Madre del Salvador, María fue “dotada por Dios con dones a la medida de una misión tan importante”. El ángel Gabriel en el momento de la anunciación la saluda como “llena de gracia” (Lc 1, 28). Esta “resplandeciente santidad del todo singular” de la que ella fue “enriquecida desde el primer instante de su concepción” le viene toda entera de Cristo: ella es “redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo”. El padre la ha “bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo” (Ef 1, 3) más que a ninguna otra persona creada. El la ha “elegido en él, antes de la creación del mundo para ser santa e inmaculada en su presencia, en el amor” (Ef 1, 4). Los padres de la tradición oriental llaman a la Madre de Dios “la Toda Santa” (“Panaghia”), la celebran “como inmune de toda mancha de pecado y como plasmada por el Espíritu Santo y echa una nueva criatura”. Por la gracia de Dios, María ha permanecido pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida. Celebremos a “MARÍA”, “Virgen y Madre”, y adoremos a su Hijo JESUCRISTO, el Señor. “¡Alégrate, MARÍA!, ¡llena de gracia! ¡El SEÑOR está contigo! ¡Bendita tú entre las mujeres! ¡Y bendito el “fruto de tu vientre”! “¡Proclama mi alma la grandeza de Señor! ¡Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador!, porque ha mirado la humildad de su esclava. ¡Desde ahora dichosa me dirán todas las generaciones! ¡Porque el Poderoso ha hecho en mí maravillas!, ha hecho grandes obras por mí”… Alabanza: ¡Toda hermosa eres oh MARÍA! ¡Y no hay mancha original en ti! ¡Tú eres la gloria de Jerusalén! ¡Tú eres la alegría de Israel! ¡Tú eres la honra de nuestro Pueblo! ¡La Abogada de los pecadores! ¡Oh MARÍA!, Virgen prudentísima, Virgen clemente, ¡ruega por nosotros al PADRE!, cuyo HIJO has engendrado…
Posted on: Mon, 01 Dec 2014 15:53:16 +0000
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