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-La actitud de Jesús Hemos de observar un segundo elemento: la reacción de Jesús. Su actitud podría parecer contradictoria. Jesús proclama el Reino y libera a un poseso, pero no quiere que esto se divulgue. Parece como si creyera que una divulgación anticipada (mientras que los espíritus que saben superar las apariencias aciertan y leen el misterio de su persona) acabaría comprometiendo su proyecto mesiánico. Jesús recorre todas las comarcas de Galilea buscando a la gente para predicar (1, 39), mientras que, por otra parte, evita el asalto de las turbas y se retira a lugares solitarios (1, 45). Cura a un leproso y le ordena que se presente a un sacerdote para que compruebe su curación, pero le prohíbe que hable de lo ocurrido con todos los demás. ¿Por qué todo esto? Busca a la gente y al mismo tiempo se separa de ella; realiza señales que lo revelan como Mesías y al mismo tiempo quiere ocultarlo. Y no sólo toma sus distancias ante la gente, sino incluso ante sus discípulos; cuando éstos, "pensando humanamente como los demás, o mejor sin pensar, sin la vigilancia interior de su Maestro, se llegan a él para hacerle volver, surge su decisión firme". Pero la actitud de Jesús no es contradictoria. Se trata -una vez más- del intento de expresar su misterio, su originalidad. Jesús no niega que sea el Mesías, pero demuestra que tiene una idea mesiánica diferente. Busca a la gente y se muestra solidario con la historia, pero también se cuida de evitar los equívocos que la gente y la historia arrastran muchas veces consigo y huye de la instrumentalización que les gustaría hacer de los designios de Dios. MIGROS/RV: Tiene que llevar el mensaje "a todas partes", a todos, pero sin ser prisionero de nadie. Ha venido a anunciar el Reino, no a hacer esos milagros tan cómodos que les gustarían a los hombres. Por eso Jesús huye de la gente que busca milagros. ¿Por qué? Habría que hablar mucho de ello y diremos algo más tarde. Pero ya ahora podemos decir que los milagros no tienen ante todo un valor apologético, sino un valor de revelación. Están al servicio de la fe y por consiguiente no eliminan la lógica de la fe, no dan una certeza distinta de la fe y no revelan un Dios distinto. Están al servicio de Jesús, de un Dios que se revela en la cruz; por tanto, no eliminan la cruz, sino que -a un nivel más profundo- revelan que en ella está presente la victoria de Dios.
Posted on: Fri, 28 Jun 2013 19:08:12 +0000

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