« ( . . . ) La clase sacerdotal es microcósmica y animal; la - TopicsExpress



          

« ( . . . ) La clase sacerdotal es microcósmica y animal; la nobleza es cósmica y vegetativa; de aquí su profundo nexo con la tierra. Es la nobleza una planta, hondamente arraigada en la tierra; en esto se ve una vez más su carácter de aldeanismo sublimado. Esta especie de nexo cósmico es la que produce la IDEA DE LA PROPIEDAD, idea completamente ajena al libre microcosmo móvil en el espacio. Propiedad es un sentimiento humano, no un concepto, y pertenece al tiempo, a la historia, al sino, y no al espacio ni a la causalidad. No cabe darle fundamentos lógicos, pero existe. (En efecto es posible refutar la propiedad, como tantas veces ha ocurrido en la filosofía china, antigua, india y occidental. Pero refutarla no es suprimirla.) El “tener” comienza con la PLANTA y se prolonga en la historia del hombre superior, por cuanto tiene algo de vegetativo, de raza. Por eso la propiedad es, en un sentido eminente, siempre PROPIEDAD DEL SUELO y la tendencia a convertir las ganancias en fincas y tierras es siempre señal de buen temple en el hombre. La planta POSEE el suelo en el que arraiga. El suelo es su propiedad [...]; la planta lo defiende durante toda su vida con ardimiento desesperado, contra ajenos gérmenes, contra poderosas plantas vecinas, contra la naturaleza entera. [...] Las más duras luchas por la propiedad no se desarrollan en los tiempos posteriores de las grandes culturas y entre ricos y pobres, por bienes inmuebles, sino aquí, en los comienzos del mundo vegetal. Quien en medio de la selva siente cómo la lucha silenciosa por el suelo hierve en torno, día y noche, sin merced, ha de temblar ante la hondura insondable de este instinto, que casi se confunde con la vida. Hay aquí peleas que duran años, guerras tenaces y duras, resistencias desesperadas del débil contra el fuerte, que duran acaso hasta que el mismo vencedor cae deshecho; hay tragedias como no se repiten sino en las humanidades primitivas, cuando una vieja estirpe de aldeanos es expulsada de la tierra, o cuando una familia de noble tronco queda desarraigada —en la significación exacta de la plabra— por el dinero. Las luchas visibles en las ciudades posteriores tienen un sentido harto distinto; porque aquí, en el comunismo de cualquier índole que sea, se trata, no de la vida, sino del concepto de la propiedad como medio puramente material. La negación de la propiedad no es nunca un instinto racial, sino todo lo contrario: la protesta doctrinaria de la conciencia puramente espiritual, urbana, desarraigada, negadora del elemento vegetativo; la protesta, en suma, de los santos, de los filósofos, de los idealistas. El monje solitario y el socialista científico, se llame Moh-ti, Zenón o Marx, rechazan la propiedad por iguales motivos; los hombres de raza la defienden por los mismos sentimientos. [...] “La propiedad es un robo”: he aquí, expresado en la forma más materialista posible, el viejo pensamiento. [...] El sacerdote renuncia a la propiedad como algo peligroso y extraño. Pero la nobleza, si renuncia a la propiedad, se anula a sí misma. ( . . . ) »
Posted on: Thu, 15 Aug 2013 11:02:39 +0000

Trending Topics



#

Recently Viewed Topics




© 2015