"Lo Que Dice un Autógrafo"... Es un error muy difundido pensar - TopicsExpress



          

"Lo Que Dice un Autógrafo"... Es un error muy difundido pensar que las notas, la imagen gráfica de la música, son para el músico únicamente signos que representan los sonidos que ha de tocar, cómo de rápido, cómo de fuerte, con qué matiz expresivo. Más allá de su capacidad puramente informativa, la imagen gráfica de la música, tanto de la parte individual como también, y muy en especial, de la partitura, desprende una emanación sugestiva, una magia, a la cual ningún músico sensible se puede sustraer, tanto si quiere como si no, tanto si es consciente de ello como si no. Aunque esa emanación también se da en partituras impresas, se evidencia en mucho mayor grado en manuscritos y más aún, claro está, en el autógrafo, el manuscrito del propio compositor. Escribir música significa para todo músico representar de forma gráfica un acontecimiento sonoro vivo en la fantasía. Por eso es natural que en el gesto de la escritura participe un contenido emocional: es verdaderamente imposible al escribir un excitado pasaje allegro o una armonía angustiante salpicar el papel de cabecitas de notas limpias y bien colocadas; la expresión del pasaje en cuestión se tiene que manifestar de alguna manera en la imagen gráfica de la música y transmite inevitablemente al músico ejecutante (aunque éste no piense ni un momento en ello).Por esta razón, para nosotros es de la mayor importancia conocer la obra que interpretamos en su forma original, a ser posible la partitura original y, si no, al menos una buena reproducción facsímil. La repercusión en la interpretación puede ser considerable, a veces gracias a conclusiones conscientes, a veces inconscientes, sólo por la sugestión mágica de la escritura. El facsímil de la partitura de Jeptba de Händel nos permite, por una parte, echar una mirada conmovedora e inspiradora al proceso de trabajo del músico y, por otra parte, nos ofrece un gran número de indicaciones directas con respecto a la interpretación que una partitura impresa no podría ofrecer nunca. Händel componía todavía según el viejo método tradicional, que entonces tenía unos ciento cincuenta años, y que consistía en escribir en primer lugar las partes exteriores, es decir, el bajo como fundamento y una o dos voces superiores. En ocasiones, en esta primera fase del del proceso, anotaba también algunas ideas instrumentales en particular, tales como entradas de nuevos instrumentos, a veces también escribía voces medias vocales o instrumentales, sobre todo allí donde presentaban una conducción contrapuntística; las líneas para el resto de las voces las dejaba en principio vacías. En los recitativos, escribía sólo el texto es decir, no los componía. De vez en cuando se encuentra al final de una página una indicación con respecto al progreso del trabajo, como,,, etc. De todo esto es desprende claramente que esta primera fase del trabajo era para Händel el proceso de composición propiamente, la obra estaba entonces, es decir compuesta. Por cierto, este procedimiento no era exclusivamente Händel, sino la antigua manera académica de componer. Muchas composiciones de los siglos XVII y XVIII (en particular en Italia y Francia) han llegado a nosotros únicamente de esa manera, incompleta desde nuestra perspectiva. , completar las partes orquestales o vocales restantes, no era pues una parte esencial de la composición, sino que era cosa de los intérpretes; en esto existía una clara diferencia entre e. Esta diferencia de apreciación resulta aún más evidente en las partituras de Händel cuando después de acabar la composición escribe y, después de la segunda fase de trabajo -en la que compone las voces interiores, acorta y alarga pasajes, cambia de lugar las arias, realiza modificaciones en el texto, compone los recitativos-, escribe . Precisamente en Händel se pueden distinguir con bastante facilidad estas dos fases del trabajo en el modo de escritura: cuidadoso, ordenado y bien dispuesto en la primera, garabateado apresuradamente sobre el papel en la segunda. En partitura de Jepthba hay una característica aparente adicional: la progresiva enfermedad de la vista de Händel, que le obligaba continuamente a interrumpir el trabajo, le dificultaba la escritura hasta el punto de que la notación tiene un aspecto completamente diferente antes y después de la crisis; en las partes escritas después del 13 de febrero de 1751 se ve realmente cómo tenía que mantener los ojos muy pegados al papel para poder escribir...etc.y etc...(desp. continuare.)...
Posted on: Fri, 30 Aug 2013 17:41:19 +0000

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