“Madre de Dios y Madre nuestra, Señora del Buen Viaje , protege a tus hijos en el viaje de esta vida a la Patria eterna” 5 de octubre, Nuestra Señora del Buen Viaje Por el año 1600 , en una lluviosa tarde del mes de octubre, unos pescadores de la villa divisaron en la bahía , una caja de madera de aproximadamente metro y medio de largo que se encontraba encallada entre los manglares. Este hallazgo llamó la atención de los pescadores. Decidieron recogerla, pues imaginaban que quizás podía tratarse de un tesoro de piratas o algo parecido. Al abrirla vieron con sorpresa que era una bella imagen de la Virgen María, tallada en madera con el niño Jesús en brazos y que provenía de Barcelona, España . Decidieron entonces nombrarla Nuestra Señora del Buen Viaje, tomando en consideración que, a pesar del oleaje y la lluvia, la virgen había tocado puerto sin grandes contratiempos. Una vez en tierra, los pescadores se aprestaron a trasladarla hacia Remedios. En la primera noche, como todos estaban cansados dejaron la imagen en la casa de un viejito muy conocido del pueblo , llamado Iucumí. Unos días después, el cura, las autoridades y algunos pobladores de Remedios llevaron en procesión la imagen de Nuestra Señora del Buen Viaje hacia la iglesia del pueblo. Allí la colocaron en uno de los altares y luego de realizarse los oficios de rigor, el público se retiró; quedando instalada la virgen en su nueva ubicación. Cuenta la tradición oral, que la nueva virgen desapareció a la mañana siguiente de haberse situado en la iglesia de la villa. Fue reencontrada poco después en el tugurio del anciano lucumí. Según la leyenda, fue la propia virgen quien se trasladó hasta allí por su cuenta y riesgo, sin ayuda de nadie. Los vecinos, dudosos de la autenticidad de tal versión y seguros de que se trataba de algún truco del longevo lucumí, la llevaron nuevamente a la iglesia. Se dice que una vez en su altar, la virgen volvió a escabullirse entre las sombras hacia el mencionado rancho; y así sucesivamente se repitió la huida en varias ocasiones. Este fenómeno dio lugar a la creencia colectiva de que la virgen quería permanecer en el sitio donde había pasado las primeras horas de estancia en la villa y no en la iglesia. Por ello, y tomando en consideración el fanatismo religioso de la época, los remedianos se dieron a la tarea de construir un templo dedicado a Nuestra Señora del Buen Viaje en el lugar donde otrora viviera el viejo lucumí.
Posted on: Sat, 05 Oct 2013 13:20:03 +0000
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