~Mi chocoaventura del día~ Supongo que debía estar nerviosa. - TopicsExpress



          

~Mi chocoaventura del día~ Supongo que debía estar nerviosa. Digo, no todos los días te llamaba el abogado de la empresa en la que trabajabas de forma muy misteriosa. Entré con paso firme al lugar y me dirigí a la persona que se encontraba en la recepción. - Buenos días -Dije yo seriamente. - Buenos días ¿A quién necesita? - A Oscar Duarte, por favor. - ¿Su nombre es...? - Tania Ramirez de Logytech. El hombre asintió y tomó el teléfono. Le habló a aquel abogado que inmediatamente me permitió ingresar. El hombre me indicó la oficina y seguí sus instrucciones. No fue mucho el tiempo que caminé. Ingresé en la impecable oficina iluminada en blanco, algo frívola, pero así debía ser la oficina de un abogado ¿Verdad? Saludé cordialmente a aquel abogado que digitaba un par de cosas en su computadora. Levantó la mirada hacia mí con una sonrisa y, con una voz tímida y afable, me indicó que me sentara. Asentí y obedecí. - La razón por la que la cité fue porque... Su carta de renuncia le pareció demasiado preocupante a Logytech. Me dieron la autorización de hacer una versión libre de la historia y deseo saber si usted nos podría colaborar... -Me observó esperando mi respuesta. Su mirada denotaba algo de miedo. Se tensó un poco al momento en que asentí. - No tengo ningún problema al respecto -Sonreí. Se relajó un poco y respiró hondo, aquel abogado, al parecer, dudaba que yo pudiese ofrecerme para tal cosa. Pero, lo hacía porque no tenía miedo. Por primera vez en mi vida, no sentía miedo y una potente valentía se apoderó de mí. - Gracias. Entonces, le haré unas preguntas. Esto irá directamente para Logytech Mobile, nadie más manipulará esta información. Y comenzaron la preguntas "¿Para qué empresa trabajaba?", "¿Su jefe inmediato sabía al respecto?", "¿Fue usted victima de bullying laboral?", "¿De qué manera operaban los promotores?"... Y esas preguntas por el estilo. Respondía con claridad y tenía que detenerme de vez en cuando para que el pudiese digitar lo que yo escribía. Recargué mi rostro sobre mi brazo apoyado en el escritorio del abogado. Me preguntaba si realmente estaba bien que yo hiciera esto, si era correcto... Bueno, si lo era. Para mí, para los clientes, incluso para el mismo Logytech; pero, ¿a cuántas personas perjudicaría con la verdad? Desvié la mirada. La verdad perjudicaba a las personas que habían ido en contra de ella. Entonces, no era mi causa, era la suya. Cosas como el miedo, las amenazas, las burlas inundaban cualquier aspecto de mi vida... Y por primera vez en mi vida yo estaba sentada frente a un abogado defendiendo lo que yo creía, lo que pensaba... Defendiendo, sobre todo, mi creencia en la justicia, la verdad y Dios. Le comentaba varias cosas al abogado... Las burlas de mis compañeros, su constante presión, las veces que me sentí mal por ver a personas de mi mismo estrato rebuscando monedas para completar lo que yo les estaba robando y al final siempre les decía "Tranquilos, con ese dinero les alcanza" Sin decir nada más. Me seguía preguntando una y otra vez la razón por la que, si yo respetaba el hecho de que ellos robaran a los clientes, ellos no me respetaban a mí. Seguía sin hallar la respuesta. Suspiré. El abogado imprimió la versión libre y me hizo firmarla con nombre y huella. - Ahora veremos quién se ríe al final- Dijo viendome con una sonrisa- ¿Qué edad tiene? - 18 años... -Me observó de forma extraña. Tal vez sorprendido. - ¿18? -Ladeé la cabeza para verlo- No... No me malinterprete. Es que... Me parece bastante anormal que alguien a su edad tenga el valor de venir y dar este tipo de declaración. Pero, le aseguro que Logytech hará lo posible, solo necesitabamos un sustento legal y, gracias a usted, podemos proceder. - Yo sé... Que Logytech debe estar al tanto de esto. Pero, con lo que usted me explica ya veo la razón por la que no podían actuar- El abogado asintió. - Veremos la forma de reubicarla en un nuevo trabajo. Señorita Tania... -Estiró su mano- Gracias por su colaboración. Asentí y me despedí cordialmente. Alguna vez alguien me dijo que la justicia no existía, que era una mentira... ¿Cómo la verdad puede ser mentira? Fruncí el ceño al recordar a esa persona. Todos tenían un mal concepto de la justicia. Buscaban la justicia para ser felices cuando siempre había algo escondido, cuando ellos guardaban la mentira. Él estaba tan equivocado. Incluso, la verdad tenía un sabor tan dulce y un aroma tan perfecto. Me detuve antes de pasar la avenida. Miré a ambos lados y, al ver que ningún auto venía, pasé. El mundo no había cambiado, yo sí. Una sonrisa se dibujó en mi rostro tachando, por completo, la persona seria que se reflejaba cada vez que me veía en una situación diferente a la familiar. Pero ¿Saben cuál fue el mejor regalo de todos? - Hola... -Dije sonriendo. Mamá estaba dando vueltas por toda la casa preocupada. Su niña se estaba enfrentando a los lobos con severidad, ¿qué madre no estaría preocupada? - Hija... ¿Como te fue? Le comenté absolutamente todo. Incluso el hecho de que posiblemente me iban a re-ubicar en otro empleo. - Oh... Hija... -Me abrazó con fuerza- Estoy tan orgullosa de ti... -Sentía que estaba empinada para lograr rodear mi cuello. Se acomodó sobre mi pecho y lloró- Estaba tan asustada. Pero, yo sabía que el mejor abogado del mundo estaba contigo. Y, ahora, me siento tan orgullosa de ti... Ya quisiera yo tener semejante valor para enfrentarme a los lobos para poner a Dios sobre un salario mínimo- Sonreí afable- ¿Lo ves? Cosas grandes te esperan si sigues siendo la persona que fue hoy a defender sus principios frente a los mayores. - Gracias mamá-Este era el mejor regalo- De igual forma, sin tu apoyo tampoco lo hubiese hecho. Como raro -Me reí. Nos separamos y ella me observó sonriendo entre lagrimas. Me dijo que se iría a dormir y yo me dirigí a quitarme los tacones. Me sentía feliz y valiente. No cambiaría ninguna sensación del mundo por esta.
Posted on: Fri, 23 Aug 2013 01:57:54 +0000

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