¡Qué ingenuo, el Sr. Reinaldo Dos Santos! Dizque venir a caer por inocente a estas alturas. ¿Por qué salir de voluntario a darle baños de pureza a ese hipopótamo? ¿O será que algo pa$ó en e$e "tal $ervicio" que le prestó a Doña Elena? En corto tiempo de haber sido elegido de manera fraudulenta por el CNE presidente de Venezuela, el hipopótamo de Cúcuta se dio a conocer por errático, frenético, maniático, fanático y patético, con sus caricaturescas metidas de pata en todas las dimensiones. El mundo entero se empezó a dar cuenta de cuanta ignorancia envolvía a ese hipopótamo, cuyo único talento es ser el embaucador, tracalero, usurpador más grande del siglo, después del difunto, claro está. De Cuba salió la orden de rescatar la imagen de Maduro, y al G2 se le ocurrió que había que minimizar el ridículo que estaba haciendo el hipopótamo colombiano. No era conveniente para la revolución presentar ante el mundo a un ignorante como su mejor carta en un cargo tal envergadura: la presidencia de Venezuela. Decidieron que, empezando por el mismo Maduro, había que disimular, tomando las cosas con sentido del humor y, al mismo tiempo, aparentar que se equivocaba "a propósito", ¡pero, no, nada de eso! ¡Nada de "a propósito"! ¿Tiene sentido común que alguien en esa posición tan importante quiera ser el hazme reír del mundo? No es de buen catador dejarse llevar por la apariencia de la botella.
Posted on: Mon, 07 Oct 2013 05:50:35 +0000