¿Qué pienso yo de los 65 años de vida del ITD? Mi padre Ernesto Aguilar Vera y mi tío Roberto (las Virundas), fueron (son) grandes y reconocidos Universitarios. Durante años, en casa, escuchamos hermosas historias en torno a la evolución y crecimiento de la UJED. También de los históricos e interminables pleitos, derivados del recelo entre ambas instituciones. Dicen, eran grandes peleas por defender los colores guinda y blano y el azul y oro (hasta ese color nos quitaron ya). Era gritar a todo pulmón el "goya" por encima del "huélum". Batallas que están en la memoria del Callejón de las Mariposas. Batallas vergonzosas como aquella de principios de los 90, en que un desfile del ITD derivó en una gran pelea que terminó con la destrucción del salón de trofeos y de los instrumentos de un grupo musical. En lo académico el Tecno tiene lo suyo (sobretodo un gran reconocimiento nacional); la UJED por su connotación humanista ha tenido un desarrollo diferente. Ambas instituciones han sido inscritas en letras de oro en el salón de sesiones del Congreso del Estado. Pero solo una ha defendido con gallardía y orgullo su libertad académica, y ha luchado por evitar la intromisión de los grupos políticos en su interior (eso no significa que el poder público, no haya caído en la tentación de posesionarse del ITD). En efecto, me refiero al glorioso ITD. La UJED no ha mostrado esa gallardía; al contrario, sus hijos, han sido tibios, acomodaticios y en algunos casos verdaderos traidores de la esencia Universitaria. En efecto, la intromisión y destrucción de la autonomía Universitaria (que es un acto brutal cuyas consecuencias no se verán de inmediato), hacen envidiar la unión, la solidaridad y el amor a su institución de los hijos del ITD. En 65 años han logrado lo que una institución centenaria como la UJED no ha podido hacer por el ataque del poder público y la traición de quienes la conformamos (traición por acción y por omisión). Los 15 que quedamos en pie de lucha, estamos cansados ya (lo digo por mí, por supuesto), de ver que en la UJED, es más fácil dejar hacer y dejar pasar (eso, aquí en Durango, garantiza el éxito político). Por eso felicito al ITD y a sus egresados y a sus estudiantes y a sus padres de familia y a sus trabajadores, a sus maestros, a su banda de guerra y a su rondalla, a su equipo de natación y atletismo; a sus ingenierías y licenciaturas. A mi hermano Jorge Fernando Aguilar Garcia, a mi primo Agni Otto, a mi tío Bernardo Garcia. No sé cuando se festejan, pero el ITD tiene mucho que festejar. Acá en la UJED hacemos mutis y a veces algunos actos de desagravio que solo agravian más. Solo puedo decir: ¡Huélum, huélum, gloria A la cachi cachi porra A la cachi cachi porra Pim pom porra Pim pom porra Tecno, Tecno, Gloria!
Posted on: Thu, 01 Aug 2013 02:00:29 +0000
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