¿TIENE TRONO DIOS? A los que aún no comprenden mi - TopicsExpress



          

¿TIENE TRONO DIOS? A los que aún no comprenden mi manifestación, les digo: Este varón por quien me comunico es humano como vosotros y este asiento que contempláis en el ángulo del recinto en el cual reposa el portavoz de mi palabra, no es el solio del Señor. ¿Qué sería de este pueblo al que he congregado, si no lo doctrinase con palabras de justicia, de sabiduría y de amor? ¿No creéis en mi palabra de este tiempo porque os la hago oír por medio de estos mis hijos? Por eso este espacio fue creado para el adoctrinamiento del espíritu por medio de las enseñanzas de las divinidades y otras jerarquías entregadas por mentes preparadas, y son espiritualistas que han desarrollado esta facultad con muchos años de constancia, disciplina, preparación, entrega, fe y sinceridad con el mundo espiritual y su compromiso con los fieles desde 1866 hasta la fecha. A través de este medio pretendemos publicar la información todo aquel que desee conocer nuestra doctrina. De esta forma queremos compartir el conocimiento del verbo de salvación para la humanidad de este tiempo. Nuestro objetivo es despertar la parte espiritual con ayuda de la reflexión, el estudio y el análisis para mejorar nuestra forma de vida. Si eres un buscador con mente abierta que quiere conocerse a sí mismo, comprender el por qué estamos aquí, como servir a nuestros semejantes, la forma de progresar más allá de este mundo, conocer más del autor del libro de la vida verdadera , desde la perspectiva de la espiritualidad… ¡Estás en el sitio correcto! Aquí encontraras una recopilación de los apuntes en investigación que te servirá como apoyo en cualquier etapa de la vida, como medio de consulta e investigación y en la obra espiritual. Te comento que en este sitio no buscamos cambiar las creencias, ni lograr beneficio económico o personal, tampoco ganar creyentes o fieles ¡No! Solo nos interesa dar a conocer la verdad de una forma sencilla, objetiva y completa, las nuevas revelaciones de este Tercer testamento del tercer tiempo, que hasta ahora es ignorada o desconocida, y para facilitar la comprensión de los usuarios esta y mucha información de interés podrás encontrar en este espacio, recordándote con mucho respeto, que La lectura de los contenidos de este sitio y la opinión que se forme con ellas, es responsabilidad de cada uno de las personas que entren a esta páginas, en pleno uso de su libre albedrío. Por lo que te hacemos una cordial invitación para que conozcas su contenido entrando en ellas: busqueda.144000.net/cgi-bin/read.cgi tercera-era.net/mundo_espiritual/index.html ¿TIENE TRONO DIOS? A los que aún no comprenden mi manifestación, les digo: Este varón por quien me comunico es humano como vosotros y este asiento que contempláis en el ángulo del recinto en el cual reposa el portavoz de mi palabra, no es el solio del Señor. ¿Qué sería de este pueblo al que he congregado, si no lo doctrinase con palabras de justicia, de sabiduría y de amor? ¿No creéis en mi palabra de este tiempo porque os la hago oír por medio de estos mis hijos? Sé que al principio será menospreciada esta enseñanza por haber sido entregada a través de criaturas humildes y pecadoras, como lo son mis portavoces, mas la verdad que esta revelación se impondrá, y la enseñanza será escuchada porque en su esencia está presente el Espíritu Santo, el Consolador, y la Verdad prometida. Si a los profetas de los primeros tiempos les disteis muerte en las calles y a mis apóstoles más tarde les llevasteis al martirio, os digo que también es muerte la que dais a estos portavoces, cuando la palabra que vierten sus labios no es creída. ¿Sois tan materiales, que no sentís la esencia divina de esta palabra? Recordad que os dije: El árbol por su fruto es reconocido. Son muchos los que han tratado de imaginar la vida espiritual para poder creer en ella. Grandes y pequeños, ignorantes y cultos, todos han querido saber cómo es el Cielo, cómo es Dios, qué forma tienen los seres espirituales, cómo es la luz y la existencia en aquel mundo. Entonces han imaginado más allá de los astros un hermoso valle, un majestuoso palacio, un trono y en él sentado a Dios en forma humana. A los seres espirituales también les habéis atribuido forma humana y les habéis imaginado volando como aves para trasladarse de un punto a otro. Todo aquello lo miráis lleno de luz, semejante a la que tenéis en la Tierra, todo brillando como el oro y adornado con lo más bello que conocéis en el mundo material, cantos celestiales y músicas divinas llenando el espacio, mientras millones de seres adoran eternamente al Señor, siempre de hinojos delante de su trono, alabándole y ofreciéndole incienso. ¡Ah, hombres de poca fe! que para poder palpar mi presencia habéis tenido que materializar lo espiritual. En su corazón han dado cuerpo a muchas creencias erróneas, como la de pensar que Yo soy un ser divino con forma humana, al que hay que representar con símbolos e imágenes para comunicarse conmigo a través de ellas. Así es concebida la vida espiritual por la imaginación de muchos hombres, y una vez forjada en su mente aquella imagen, han creído que así es, que así debe ser y en ello han puesto su fe. Os digo verdadera fe, porque hay fe aparente inspirada en algo imaginario, en algo que por ser falso desaparece y se apaga en cuanto se conoce la verdad. Yo sólo os digo que es necesario que apartéis de vuestra mente cuantas imágenes habéis forjado sobre la vida espiritual, porque ni Dios tiene forma de hombre, ni está en un trono como están los reyes de la Tierra, ni está en el Cielo situado más allá de los astros, ni su luz es como la del sol, ni los espíritus tienen forma humana. Estáis probando vuestra ignorancia, vuestra confusión y lo poco que me conocéis. Si pensáis que he dejado mi trono por venir a comunicarme con vosotros, estáis en un error, porque ese trono que vosotros os imagináis, no existe; los tronos son para los hombres envanecidos y orgullosos. Mi Espíritu siendo infinito y omnipotente, no habita en un lugar determinado, está en todas partes, en todos los sitios, en lo espiritual y en lo material. ¿Dónde está ese trono que vosotros me atribuís? El trono que busco entre vosotros es vuestro corazón, y en él me posaré cuando sepa adorarme sin idolatría ni fanatismo. Dios no tiene forma, porque si la tuviese, sería un ser limitado como lo es el humano, y entonces ya no sería Dios. Su trono es la perfección, la justicia, el amor, la sabiduría, la fuerza creadora, la eternidad. Unos dicen: -Dios está en los Cielos-; otros: -Dios habita en el Más Allá-; pero no saben lo que dicen, ni conocen lo que creen. Ciertamente habito en los Cielos, pero no en el lugar determinado que habéis imaginado; Yo habito en los Cielos de la luz, del poder, del amor, de la sabiduría, de la justicia, de la felicidad, de la perfección. Yo estoy en el Más Allá, sí, pero más allá del pecado humano, más allá del materialismo, de la soberbia, de la ignorancia. Por eso os digo que voy a vosotros, porque voy hacia vuestra pequeñez, porque os hablo en forma que vuestros sentidos puedan sentirme y vuestra mente comprenderme, si llegue de otros mundos o moradas, es porque mi Espíritu habita en todas partes. ¿ENTONCES PORQUE ME BUSCAIS EN RECINTOS, Y OBJETOS HECHOS POR VUESTRAS MANOS? Es por eso que siempre os he dicho que doquiera que estéis me tenéis con vosotros. Entonces, ¿por qué si soy omnipresente me buscáis en objetos hechos por vuestras manos? ¿Por qué tenéis que penetrar en determinados recintos para decir: -Aquí está el Señor porque ésta es Su casa, cuando sabéis que soy universal? No importa el lugar donde os encontréis, doquiera podréis comunicaros con vuestro Señor, ya sea que estéis en la cumbre de la montaña o que os encontréis en la profundidad de un valle, en la inquietud de una ciudad, en la paz del hogar o en medio de una lucha; si me buscáis en el interior de vuestro santuario en medio del silencio profundo de vuestra elevación, al instante las puertas del recinto universal e invisible se abrirán para que os sintáis verdaderamente en la casa de vuestro Padre, la cual existe en cada espíritu. Por ahora comprended que mientras los hombres no logren alcanzar la completa espiritualidad, tendrán que necesitar de templos materiales y de colocar delante de sus ojos formas o imágenes que les hagan sentir mi presencia. El grado de espiritualidad o de materialismo de la Humanidad, podéis medirlo por la forma de su culto. El materialista me busca en las cosas de la Tierra, y si no llega a verme según sus deseos, me representa en alguna forma para creer que me tiene delante. ¿Por qué os dejáis deslumbrar con festines y ornamentos, si sabéis que en el esplendor de la Naturaleza y en el santuario interior de vuestro espíritu habito y me manifiesto Yo? Cuando os hablo de templos y de santuarios, no me refiero a los recintos que en lo material levantáis, sino a vuestro corazón, porque donde quiera que vayáis, ahí estará el templo y presente siempre en él encontraréis mi amor. El santuario de que acabo de hablaros es el de la conciencia, ese templo que nadie podrá profanar, en el que habita Dios y de donde sale su voz y brota la luz. SI SOY ESPÍRITU, OS BUSCO ATRAVÉS DE VUESTRO ESPÍRITU. El que me concibe como Espíritu, me siente dentro, fuera de él y en todo lo que le rodea, porque él se ha convertido en mi propio templo. Si Yo soy inteligencia, os busco por medio de vuestro entendimiento; si soy Espíritu, os busco a través de vuestro espíritu. Mas, ¿cómo van a comprender y aceptar esta verdad los que, negando mi comunicación, nunca han querido mirarme y conocerme como espíritu? De tiempo en tiempo os he hecho revelaciones cada vez más adelantadas, que los hombres no han sabido comprender, porque siempre han creado idolatrías y más idolatrías en torno a ellas. La verdad es el amor divino manifestado en el Universo. El que no conoce la verdad, no conoce a Dios. NINGUNA SECTA O RELIGIÓN DE ESTE TERCER TIEMPO TIENE LA COMUNICACIÓN DIVINA. Comprended entonces toda la gracia que entre vosotros humildes espiritualistas he depositado, porque ninguna secta o religión de este tiempo tiene la comunicación de la palabra divina, ni la presencia de los seres espirituales de luz enviados por mi voluntad. Otros se confundirán y negarán la verdad de mis revelaciones. Yo soy el único poseedor de ese Reino y su llave es mi Doctrina. Dejad que las grandes religiones y sectas desconozcan estas enseñanzas, dejad que nieguen esta comunicación y os juzguen; es que han olvidado o no quieren saber que Cristo tiene la llave de todos los misterios del espíritu. Ya veréis cuántos que dicen seguirme, en realidad serán quienes me persigan; mas mi palabra tendrá que cumplirse. La Humanidad me desconoce y niega mi presencia en este tercer tiempo, mas le haré reconocer que con amor y caridad manifiesto mi justicia; que no vengo con el látigo a entregarle dolor; que sólo vengo a levantarle a la vida de la gracia y a purificarle con el agua cristalina que es mi palabra, mi verdad. Sin daros cuenta estáis amando a otro dios y habéis forjado otro mundo; allí tenéis vuestros afectos, ambiciones, posesiones, ideales y riquezas; fuera de todo esto nada existe para vosotros. ¿Dónde está vuestra fe?, ¿dónde está la práctica verdadera de mis enseñanzas? Sólo las lleváis en vuestra mente como una más de vuestras teorías. Cuántos de vosotros pensáis que esto que digo es una exageración, y cuántos que mañana conozcan estas palabras, tendrán que hacer escándalo en torno a ellas. Más de cierto os digo que Elías en este Tercer Tiempo os probará que estáis adorando a un falso dios, aunque creáis estarme amando a Mí; ¿Cuáles son vuestros ídolos? El mundo, la carne, la ciencia, el fanatismo religioso, los vicios, el dinero. El mundo no ha aprendido mi enseñanza y ha alimentado su idolatría y fanatismo; por ello está pasando por el gran crisol y apurando el cáliz de amargura, porque su materialismo lo ha alejado de Mí. Yo os digo que si queréis acercaros un poco a la verdad y comenzar a arrobaros en su contemplación, persistid en alejar de vuestros ojos y de vuestra mente cuantas formas habíais creado tratando de darle forma a lo divino. Dejad de materializarme en tronos semejantes a los de la Tierra, despojada de la forma humana que siempre me atribuís, dejad de soñar con un cielo que vuestra mente humana está incapacitada para concebir. ¿Quién le dijo al hombre que podía hacer mi imagen? ¿Quién le dijo que me representara pendiente de la cruz? ¿Quién le dijo que podía hacer la imagen de María, la forma de los ángeles o el rostro del Padre? LOS QUE DICEN CONOCER A MARÍA, NO LA CONOCEN. Y NO TIENE TRONO. ¿Es Mariana toda la Humanidad? En verdad os digo: No, muchos ni siquiera conocen a María. Contemplo una parte de la Humanidad, que ni su nombre conoce; otra gran parte que ha caído en gran fanatismo por Ella, en la más grande idolatría, en la profanación, en el lucro, y otra parte de la Humanidad y de las religiones que no la reconocen como Madre espiritual de la Humanidad. A vosotros os he nombrado pueblo mariano, porque vais a enseñar a la Humanidad quién es María. Yo os digo, oh pueblo, que María no es solamente la mujer que en el Segundo Tiempo concibió al Redentor. Yo digo a todas esas partes de Humanidad que os he mencionado, a todas las sectas y religiones, a todas las razas y a todos los seres, que María es la esencia maternal divina que siempre ha existido; es la esencia femenina universal que podéis descubrir y contemplar en todas las obras de la Creación; es el Espíritu maternal, es la ternura, es la intercesión y el seno que amamanta. Desde los tiempos pasados os fue revelada la existencia de María y su advenimiento material, porque en verdad desde los primeros hasta los postreros, a todos he hablado como Padre, como juez y como Maestro. Desde el Primer Tiempo los patriarcas y profetas comenzaron a hablar del Advenimiento, de la venida del Mesías. Mas el Mesías no vino solamente en Espíritu; vino a encarnarse, vino a hacerse hombre y a tomar carne de una mujer. La esencia maternal divina tuvo que encarnarse también, hacerse mujer, como una flor de pureza, para que de su corola brotase la fragancia, el perfume del Verbo de Dios que fue Jesús. Cuando aquella mujer hubo llegado a su edad de doncella, fue desposada. El Padre envióle un ángel para anunciarle su misión. Mas, ¿cómo la encontró el ángel, cómo sorprendió a la virgen desposada? ¡Orando!, y al encontrarla preparada, le dijo: -¡Salve, oh María, que has hallado gracia delante de Dios. No temáis, que tu seno concebirá a Aquél que ha de reinar en la casa de Jacob y su reinado no tendrá fin! Sabía María que iba a concebir a un Rey más poderoso y grande que todos los reyes de la Tierra, y ¿acaso por ello se coronó reina entre la Humanidad? ¿Sus labios acaso pregonaron por las plazas, por las calles, por los hogares humildes o en los palacios, que Ella iba a ser la Madre del Mesías, que el Unigénito del Padre iba a brotar de su seno? No, en verdad, pueblo; la más grande humildad, mansedumbre y gracia hubo en Ella y la promesa se cumplió, su corazón de madre humana fue dichoso y desde antes de dar a luz, en el instante y después, a lo largo de la vida del Hijo. Fue Madre amantísima, que conocía espiritualmente el destino de Jesús, la misión que habría de desempeñar entre los hombres y para qué había venido. Jamás se opuso a ese destino, porque Ella era parte de la misma obra. Si a veces derramó su llanto, era llanto de madre humana, era carne que sentía el dolor de su propia carne en el hijo. Más, ¿fue discípula del Maestro, su Hijo? No, nada tenía María que aprender de Jesús. Ella estaba en el mismo Padre y había venido a encarnarse sólo para cumplir aquella hermosa y delicada misión. Y ¿aquel corazón de Madre insigne se concretó a amar solamente a su Hijo amantísimo? No, en verdad. A través de aquel pequeño corazón humano se manifestó el corazón maternal en consuelo y en palabras sublimes, en consejos y en caridades, en prodigios y en luz, en verdad. Jamás la ostentación fue en Ella, jamás turbó la palabra del Maestro; pero así como fue a los pies del pesebre que le sirvió de cuna, así fue a los pies de la cruz donde expiró el Hijo, el Maestro, dando el último suspiro en cuanto hombre. Así cumplió Ella su destino de madre humana, dando un ejemplo sublime a todas las madres y a todos los hombres; y para que Ella fuese tenida en cuenta por la Humanidad, para que Ella fuese también amada y para que su ejemplo no se borrara del corazón de los hombres, el Maestro, sangrando en el madero, dedicó una de sus siete palabras a la Madre, diciéndole: -Madre, ¡he ahí a tu hijo!-, y diciendo al hijo, que en ese instante era Juan, el apóstol del Señor: -Hijo, ¡he ahí a tu Madre! Con esto quiso el Maestro dejar a Juan representando a la Humanidad y crear en el corazón de los hombres un santuario de amor y de respeto para la Madre Universal. Eso significa esta revelación, oh pueblo amado. Por eso el Padre os ha dicho en este día: Los que dicen conocer a María, no la conocen en su verdad, la miran solamente como mujer, la contemplan solamente como madre humana. Y en torno a Ella han creado cultos, ritos, festines y fanatismos. Por esa adoración idolátrica se han olvidado del cumplimiento de las leyes del Señor, de la palabra del Maestro y de amarse los unos a los otros. No es así como el Padre quiere que el mundo conozca a María, ni es así como quiere que la amen. No es María solamente la mujer, ya os lo he dicho: María es la esencia maternal que existe en lo divino y que se manifiesta en todo lo creado. María representa la pureza, la obediencia, la fe, la ternura y la humildad. Cada una de esas virtudes es un peldaño de la escala por donde Yo descendí al mundo para hacerme hombre en el seno de aquella mujer santa y pura. Si la buscáis vosotros en la soledad de la noche, en el silencio que nada perturba, allí en el Cosmos su imagen encontraréis, y si la buscáis en la fragancia de las flores también la encontraréis, y si la buscáis en el corazón de vuestra madre, allí la tendréis. MARÍA VUESTRA MADRE ESPÍRITUAL ¡EXISTE!, PERO NO TIENE, TRONO. Cuántos también esperan llegar a la altura de los Cielos para conocer a María, a la que siempre imaginan en la forma humana de la mujer que fue en el mundo, madre de Jesús el Cristo en cuanto hombre, y que representan como reina en un trono, hermosa y potente; mas Yo os digo que no sigáis dando forma en vuestra mente a lo divino. María, vuestra Madre espiritual existe, pero no tiene forma de mujer ni ninguna otra forma. Ella es la santa y dulce ternura cuya caridad se extiende en lo infinito. Ella reina en los espíritus y su reinado es el de la humildad, de la caridad y la pureza, pero no tiene trono, según lo imaginan los hombres. MARÍA ES HERMOSA, PERO CON UNA HERMOSURA QUE NÚNCA ALCAZARAS A COMPRENDER. Es hermosa, pero con una hermosura que no podéis expresar ni imaginar con el rostro más bello. Su hermosura es celestial, y lo celestial nunca lo alcanzaréis a comprender. Todo es diferente de lo que habéis imaginado, en tal forma, que aunque os explicase cómo es en realidad la vida espiritual, no lo entenderíais, porque hasta vuestro idioma sería incapaz de expresar la verdad, la grandeza infinita, la belleza y la perfección de lo eterno. ¿Podríais decirme qué forma o volumen tiene la conciencia? ¿Podríais decirme, de qué forma es el amor o la inteligencia? -No, Maestro- me decís. Pues así como no tiene forma la conciencia, ni la inteligencia, ni el amor, tampoco podéis comparar las cosas terrenas con las de la vida espiritual. Sin embargo, nada hay más bello que los atributos del espíritu, el que es un conjunto de dones y virtudes que no necesitan forma alguna para poder existir. Ahora vengo a deciros, discípulos del Tercer Tiempo, que si en verdad anheláis penetrar en ese santuario y conocer el fondo de aquellas revelaciones, tendréis que iniciaros en la oración de espíritu a Espíritu, misma que Juan practicaba en su destierro. Entre vosotros y el valle espiritual hay un velo que no permite a nadie profanar la pureza de aquel santuario, y sólo le es concedido traspasar aquellos umbrales a quien llega hasta ellos revestido de respeto y humildad, de pureza y noble ideal, de amor y verdadera fe. No quiero que analicéis mi Espíritu ni nada de lo que pertenece a lo espiritual como si fuesen objetos materiales; no quiero que me estudiéis a la manera de los científicos, porque caeríais en grandes y lamentables confusiones. Pues bien, discípulos, si la revelación se refiere a vuestra vida espiritual, justo es que la estudiéis y la miréis desde el punto de vista espiritual, porque si la tomáis para analizarla a través de hechos materiales solamente, acabaréis por confundiros como tantos otros. No quiero que ahora volváis a confundiros; oíd mi palabra que os dice la forma en que habré de comunicarme con los hombres de Espíritu a espíritu. Dejad de adorar a vuestro Padre a través de formas materiales, para que aprendáis a amarle directamente con el espíritu. Os encargo, pueblo, que anunciéis al mundo mi promesa de comunicarme de Espíritu a espíritu con los hombres. ¿Qué será de ellos cuando conozcan esta enseñanza y sepan que lo que habían imaginado no corresponde a la realidad? Unos abrirán al instante sus ojos a la luz de la verdad, reconociendo los errores creados por su materialismo. Cuando vuestra materia se quede en la Tierra y vuestro espíritu se eleve a las moradas celestiales, cuando paséis por aquello que llamáis muerte y os levantéis en la eternidad, comprenderéis cuántas falsas imágenes ha formado vuestra mente, y entonces sentiréis cómo se aparta de vuestro espíritu la mentira, como si fuese una venda que se desprende de los ojos dejándoles contemplar la luz de la verdad. María es la escala, María es el seno materno. Buscadla a Ella y me encontraréis a Mí. ¿Comprendéis ahora por qué os decía que muy poco sabéis de Mí? ¡Mi paz sea con vosotros! ¿Desea saber más de este tercer testamento? Entre a estas páginas: busqueda.144000.net/cgi-bin/read.cgi tercera-era.net/mundo_espiritual/index.html
Posted on: Sun, 24 Nov 2013 01:02:16 +0000

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