#cuentoen13actos Acto # 12 Oscuridad Tambien es el ding dong, la ultima vuelta. Quiero transitarla sola. Para, para, ya falta poco. Mirame bien, estoy iluminada por unos reflectores celestiales, se abre el cielo raso y baja una luz como de un infinito. Me lleno los pulmones de aire, lo mas que puedo, me paro en puntas de pie, miro hacia arriba como dando gracias, y giro despacio para el oro lado, veo cada rincón de la habitación como en una camara ralentizada, cada puntito en la pared, cada linea de aire. Pero no levanto los brazos como un cisne estupido, levanto los brazos como para ascender, como quien levanta las manos en un trapecio, con la seguridad de unas manos infalibles del otro lado, unas manos de vuelo y aventura. Retengo el aire en los pulmones, no siento la necesidad de exhalar. Se esta muy bien asi, materialemente. Nunca me habia dado cuenta de lo perfecto que es mi cuerpo. Es un poco ridículo que venga a sentir esto justo ahora, no solo porque estoy por dejarlo, sino porque no parece un cuerpo que se pueda amar de ninguna manera. Ya estan cesando sus funciones. Pero me gusta, nunca lo habia sentido asi: el aire adentro del cuerpo es como una caricia de fuego que no quema. Creo que este aire es la ultima cosa que sentire con este cuerpo. Y ya se va, ya se esta yendo. Podria jurar que es el mismo aire de la primera vez, cuando naci. Pero ahora no hay llantos ni desesperación. De tanto respirar uno se amiga con el aire. Y ahora se va, pero sigiloso, lento, delicado, se despide sin estridencias como un viejo amigo. Y todo es como cuando uno se esta yendo de su casa y empieza a apagar las luces de atrás para adelante, la cocina, los pasillos, el living, por ultimo la puerta. Y esta la tentación de dejar una luz encendida para el regreso, pero uno sabe que no va a volver, ya no, entonces hay una ultima mirada antes de la oscuridad que cae inapelable como un sello.
Posted on: Fri, 27 Sep 2013 09:09:06 +0000
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