"no es por un crimen por lo que nos condenáis a muerte; es por lo - TopicsExpress



          

"no es por un crimen por lo que nos condenáis a muerte; es por lo que aquí se ha dicho en todos los tonos, es por la Anarquía; y puesto que es por nuestros principios por lo que nos condenáis, yo grito sin temor: ¡Soy anarquista!" LUIS LlNGG Nació en Mannheim (Alemania), el 9 de septiembre de 1864. Su padre trabajaba en maderas de construcción y su madre era lavandera. Luis recibió su educación en las escuelas públicas de su pueblo natal. La manera como las primeras sombras de la vida empezaron a obscurecer el horizonte del entonces niño, las referió él mismo del modo siguiente: Mi primera juventud se deslizó feliz, hasta que una desgracia ocurrida a mi padre produjo tal cambio en nuestra posición, que muchas veces el hambre y la necesidad fueron huéspedes implacables de nuestro hogar. Sólo los titánicos esfuerzos de mi pobre madre hicieron que sus visitas no fueran diarias. Tratando de recuperar un tablón que se había deslizado sobre la helada superficie del río, se rompió la capa de hielo y mi padre desapareció de pronto en las aguas, costando grandes dificultades ponerlo a salvo. Este accidente destruyó su salud y amenguó su capacidad para el trabajo. En vista de esto, sin duda, su noble patrono le redujo el salario, aunque ya hacía doce años que mi padre le trabajaba lealmente, y por último le despidió, diciéndole que el negocio iba en decadencia. Así, cuando apenas tenía yo trece años, recibí las primeras impresiones de la injusticia de las instituciones sociales reinantes, es decir, la explotación del hombre por el hombre, observando lo que pasaba en mi propia familia. No me pasaba inadvertido que el burgués -patrón de mi padre- se hacía cada vez más rico, a pesar de la vida dispendiosa que llevaba, mientras que mi padre, que había contribuido a formar aquella riqueza, sacrificando su salud, fue abandonado como un instrumento ya inútil. Todo esto arraigó en mi ánimo el germen de amargura y odio a la sociedad presente, y este odio se hizo más intenso a mi entrada en el palenque industrial. Lingg aprendió el oficio de carpintero, y después del tradicional aprendizaje de tres años (en Alemania), viajó por el sur de aquella nación y luego por Suiza, trabajando dondequiera que se le presentaba ocasión. No tardó en enterarse de las doctrinas socialistas, que aceptó con entusiasmo. En 1885 llegó a América. No quería someterse al servicio militar en Alemania, y por eso no se consideró seguro en Suiza. En Chicago obtuvo trabajo en su oficio, y pronto ingresó en la asociación en que tanto distinguió por su actividad organizadora. Pudo con noble orgullo envanecerse de que la sociedad a que pertenecía saliera sin menoscabo de sus fuerzas del movimiento por las ocho horas en mayo de 1886.
Posted on: Wed, 03 Jul 2013 08:08:39 +0000

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