1920 – se inaugura el I Festival de Salzburgo, en homenaje a - TopicsExpress



          

1920 – se inaugura el I Festival de Salzburgo, en homenaje a Mozart. Crónica del Festival de Salzburgo El Festival de Salzburgo figura entre los festivales de música clásica más prestigiosos del mundo y ha contribuido notablemente a que la ciudad de Salzburgo se conozca en todo el mundo. Desde su primera edición, el Festival ha contado siempre con la colaboración de artistas internacionales y se ha caracterizado por la extraordinaria calidad de sus programas musicales, donde se combinan la tradición con las tendencias más modernas y actuales. Los inicios La idea de fundar el Festival de Salzburgo surgió por primera vez a finales de la Primera Guerra Mundial cuando en 1918 el director Max Reinhardt, quien había iniciado su carrera como actor en el Landestheater de Salzburgo, envió una petición con este propósito a Viena. En 1919, el poeta Hugo von Hofmannstal a su vez hizo una primera concepción del Festival. El Festival nació finalmente el día 22 de agosto de 1920 con la escenificación de la obra Jedermann de Hugo von Hofmannsthal bajo la dirección de Max Reinhardt en la Plaza de la Catedral. En la segunda edición del Festival en 1921 el programa incluyó por primera vez conciertos de orquesta y en 1922 se amplió el apartado dedicado a la ópera. El acondicionamiento de escenarios adicionales en la Escuela de Equitación (1926) y en la recién construida Casa del Festival (1925-27), permitió ampliar la oferta de espectáculos. Muy pronto la ciudad de Salzburgo se convirtió en punto de encuentro de los mejores directores de escena, directores musicales, actores e interpretes de aquella época. La segunda guerra mundial y los años de la posguerra Con la anexión de Austria a Alemania cambió el perfil del Festival de Salzburgo. A muchos de los artistas que en los años anteriores habían marcado el Festival se les prohibió participar. Así, se prohibió la escenificación de la obra del fundador del Festival Hugo von Hofmannsthal y el público internacional dejó de acudir al evento. La ciudad entonces fue objeto de la propaganda política. Tras el inicio de la guerra el programa de conciertos se redujo notablemente. No fue hasta el verano de 1945 cuando el Festival se volvió a organizar de nuevo siguiendo su concepción original. En 1946 finalmente se inició el verdadero proceso de normalización y continuidad gracias a que los miembros de la Ópera Estatal de Viena y la Orquesta Filarmónica de Viena volvieran a estar disponibles. En 1948 empezó a sonar el nombre de un director, cuyo nombre todavía hoy en día sigue estrechamente ligado al Festival de Salzburgo: Herbert von Karajan. La era de Herbert von Karajan El día 26 de julio de 1960, Herbert von Karajan inauguró la recién construida Gran Casa del Festival y con ello comenzó una nueva época para este evento. El formidable nuevo auditorio tenía una capacidad de más de 2.200 espectadores. La idea principal no era la escenificación de la totalidad de la obra de Mozart, sino la representación de sus óperas más conocidas del siglo XIX. Karajan consiguió internacionalizar el Festival. Tras su fallecimiento en 1989 había que superar el estancamiento que se había hecho notar sobre todo en los últimos años de la era de Karajan. La apertura El principal objetivo de Gerard Mortier durante el periodo que permaneció en Salzburgo (desde 1990 hasta 2001) fue iniciar un proceso de apertura. El repertorio se volvió más amplio y más moderno, las escenificaciones adoptaron nuevos puntos de vista todavía inexplorados y a veces estéticamente provocadores, y el Festival consiguió atraer a un público diferente y más joven. Cada edición del Festival se realizó bajo un lema, cuya idea principal estaba presente en todo el programa. Además, aumentó notablemente el número de nuevas producciones lo cual contribuyó a que una nueva generación de directores se diera a conocer al gran público. Segunda Modernidad A partir de 2002 el nuevo director del Festival Peter Ruzicka se marco cinco objetivos a la hora de realizar su trabajo. En primer lugar llevó al escenario nuevas producciones, inaugurando por ejemplo el primer ciclo que llevó al escenario las 22 óperas de Mozart, rindiendo así homenaje al hijo más famoso de la ciudad. Incluyó en el programa obras de Richard Strauss, quien fue uno de los principales fundadores del Festival. También presentó por primera vez al gran público el trabajo de compositores expulsados o prohibidos durante la época Nazi, como Korngold, Zemlinsky y Schreker. Además fomentó la adopción de nuevos puntos de vista, explorando los límites de lo que era la estética de la "Segunda Modernidad". Finalmente reivindicó que se promovieran los estrenos y durante los cuatro años que duró su labor como director del Festival logró que se registrara el mayor número de espectadores y las mayores recaudaciones desde la era Karajan. El carácter único del Festival de Salzburgo Desde Alexander Pereira ha sido nominado el intendente del Festival de Salzburgo el 19 mayo 2009, tenía que ordenar sus pensamientos y contemplar sobre la manera de concordar sus ideas con la relidad organizadora, económica y artística del Festival de Salzburgo. Alexander Pereira tenía la sensación que la programación de las óperas se componía demasiado de reanudaciones y que el carácter único e incomparable de este festival veraniego suffría de esto. Para él, un festival debería ser todos los años algo único. Los estrenos no deberían ser jugados nada más que en el año, en lo que se estrenan. Esto aumentería la atención del público para cada festival. Sin embargo Perereira no quiere descartar a las reanudaciones sistemáticamente, pero para el intendente del Festival de Salzburgo reanundaciones solemante tienen miga si son realizadas por el mismo equipo como aquel de la creación. Un nuevo acento a la juventud y a la música sacra Alexander Perereira aumentará las actividades polifacéticas para los visitantes jovenes. Habrá versiones de óperas especialmente diseñadas para jovenes y los niños habrán la posibilidad de aproximarse a las obras de forma lúdica mientras sus parentes están eschuchando la ópera. – Opera viva! Además Alexander Pereira tiene la intención de revitalizar la música sacra en Salzburgo. La idea del ciclo “Ouverture spirituelle” provino de la ciudad sí misma con todas sus iglesias. Salzburgo parece ser predestinada para llamar la atención para las obras litúrgicas. El Festival de Salzburgo no se limitará en la tradicón católica o protestante, pero invitará todos los años a una otra confesión – en 2012 fue el judaísmo.
Posted on: Fri, 23 Aug 2013 12:09:56 +0000

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