2 Capítulo: La madriguera (den ideaaas) -Fred, George, me deben una chimeneaa- dijo tosiendo, mientras los abrazaba fuertemente. -Oh, vamos, solo se salieron un par de ladrillos...- repuso George sonriendo, mientras miraba de reojo la destruida chimenea- aproximadamente. -Bueno, porque decidieron venir hoy?- preguntó Holly incrédula. -No creerás que te pensabamos dejar con estos muggles verdad? Son despreciables...-susurró Fred, mirando a la desmayada con asco. -Iré a buscar mis cosas.- musitó la castaña, rompiendo el incómodo silencio que se había formado en esos 3 minutos. Subió silenciosamente las escaleras y con un movimiento de varita logró que sus escasas cosas quedaran acomodadas en su baúl, y con un simple Bahúl Locomotor, este se elevó en el aire y la siguió hasta la planta baja. -Y... Como se supone que llegaremos a La Madriguera?- preguntó Holly echando una ojeada al montón de ladrillos repartidos por el piso- No podemos usar los Polvos Flu por una razón obvia- remarcó la chica enarcando las cejas. -No te preocupes- respondió Fred con un tono alarmantemente despreocupado- Eso dejanoslo a nosotros. Holly miró preocupada por la ventana, ya que los gemelos le habían hecho una seña casi imperceptible hacia esta. Se sorprendió al ver un Ford Anglia color turquesa suspendido en el aire, que reposaba a cuatro metros de su casa. Su boca se curvó hasta formar una "O", y los pelirojos parecieron notar su incredulidad, porque le respondieron rapidamente: No te preocupes, sabemos manejarlo. Subieron hasta la habitación de Amber, la cual era la única que tenía una ventana, y salieron por ella. Ahí fue cuando la castaña se dio cuenta de que el auto no estaba vacío, sino que el hermano menor de los Weasley trataba en vano de acercar el Ford Anglia a la casa. Cuando lo logró, los tres se subieron al auto y George lo puso en marcha. Mientras Fred le daba algunas indicaciones a George, Holly conversaba con Ron. -Y... he oído que eres el mejor amigo de Harry Potter... es cierto?- preguntó la chica, que ya conocía la fama de ese chico con la cicatriz desde que tenía 5 años. Este año, ella cursaría su 5to año en Hogwarts, mientras que Harry cursaría su 3ro, al igual que Ron. -Si, no sabes las cosas increíbles que hizo... encontró la piedra filosofal, derrotó a un basilisco...- dijo Ron emocianodo, mientras le relataba con detalle como había logrado semejantes logros. Aunque Holly ya estaba enterada de todo eso, lo escuchó con detenimiento, ignorando a Fred que reía a carcajadas. Llegaron, y la castaña pudo admirar la hermosa casa que se alzaba en frente de ellos, a la que se le habían añadido varias habitaciones poco a poco, y estaba sostenida con ayuda de magia. Tenía cuatro o cinco chimeneas y en la puerta un letrero viejo y oxidado con el texto "La Madriguera". Entraron sigilosamente, pero utilizaron unas orejas extensibles que habían inventado los gemelos Weasley para escuchar si había alguien despierto, ya que el año pasado habían ido a buscar a Harry a su casa y cuando volvieron la Sra. Weasley los encontró metiendose a hurtadillas por la cocina. Cuando se aseguraron de que no había nadie, entraron a la cocina y Holly se ofreció a cocinar una tarta de calabaza. Los gemelos se miraron alterados. -Por Merlín, estamos todos condenados- exclamó George alterado. -Eh...Eh... yo... yo tomé un desayuno muy sustancioso -tartamudeó Fred- Quiero decir almuerzo. Un almuerzo que me llenó demasiado. No podría comer... -De acuerdo... Esta bien... Ordenaré un poco de comida muggle de ese local... como es que se llama? Mcnogalds?- dijo la chica riendo. Lo que cocinaba siempre terminaba quemado, y si lograba sobrevivir era un asco, pero le encantaba asustar a los pelirojos diciendo que lo haría. Luego de llamar y pedir un par de "hamburgresuas", como le decían los gemelos, le asignaron un cuarto a Holly. Como todos estaban repletos y no les entraba ni un bocado más, se fueron a dormir.
Posted on: Sun, 28 Jul 2013 23:46:47 +0000
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