2 Octubre 2013 Evangelio según San Mateo 18,1-5.10. En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: "¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?". Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: "Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos. El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí mismo. Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial. 1. Buena pregunta ¿quién es el más grande en el Reino de los Cielos?, una pregunta que bien valdría la pena hacerle nuevamente a Jesús, es que me siento tan bueno que creo que no hay nada que hacer nuevo cada día que amanece, a nadie le hago daño, como quien dice nos hemos dormido en nuestros laureles. Si Jesús nos contestara si yo soy el más grande en el Reino de los Cielos que me pudiera decir. Seguramente cuestionaría mí manera de vivir y ese cuestionamiento me ayudaría a dar nuevos esfuerzos por cambiar cada amanecer. 2. Jesús puso a un niño en medio de ellos, porque los niños están siempre entre nosotros y con nosotros, no sólo podemos enseñarlos y sino de ellos podemos aprender mucho. Son la imagen viva de la gracia y de la limpieza de la que goza Dios, gracia y limpieza a la que estamos llamados a vivir, a experimentar. 3. Jesús utiliza una palabra muy fuerte y muy firme “les aseguro”, no es broma está hablando muy en serio, no es un juego, hay necesidad de ser niño para poder ir a disfrutar de la alegría del Señor y ser el más grande. 4. Recibir a un niño, es decir a una persona sencilla, por grande que sea de edad, en el nombre de Jesús, me recibe a mí mismo. Jesús fue niño porque siempre manifestó su sencillez poniéndose al nivel de las personas con las que encontraba, así mimo supo siempre realizar la voluntad de su Padre Dios, supo recibir en su corazón al huérfano y a la viuda, al pobre y al rico, al intelectual y al sencillo, al andrajoso y al pordiosero, etc. 5. Hay un aviso de por medio < cuídense de despreciar…> . No hay momento alguno en que la persona esté sola, está siempre acompañada por aquel que llamamos el ángel de la guarda, del cual gozamos todas las personas, con mayor razón lo que estamos bautizados. Los ángeles son los grandes amigos de las personas y son quienes nos van orientando, junto con el Espíritu Santo, a ser mejores y a vivir en la autenticidad de los hijos de Dios. 6. El niño no es sólo y únicamente el que tiene una edad corta, sino aquella persona que está comenzando a crecer en la vida de fe, aquel que ignora muchas cosas (sobre todo perversiones), así como las personas que tienen un comportamiento bien educado y nosotros los escandalizamos con nuestras maneras de hablar, ser o pensar. Dejemos que nuestro ángel nos guié junto con el Espíritu Santo a hacer el bien y vivir bien. Sr. C. Uriel Sánchez
Posted on: Wed, 02 Oct 2013 02:48:06 +0000
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