25-08-13 Frente a la pantalla del ordenador, sin proyecto, sin pretérito que te imponga. Ya ni los insomnios sirven para inventar, inventarte asuntos para, al alba, urdirlos con palabras e implantarlos en la botella que naveguen por la cebernética confusa e infinita. Por si alguno los rescata: (Desde entonces, Solaz, Critilo-Andrenio, entre razón y emoción. Para gozar y para sufrir. Ya por los “Alpes canos”, hacia la Roma última, siempre con ansias de verdad, se ha confirmado que hay ideologías sin razón, gregarias, que matan la libertad) Decías ayer. Palabras encadenadas ¿para qué? ¿Qué de ese bote derivando las olas de la inmensidad borrascosa? ¿Qué eres en ese infinito mar, tú, salido de la tribu donde todos son, y nadie, al mismo tiempo? ¿Qué te crees? La libertad solitaria, la soledad de la libertad, la huída de la “gregariedad” donde el hato pasta el herbaje del común. Frente a la pantalla del ordenador, sin proyecto, sin pretérito que te imponga. ¿Qué te pasa? ¿Qué sucede, Silvano, que no encuentras las palabras, que no sabes abrazarlas, que te abracen que te cuenten, que te digan? ¿Qué te pasa? ¿Qué te pasa que te quedas a la orilla esperando que las musas que no llegan algo digan? ¿Qué te pasa que una pena se te hermana y a tu vera te acompaña? Una pena, tan humana, Tan querida y esperada. Una cruz en tu conciencia, que es de gozo, Paradoja. Frente a la pantalla del ordenador, sin proyecto, sin pretérito que te imponga. (Las musas que no llega. Cantiga LXXIV, Santa María salva de la muerte al pintor.
Posted on: Sun, 25 Aug 2013 06:32:13 +0000
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