438 TORÁ 1 REYES(1 MELAJIM) 19 HAFTARÁ Elías huye a Jorev - TopicsExpress



          

438 TORÁ 1 REYES(1 MELAJIM) 19 HAFTARÁ Elías huye a Jorev (Sinai) y allí escucha la Palabra de Yahweh 1Entonces Acab le contó a Jesabella todo lo que hizo Elías y todos los falsos profetas que exterminó a espada. 2Jesabella mandó un enviado a Elías, diciéndole: “Que eso mismo, y más, me hagan los dioses si mañana, a esta hora, no te hago lo mismo que tú les hiciste a ellos”. (O sea, Jesabella le juró a Elías que lo mataría). 3Cuando vio el peligro, Elías se levantó y se escapó para salvar su vida. Llegó a Beer Sheva, que está en territorio de Iehudá, y dejó allí a su asistente. (Elías escapó de la jurisdicción del reino de Israel hacia la de Iehudá). 4Entonces (para ocultarse aún más) se internó en el desierto una distancia de un día de caminata. Allí, fue y se sentó debajo de un enebro (tipo de arbusto) y pidió para sí la muerte: “¡Suficiente, Yahweh. Quítame la vida porque yo no soy mejor que mis ancestros (y no merezco vivir más que ellos)!”. 5Se acostó y se quedó dormido debajo del enebro. Y resulta que un ángel lo tocó y le dijo: “Levántate y come”. 6Él miró y vio que cerca de su cabeza había una torta horneada a las brasas y un jarro de agua. Comió, tomó y volvió a acostarse. 7El ángel de Yahweh volvió hacia él por segunda vez, lo tocó y le dijo: “Levántate y come (más), pues tienes un largo viaje por delante”. 8Se levantó, comió y tomó. Gracias a esa comida pudo caminar 40 días y 40 noches hasta el monte de Dios, Jorev (Sinaí). 9Al llegar allí entró en una cueva, donde pasó la noche. Resulta que se le reveló la palabra de Yahweh, que le dijo: “¿Qué haces aquí, Elías?” 10“He sido muy celoso en la causa de Yahweh, Dios de los Ejércitos”, respondió Elías, “porque los israelitas abandonaron Tu pacto, destruyeron Tus altares y mataron a espada a Tus profetas. Yo sólo he quedado, y pretenden quitarme la vida”. 11Entonces (la voz de Yahweh) le dijo: “Sal de la cueva y párate en el monte, ante Yahweh”. Resulta que Yahweh iba pasando y un viento fuerte y poderoso -que despedazaba las montañas y rompía las rocas- iba ante Yahweh. “Yahweh no está en el viento” (le dijo la voz a Elías). Y después del viento hubo un terremoto; “Yahweh no está en el terremoto”. 12Y después del terremoto hubo un fuego; “Yahweh no está en el fuego”. Y después del fuego hubo una voz apasible y suave. (Yahweh le demostró a Elías que no es la coerción la manera ideal de llegar a un semejante, sino la paciencia, la entrega y la serenidad. Allí sí esta Yahweh). 13Cuando Elías lo escuchó, se cubrió el rostro con su manto, salió y se paró a la entrada de la cueva. Y resulta que una voz (la voz de Yahweh) le dijo: “¿Qué haces aquí, Elías?”. 14“He sido muy celoso en la causa de Yahweh, Dios de los Ejércitos”, respondió Elías, “porque los israelitas abandonaron Tu pacto, destruyeron Tus altares y mataron a espada a Tus profetas. Yo sólo he quedado y pretenden quitarme la vida” (Yahweh le reformuló la pregunta porque no había quedado conforme con la severa respuesta de Elías contra sus hermanos. Pero Elías, en virtud de su malestar con los israelitas, reiteró su drástica y acusadora respuesta). 15Entonces Yahweh le dijo: “Anda, regresa por el camino que viniste, por el desierto de Damések (Damasco). Cuando llegues (a Damések), unge a Jazael como rey de Aram (Siria). 16Unge también a Iehú, hijo de Nimshí, como rey de Israel. Y a Eliseo hijo de Shafat, de la planicie de Mejolá, úngelo como profeta en lugar tuyo”. (Así, Yahweh demostró su disgusto con el sistema de la acusación y el enfrentamiento. Elías había acusado a sus hermanos israelitas y había pedido que fuesen castigados. Y Yahweh lo destituyó por eso). 17“Todo el que escape de la espada de Jazael, lo matará Iehú. Y todo el que escape de la espada de Iehú, lo matará Eliseo. (Después de haberle demostrado a Elías que se equivocó al haber acusado a sus semejantes, Yahweh le asegura a Elías que -en efecto- les dará su merecido a los transgresores. Pero no en base a las acusaciones de Elías, pues Yahweh no las requiere para proceder). 18“Dejaré con vida a 7000 israelitas: todas las rodillas que no se prosternaron ante el Báal (ídolo) y todas las bocas que no lo besaron”. 19Elías se fue de allí y encontró a Eliseo, hijo de Shafat, que estaba arando. Delante de Eliseo iban doce yuntas (de vacunos) y Eliseo iba con la última yunta. Elías fue hacia él y le arrojó su manto. (Las doce yuntas de vacunos simbolizan las doce tribus, a las que Eliseo haría retornar al servicio de Yahweh). 20Entonces, abandonando él los vacunos, corrió tras Elías y le dijo: “Por favor, permite que bese a mi padre y a mi madre y luego te seguiré”. “Anda, retorna”, le dijo Elías, “¿pues que te hice yo?” (Elías dejó entrever cierto rechazo a su colega. El servicio a Yahweh requiere dedicación absoluta, por eso Elías no vio bien que Eliseo fuera primero a despedirse de su familia. “Si no puedes abandonar a tu familia sin despedirte”, le dijo Elías, “no eres digno de ser mi sucesor”). 21Eliseo volvió, tomó la yunta (de vacunos), los sacrificó y cocinó la carne utilizando la madera del yugo (como leña), y le dio de comer a la gente. Luego fue tras Elías para servirle.
Posted on: Sat, 29 Jun 2013 06:00:38 +0000

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