7 DE NOVIEMBRE DE 1917 TRIUNFO LA GRAN REVOLUCIÓN - TopicsExpress



          

7 DE NOVIEMBRE DE 1917 TRIUNFO LA GRAN REVOLUCIÓN BOLCHEVIQUE (Fuente El Rincón del vago) Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, los deseos de grandes cambios sociales y políticos se extendieron por todo el mundo. Fue la revolución rusa de octubre de 1917 el acontecimiento que más profundamente respondió a tales deseos y mostró que la experiencia de un nuevo régimen y una nueva sociedad eran posibles. Lo que estaba en la URSS se convirtió en la esperanza de muchos revolucionarios de todo el mundo y ofreció un camino de desarrollo alternativo muy distinto al del capitalismo liberal. El Imperio ruso era gobernado autocráticamente por los zares, y durante la 1ª mitad del S. XIX permanece ajeno a los cambios económicos y sociales de la revolución industrial. Es un país de base rural, la mayoría siervos. Los zares concentraban todos los poderes, decretaban las leyes, designaban ministros y tenian autoridad religiosa. A diferencia de los monarcas occidentales, el zar no tenia limitaciones parlamentarias o constitucionales, gobernaba con ayuda de la policía política (Ochrana) y una compleja burocracia. El régimen zarista era autocrático, es decir, absolutista. No había una Constitución. Las leyes eran cartas otorgadas por el zar. El poder del zar era de origen divino. Este poder se apoyaba coercitivamente en la temida y eficiente policía política, la Ojrana y también, en el ejército. Y, espiritualmente, en la influencia conservadora que la Iglesia ortodoxa ejercía en el campo y en la enseñanza. La administración central y local estaba en manos del Gobierno y de la nobleza. Existía un Gobierno y un Consejo de Estado. En 1914 llegó la 1ª Guerra Mundial, que trajo muertes y hambre a Rusia. Cuando en el verano de 1914 el zar, al igual que el resto de las potencias europeas, movilizaba sus tropas, pocos podían prever que se iniciaba una guerra generalizada, larga y de consecuencias imprevisibles. El descontento creciente se manifestó en el invierno de 1916-1917 con la extensión de una oleada de huelgas. Aumentaba el tono de las críticas de la Duma. La revuelta comenzó en febrero en Petrogrado. En estas circunstancias apareció Lenin, cuya interpretación de los acontecimientos ocurridos en Rusia desde febrero impondría un giro en la evolución política. Supo canalizar el descontento de los campesinos, de los soldados y de los obreros y orientarlo hacia el establecimiento de un Estado obrero, que sustituyó al Estado burgués previsto por la Asamblea Constituyente nacida del golpe de febrero. La claridad y audacia de las ideas de Lenin distaban mucho de ser aceptadas por los soviets, que estaban dominados por mencheviques y socialistas revolucionarios. Pero los bolcheviques organizaron la resistencia: movilizaron la milicia (la Guardia Roja) e interrumpieron las comunicaciones que debían anunciar al resto del país la caída de la ciudad. Kornilov tuvo que desistir y se convertiría en uno de los principales cabecillas de la contrarrevolución, que con el apoyo de la Entente trataría más delante de derrotar a los bolcheviques. El día 7 (20) de octubre, Lenin regresó clandestinamente a Petrogrado y en la reunión de los dirigentes del partido bolchevique logró, con el apoyo de Trotski y Stalin, imponer su tesis de que era urgente organizar insurrección armada antes de que las tropas alemanas conquistasen Petrogrado. La opinión contraria fue defendida por Kamenev y Zinoniev. La fecha límite era el 25 de octubre (7 de noviembre), día en que estaba prevista la reunión del II Congreso Panruso de los Soviets. En la noche del 24 al 25 de octubre (6 a 7 de noviembre) las partidas armadas de los bolcheviques ocuparon los centros neurálgicos de Petrogrado: las comunicaciones, los transportes y la administración. Tan solo resistió el Palacio de Invierno, en él se hallaba reunido el gobierno, con la excepción del presidente. Finalmente cayó al día siguiente. El II Congreso de los Soviets respaldó la sublevación bolchevique. En la última sesión del Congreso se eligió un gobierno obrero y campesino de comisarios del pueblo. Estaba compuesto sólo por bolcheviques, el grupo que había dirigido la revuelta armada. Lo presidía Lenin, y Trotski fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores. Un casi desconocido Stalin se convertiría en el comisario para las nacionalidades. Inmediatamente, se abordaron los problemas cruciales mediante la población de una serie de decretos que satisfacían las ilusiones de la población. Un primer decreto declaraba la firma inmediata de un armisticio que abriera paso a la apertura de conversaciones para establecer una paz justa. Otro decreto sobre la tierra daba satisfacción a las reivindicaciones de los campesinos pobres, que en realidad se remitía a una posterior legislación. Diversos decretos sobre las empresas industriales y de servicios establecían también un tratamiento diferente para los grandes negocios y para la pequeña y mediana empresa. En cuanto a los primeros pasaron a ser propiedad del Estado, al que también correspondería el control del comercio exterior. Los propietarios estaban obligados a acatar las decisiones tomadas por los comités obreros en relación con la fabricación, conservación o distribución de materias primas y productos elaborados. Se consideraba a las diferentes nacionalidades que componían el Imperio ruso en pie de igualdad.
Posted on: Thu, 07 Nov 2013 08:42:30 +0000

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