A NOSOTROS SE NOS OLVIDA QUE ESTAMOS EN UNA GUERRA 13 julio, 2013 - TopicsExpress



          

A NOSOTROS SE NOS OLVIDA QUE ESTAMOS EN UNA GUERRA 13 julio, 2013 Épale CCS/ Entrevista 13/07/13.- Lo primero —o lo segundo, o lo tercero— que me dijo Samán al entrar en su oficina, en el piso cinco del edificio sede del Indepabis en el Centro Comercial Los Cedros, fue que quitó, por segunda vez, el cuadro de la pared “por lo que este representaba: era una muy buena pintura del latifundio, la forma de explotación más cruel”. Samán I quitó el cuadro y botó al tipo que hace poco agarraron extorsionando en el estado Sucre, y Samán II hizo exactamente lo mismo. Y al tipo lo volvieron a meter por recomendación de un diputado, un diputado mamagüevo. Por si acaso, lo que dijo Samán va entre comillas. Entonces, el insulto al honorable diputado “recomiendacorruptos” va por mi cuenta. En el escritorio, Samán tiene una carpeta con un resumen de las noticias de medios impresos y los que están en internet. —¿EL MONITOREO DE LA PRENSA ES… RELIGIOSO? —Sí. Dentro de la estrategia está la inteligencia, entendida esta como la recepción y el procesamiento de información. Eso incluye las denuncias que llegan por el 0-800 RECLAMA. Con el monitoreo de la prensa uno puede predecir si un producto va a desaparecer o no. En 2008-2009 nosotros pudimos detectar, debido al incremento de la noticia, la crisis con el café que derivó en la adquisición forzosa de Fama de América. ¿Tú no ves que nunca desaparecen en todos los estados todos los productos? Son crisis planificadas. Se turnan, desaparece aquí el azúcar, desaparece allá el café, se van turnando, de manera que el descontento sea permanente. El azúcar se asocia con alguna emoción, con algún sentimiento. La leche con la angustia, ya que la usan principalmente los niños. Con el café es la rabia, porque el café es adictivo, entonces tú no tomas café y sales con mal humor de tu casa. Estas fallas se producen porque estamos en una guerra, hay una arremetida contra el proceso revolucionario. —A NOSOTROS SE NOS OLVIDA QUE ESTAMOS EN UNA GUERRA —Se nos olvida que hay una clase, la alta burguesía, que no quiere al proceso revolucionario porque no estamos acoplados a sus intereses. Tratan de derrocarnos de cualquier forma, desde un golpe de Estado, usan el descontento, no descartan ninguna forma de derrocar la revolución. Se nos olvida que estamos en una guerra, que hay intereses contrapuestos. Sobre todo a la clase media se le olvida que su enemigo de clase es la alta burguesía y no el gobierno popular de Nicolás Maduro. Eso se olvida porque, claro, los mecanismos que han usado son muy sofisticados: la comunicación. Imagínate que te explotan y encima tú le agradeces al explotador que te esté explotando. Usan sistemas sofisticados de propaganda que hacen que la gente sea explotada y agradezca a su explotador que la explote y, encima, la maltrate. Y el agradecimiento es porque le da trabajo. “Es el que me da de comer” y no miran que son ellos los que dan de comer al patrón. Son los trabajadores y trabajadoras quienes no solamente le dan de comer, sino también sus lujos. Y como sus lujos son en dólares ilegales, ellos calculan sus ganancias en dólares ilegales. Y no se conforman con ganancias razonables sino desproporcionadas. Samán sigue dando ejemplos de explotación y, aunque fue ameno, si escribo todo se pone ladilla de leer. Me brinda un té con muchísimo jengibre que me raspó la garganta, pero no dije nada porque el hombre se lo tomó como si fuese agua. También había pistachos y merey. Él hablaba y yo amortiguaba porque, como el trabajo va primero y toda esa paja, no había almorzado. “A través del chantaje: si no le aceptas el precio que ellos quieren, con las ganancias que ellos quieren, calculadas al dólar que ellos quieren, entonces te provocan un desabastecimiento, y un desabastecimiento que está exacerbado por los medios de comunicación, que también son de ellos”. ¡El coño de su madre! Samán nació en la Maternidad Concepción Palacios. Como buen hijo de árabes fue “marchante”, aunque su primer trabajo fue de cauchero. En Catia, en Propatria, Casalta III y el 23 de Enero iba de casa en casa vendiendo a crédito sábanas, cubrecamas, zapatos y luego pasaba cobrando, antes de entrar en la universidad. Tenían un código, porque la mayoría de la gente pagaba pero algunos, muy pocos, eran mala paga. Ellos ponían entonces una marca al lado de la puerta de los mala paga, para que los otros marchantes no vendieran nada en esa casa. Ahorita sus padres están en Siria, atrapados allá. “Están atrapados porque hay una situación de guerra, hay una agresión hacia ese país por parte de las potencias. Un país que no se arrodilló al imperio y, entonces, financian mercenarios con armas y dinero. Un país que tenía un auge económico importante, una moneda sólida, con un presidente joven, médico, nacionalista y que quiere a su pueblo”. Llegaron el fotógrafo y su esposa. Más pistacho y merey y cosas de esas. Samán sabe que jode de luz, “de ondas electromagnéticas” y de computación. Por lo de la luz, le sugiere al fotógrafo algunas tomas, y por lo de computación fue que se acercó al mundo de la comunicación. Se acaba de ganar el premio Aníbal Nazoa por su programa de radio, Arsenal terapéutico. Entró a la universidad porque lo de marchante no iba con él. No fue fácil. Hizo huelga de hambre —de las de verdad— en el Comité de Bachilleres sin Cupo para poder ingresar. Lindísimos integrantes del Club de las Manitas Blancas, sepan que aquí había un comité que se llamaba así, un comité con una historia interesante para contarla, después. Allí, frente al rectorado, haciendo pancartas, una muchacha con otro nivel político empezó a hablarle y a generarle conciencia, a que se hiciera preguntas. Antes, Samán pensaba que ser rico o pobre era asunto del azar. Luego se hizo experto en discursos en los San Ruperto (autobuses, manitas blancas). Samán me contó bastante de su vida. No alcanza el espacio. Para resumir, y antes de decir “pare usted de contar”, ingresó en enero de 1983 en la Facultad de Farmacia, hizo un curso de ruso y tomaba café que vendían carajitos a las cinco de la mañana. Ahora, no hay niños vendiendo café. Culpa de Chávez. Le pido que me hable del Comandante. Y ¡qué carajo!, nos dieron ganas de llorar. “El presidente no hacía nada sin dejar una enseñanza. Las cosas las hacía a propósito para que aprendiéramos. Las reuniones eran clases. Yo trato de imitar esa actitud en las reuniones con los directores, trato de transmitir lo que yo sé para que ellos aprendan, como hacía Chávez. Era un maestro innato, de lo cotidiano. Yo salí del gobierno, pues. Al principio fue como un alivio, por estar sometido a tanta presión, tanto trabajo, uno dice: ‘De la que me salvé’. Pero después te das cuenta de que no te salvaste de nada, todo eso te está afectando a ti también. Yo nunca acepté que el Presidente estaba enfermo. El tema de Chávez… yo hubiese querido hablar con el Presidente antes, hubiese querido disculparme, hablar con él, tomarme un café. Chávez es como un papá. Un revolucionario verdadero y radical. Nunca, en privado, se dirigió a un ministro de manera despótica. Siempre respetuoso. Chávez es una persona maravillosa. Hay que tratar que estén vivas sus ideas”. POR GUSTAVO MÉRIDA ojopelao/las-raices-firmes-de-eduardo-saman/
Posted on: Mon, 15 Jul 2013 02:49:44 +0000

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