¡A marchar con nuestros recibos en la mano! Acabo de leer (por - TopicsExpress



          

¡A marchar con nuestros recibos en la mano! Acabo de leer (por segunda vez) la pestilente e insultante runfla de mentiras que nuestras bienaventuradas excelencias mandaron publicar en la página oficial del poder judicial. Semejante insistencia en reiterar cual mantra el mismo amarillismo, una y otra vez, recuerda la entereza trágica de un personaje sofócleo. Uno de los más conocidos pasajes de la Antigona es aquél en el cual Tiresias le recrimina al rey Creonte que “La ciudad sufre estas cosas a causa de tu decisión. En efecto, nuestros altares públicos y privados, todos ellos, están infectados por el pasto obtenido por aves y perros del desgraciado hijo de Edipo que yace muerto. Y, por ello, los dioses no aceptan ya de nosotros súplicas en los sacrificios, ni fuego consumiendo muslos de víctimas; y los pájaros no hacen resonar ya sus cantos favorables por haber devorado grasa de sangre de un cadáver”. El servicio de justicia, ni más ni menos de uno de los poderes constituidos del estado, se encuentra paralizado de nuevo gracias al obsceno deseo de vuestras excelencias de enriquecerse a costa de una pauperización constante de los trabajadores. Una vez más cantidades de judiciales se vieron en la obligación de tener que recorrer a pie la carpeta asfáltica en vez de brindar a la ciudadanía su derecho acceder a la jurisdicción. Una vez más la gestión del ministerio del trabajo provincial se ha visto burlada por la mala fe del TSJ; una vez más la patronal ha demostrado que no le importa ninguna advertencia, ninguna señal, ninguna instancia… ellos, siendo siete veces Creonte, no quieren ceder un ápice en su pervertida política salarial. Si para conseguirlo se tiene que hundir en una miasma todo un poder del estado, ¡pues que se hunda!. La única diferencia entre Creonte y los siete veneralbes radica en la cobardía de estos últimos: no tienen el atrevimiento de manifestar públicamente su nivel de depravación, por lo que se escudan en la gastada falacia de los $ 19.000 para un meritorio. Quieren hacer creer a la “opinión pública” que nosotros buscamos quedarnos con las arcas públicas. Hay que desbaratar, de una vez por todas, la estatuaria de sal. Una vez Moisés Naim –pensando en Venezuela- elaboró el famoso silogismo “El país es rico, yo soy pobre, luego alguien se robó mi dinero”. En clave de lucha judicial, nosotros debemos reelaborarlo en una forma parecida a la que sigue “hay salarios altísimos dentro del poder judicial, el mío es una miseria, luego alguien se está quedando con mi dinero”. ¿Cómo podemos lograrlo? Para mí es fácil. Este lunes, todos los judiciales debemos marchar y concentrarnos en frente del patio olmos. Como ello generará un caos de tránsito, las cámaras sin dudas se harán presentes. ES ALLÍ CUANDO TODOS Y CADA UNO DE LOS QUE MARCHEMOS DEBEMOS MOSTRAR A LAS CÁMARAS NUESTROS RECIBOS DE SUELDO. Así, luego de que las pantallas de televisión muestren a la sociedad cuánto gana un meritorio o un auxiliar, DEBEMOS INSTAR A ESOS MISMOS MEDIOS A QUE FILMEN LOS RECIBOS DE SUELDO DE LOS VOCALES DEL TSJ. Ellos son funcionarios, y en cuanto tales deben dar cabal cumplimiento al principio republicano de gobierno. Les aseguro que con tan poco como un par de horas en el olmos y un poco de celulosa, TODO EL APARATO PROPAGANDÍSTICO DEL TSJ SE LE VOLVERÁ EN CONTRA.
Posted on: Sat, 21 Sep 2013 04:05:31 +0000

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