A petición de mi querido amigo Angel Sermeño Quezada, les comparto mis comentarios sobre la película “Hannah Arendt” (Margarethe von Trotta, Alemania, 2012). Sé que varias amistades de facebook ya la vieron Celina Fernandez, Abraham Becerra, Becka Taboada Garcia, Mariatzell Maldonado Martinez, Anicca Nicte Ha y seguramente más. Me interesan sus opiniones. (Y de quienes no la han visto también, ¿por qué no?) El filme trata de un episodio polémico en la vida de Arendt: el reportaje que publicó en The New Yorker sobre el juicio que se le hizo a Adolf Eichmann (un alto funcionario nazi) en Jerusalem (en 1961). Dos fueron las principales causas de la polémica: 1) su afirmación de que Eichmann no era un monstruo sino un ser humano normal (de ahí su famoso concepto de “la banalidad del mal”), y 2) su denuncia de la cooperación de líderes judíos con los nazis durante el Holocausto. La película es de muy buena manufactura. Despierta el interés del espectador por Hannah Arendt (por sus ideas y su personalidad). Las actuaciones son de primer nivel, sobre todo la de Bárbara Sukowa (quien interpreta a la filósofa alemana). El uso de material audiovisual de archivo del juicio a Eichmann le da fuerza y credibilidad a la movie. El retrato de Arendt es bastante fidedigno (se ve que la directora estudió en serio a su personaje). Así me la imaginaba: valiente, de carácter firme, femenina, pensadora de tiempo completo, fumadora compulsiva, con un enorme aprecio por sus amistades. Lo que no me gustó de la peli: por momentos demasiado informativa, la temática se dispersa un poco y se ladea mucho a favor de Arendt en la polémica. Creo que los 3 defectos tienen un mismo origen: que la directora (von Trotta) se enamoró por completo de ella. Me explico. El tema central de la película es la furiosa independencia intelectual y el compromiso irreductible con la verdad de Hannah Arendt. Hay aspectos biográficos que sobran, a mi juicio, porque no se vinculan directamente con el tema principal, por ejemplo su historia de amor con Heidegger, el matrimonio “abierto” que tenía con Heinrich Blücher, o esa reflexión abstracta sobre el “mal radical”. Y ya durante la controversia, considero que von Trotta pudo presentar críticas más sólidas de la postura arendtiana. Por ejemplo, la del pensador inglés Isaiah Berlin: “En una situación tan extrema, ningún acto de las víctimas [mal que le pese a Miss Arendt] puede ser condenado. Sea lo que sea que hagan, debe considerarse plenamente justificado. Es inexpresable arrogancia por parte de los que nunca se han visto en situación tan espantosa el juzgar las decisiones y actos de los que sí han estado. El elogio y la acusación están fuera de lugar; las categorías morales normales no son aplicables.” O la del intelectual judío Gershom Scholem: “Lo que le reprocho a su libro en su insensibilidad, es el tono a menudo casi sarcástico y malicioso que usa para tratar estos temas que afectan a nuestra vida en sus puntos más sensibles.” Últimos apuntes. El tratamiento que le dan a Hans Jonas (filósofo amigo de Arendt, y también discípulo de Heidegger) no me pareció el adecuado. Quedó la impresión de que él rompió con Arendt por la polémica. Para nada, siguió siendo su amigo el resto de la vida. De hecho, en el funeral de Arendt, él pronunció un discurso que terminó con las siguientes palabras: “Sin tu calor el mundo es helado. Nosotros trataremos de serte fieles.” Y hay una grave omisión en la película: Karl Jaspers (quien asesoró su tesis de doctorado y fue su gran amigo y confidente). Durante la escritura del reportaje sobre Eichmann, y a lo largo de la controversia, Jaspers estuvo apoyando a su antigua discípula. Por último, en la escena final, se narra que “Arendt continuó estudiando el tema del mal”. Más bien, a raíz del conflicto, ella dio un giro a sus preocupaciones intelectuales: de examinar la política (vida activa) se pasó a la filosofía (vida contemplativa). Escribió dos ensayos: “Verdad y política” y “El pensar y las reflexiones morales”, y empezó a escribir el libro “La vida del espíritu” que no pudo concluir por su fallecimiento. Yo hubiera terminado la película con una narrativa distinta que enfatizara la importancia que ella le concedió en adelante a los temas de “el pensar” y de “la verdad”. Y con la siguiente cita: “la verdad es el espacio en el que estamos y el cielo que se extiende sobre nuestras cabezas.”
Posted on: Wed, 28 Aug 2013 18:02:10 +0000
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