A veces no oro con palabras. Tomo mi corazón en mis dos manos, Y lo alzo hacia el Señor … … Yo se que Él me entiende. A veces no oro con palabras. Mi espíritu se postra a Sus pies, Y con Su mano sobre mi cabeza, Nos comunicamos en dulce silencio. A veces no oro con palabras. Pues estoy cansada y deseo reposar, Y mi corazón encuentra todo lo que anhela, Reposando sobre el gentil regazo de mi Salvador. Si has orado mucho y aun no recibes la respuesta a tus peticiones y sientes como si los Cielos están cerrados y Él se ha hecho el sordo a tus ruegos y oraciones, recuerda esto: Ninguna oración sincera a nuestro Padre Celestial ha sido ignorada o no ha sido respondida. Pero también es verdad que Dios tiene Su tiempo para el cumplimiento de Su propósito. Él sabe lo que es mejor para Sus hijos y a veces usa formas extrañas para disciplinarnos y enseñarnos y eso lleva tiempo.
Posted on: Fri, 18 Oct 2013 01:14:31 +0000