A veces resuenan una y otra vez unas palabras que nos invitan a la reflexión personal, debemos recordar que solo estamos de paso, que nuestro tiempo es limitado, también lo son nuestras acciones, ante todo, me declarare persona sin pretensiones, que no busca glorias, ni reconocimientos…también que como única pretensión es la de ayudar en la medida de lo posible a quien lo pudiese necesitar, como persona valgo poco, con una salud inestable y unos problemas que vienen de lejos… pero también me declaro útil, comprometido con la justicia social y en particular con las personas con discapacidad, porque antes de cualquier cosa soy persona y como tal con sentimientos. Vivimos en un tiempo en que en la vida vale poco, se reivindica el individualismo, se olvida a los que sufren, nos obligan a callar, a comulgar con ruedas de molino, nos impiden manifestar la fe en el género humano “calladitos estamos más guapos”. Si se dice alguna cosa “que moleste” públicamente, se desautoriza, se calumnia a la persona, aunque lo dicho este lleno de sentido común, molesta mucho, a los que tienen el poder y a los pretendientes a él, que carecen de alternativas viables. Se menosprecia únicamente porque lo dice quien lo dice, como si nosotros no tuviésemos derecho a decir lo que pensamos. Por mucho que les incomode, no se debe bajar la guardia. En todo caso, aguardar agazapados los acontecimientos venideros…El tiempo nos enseñará lo que conviene decir y a quien reclamarle por las falacias vertidas, por esas falsas difamaciones con las que pretenden disfrazar la realidad. Al respecto, la verdad habita en las personas de bien, les inspira en todo aquello que han de decir, no se dejan manipular tan fácilmente, aunque en ocasiones se llega a dudar de la verdad. Los ataques de los que somos objeto, tienen un mismo denominador común pero con una gravedad distinta, porque no es lo mismo hablar mal de alguien, que atacarle personalmente con injurias o sacar “trapos sucios” que no vienen al caso. Por lo que se refiere a perdonar a los “mentirosos profesionales” es necesario un cambio de actitud, de su motivación… que pida perdón públicamente, rectifique y enmiende el daño en la medida de lo humanamente posible. Si no hay arrepentimiento, el perdón es imposible, el dialogo estará roto, y será sumamente dificultoso enlazar otro puente con estas personas, pero una vez descubierta su mentira, será sin dudarlo será su fin.
Posted on: Sat, 19 Oct 2013 10:29:02 +0000
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