ACUMULADORA (Borrador) Soy una acumuladora. Todo lo que me gusta - TopicsExpress



          

ACUMULADORA (Borrador) Soy una acumuladora. Todo lo que me gusta lo acumulo. El 80% de todo eso está escrito en mi cerebro. Acumulo nombres raros, amigos peculiares, rutas (porque no tengo la capacidad de recordar direcciones), acumulo miradas cruzadas en fracciones de segundo. Acumulo canciones tras canciones, de todo tipo, mezcladas por mi DJ cerebral, a veces alguna melodía antigua regresa voraz y me hace perder el equilibrio. Literalmente. El domingo recordé “Angie” y fue como si me hubieran pasado 10 000 voltios; me caí en la acera, moretón en el poto. Eso también lo acumulo: moretones en las nalgas, ya que me parecen más efectivas las inyecciones que las pastillas. He perdido la fobia por el placer. Siempre sucede. No es que me guste que me vayan intubando la carne por ahí, sólo que para padecimientos basta con mis ideas. Amarillas, marrones, castañas, las tengo de todos los colores. Tengo como diez huellas de esas guerras. Sí, ha sido bélico para esos bichos que planificaron carcomer mi endeble cuerpo encontrarse con una superpotente dosis de barbitúricos lo cual los ha llevado a una muerte segura en menos de tres días, en el peor de los casos. Mi cuerpo se recompone, entonces, como un campo de batalla al que se le vuelve a dar utilidad, como una película de Fellini. Acumulo razones, excusas, boletos de microbús. Cuando mis amigos estaban en Lima usaba estos boletos para escribir o dibujar algo atrás. No sé si alguno conservara uno de ellos. También los uso para hacer collages. Si vieran lo lindos que quedan los boletos urbanos de El Chama como un plumaje de gallo que se agita con el viento si lo dejas al aire libre. Sólo tienes que pegar las puntas y seguir el orden del plumaje natural de un ave. Lástima que aquí esas cosas nunca duran mucho porque piensan que son artes demoniacas. Acumulo colores, plumones, temperas, crayolas, tizas de pizarra o del sastre (quien me regala color lila), un lápiz de carbón es indispensable, casi vital; en fin, cualquier tinglado que sirva para definir y/o colorear, hasta el carbón me sirve y siempre procuro tener un fragmento por ahí, tiene que estar escondido para que no lo boten. Acumulo juguetes; míos, alguno que lo he visto pasando mala vida en casa de alguien, algunos que me regalan antes de botarlos. Acumulo lugares, situaciones, circunstancias (que no es lo mismo), conversaciones mías, de libros o películas, alguna ropa curiosa que luego preguntarás “pero de dónde sacaste eso” y, textualmente, será “de por ahí”. Acumulo recuerdos tristes, nostalgias y gritos de jíbaros, pero no rebusco en ellos. Son una ruma que he dejado lejos, en una pampa, circundada por púas y cerco eléctrico. Acumulo películas, libros, dibujos de mis primos chiquitos, algunas revistas de chistes, palitos, servilletas, envolturas de dulces que me compran mis amigos y tengo un sachet personal de mostaza de hace no sé cuántos años en mi mochila. Tantos, que lo he elevado a la santificación puesto que un día ante un libro -mientras la apretaba- pensé: “Ay, sachetcito de mostaza, que cueste tanto como lo que tengo en el bolsillo”. Acumulo tardes cualquiera como si fueran de domingo, pensando si me sucederá como a Felipe que de un niño cobardón pasó, según la carta de Mafalda, a concretar su sueño en La Habana. Ojalá que cuando mi sueño ya no sea un sueño acumulado, cuando Campanita pueda verte antes que termine de caérsele la pintura de los ojos, nos demos cuenta que tu sueño estaba irremediablemente destinado a cruzarse con el mío, como los hombres de la portada del “Wish you were here”. No deberías asustarte porque asumiré el papel de la autocombustión, si es necesario…aunque, de cualquier forma, siempre deberías estar preparado para correr.
Posted on: Wed, 10 Jul 2013 19:09:11 +0000

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