ADVERTENCIAS SOBRE LOS SACRIFICIOS 13 Como hemos visto, la Biblia - TopicsExpress



          

ADVERTENCIAS SOBRE LOS SACRIFICIOS 13 Como hemos visto, la Biblia indica que Jehová aprobaba las ofrendas prescritas por la Ley únicamente si se hacían con el espíritu y la actitud que él pedía. De hecho, contiene ejemplos de sacrificios que Dios rechazó. Repasemos dos de ellos y notemos por qué no fueron aceptados. 14 El profeta Samuel le señaló al rey Saúl que había llegado el momento de ejecutar la sentencia divina contra los amalequitas: tenía que exterminarlos tanto a ellos como a sus rebaños. Sin embargo, una vez que los derrotó, permitió que sus soldados conservaran con vida a Agag, el rey de Amaleq. Y lo mismo hizo con los mejores animales del rebaño, argumentando que podía sacrificárselos a Jehová (1 Sam. 15:2, 3, 21). Pero ¿cómo se sintió Dios? Le indignó tanto la desobediencia de Saúl que lo destituyó de su cargo (léase 1 Samuel 15:22, 23). De este pasaje extraemos la siguiente lección: si no obedecemos a Jehová, él no aceptará nuestros sacrificios. 15 Encontramos un ejemplo parecido en el libro de Isaías. En tiempos del profeta, muchos israelitas cumplían con sus sacrificios pero vivían entregados al pecado. Su mala conducta demostraba que sus sacrificios eran puramente mecánicos; así que carecían de valor. Por eso, Jehová les dijo: “¿De qué provecho me es la multitud de sus sacrificios? [...] Suficiente he tenido ya de holocaustos de carneros y de la grasa de animales bien alimentados; y en la sangre de toros jóvenes y corderos y machos cabríos no me he deleitado. [...] Cesen de traer más ofrendas de grano que nada valen. El incienso... me es algo detestable”. Además, Dios les dejó muy claro cuál era el problema al señalarles: “Aunque hagan muchas oraciones, no escucho; sus mismas manos se han llenado de derramamiento de sangre. Lávense; límpiense; quiten la maldad de sus tratos de enfrente de mis ojos; cesen de hacer lo malo” (Isa. 1:11-16). 16 Jehová detestaba los sacrificios de quienes violaban sus normas sin mostrar ningún arrepentimiento. Pero aceptaba con gusto las oraciones y ofrendas de quienes se esforzaban de corazón por cumplir sus mandatos. Gracias a la armazón de la Ley, aquellos fieles comprendían que eran pecadores y necesitaban conseguir el perdón de Dios (Gál. 3:19). Les dolía haberlo ofendido con su conducta. Nosotros también debemos reconocer hoy que necesitamos el sacrificio de Cristo, el cual puede expiar por completo nuestros pecados. Si apreciamos este hecho, Jehová aceptará con deleite todo lo que le ofrezcamos en su servicio (léase Salmo 51:17, 19).
Posted on: Wed, 17 Jul 2013 16:58:41 +0000

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