AGOSTO 28 -------------- Job 28-30:31; 2 Corintios 2:12-17; Salmos - TopicsExpress



          

AGOSTO 28 -------------- Job 28-30:31; 2 Corintios 2:12-17; Salmos 42:1-11; Proverbios 22:7 -------------- Job 28-30:31 Reina-Valera 1995 (RVR1995) Elogio de la sabiduría 28 »Ciertamente la plata tiene sus criaderos, y el oro, lugar donde se refina. 2 El hierro se saca del polvo y de la piedra se funde el cobre. 3 Los hombres ponen término a las tinieblas, lo examinan todo perfectamente, hasta las piedras que hay en oscuridad y en sombra de muerte. 4 Abren minas lejos de lo habitado, en lugares olvidados donde nadie pone el pie. Allí están suspendidos, balanceándose lejos de los demás hombres. 5 De la tierra proviene el pan, pero en su interior está como convertida en fuego, 6 y en ella hay lugar donde las piedras son zafiro y el polvo es de oro. 7 Es una senda que nunca la conoció ave ni ojo de buitre la vio; 8 que nunca la pisaron animales fieros ni león pasó por ella. 9 El hombre pone su mano en el pedernal y trastorna de raíz los montes. 10 En los peñascos abre corrientes de aguas, y sus ojos ven todo lo preciado. 11 Detiene los ríos en su nacimiento y saca a la luz lo escondido. 12 »Mas, ¿dónde se halla la sabiduría? ¿Dónde se encuentra el lugar de la inteligencia? 13 No conoce su valor el hombre, ni se halla en la tierra de los seres vivientes. 14 El abismo dice: “No está en mí”, y dice el mar: “Tampoco está conmigo.” 15 No se dará a cambio de oro ni su precio será a peso de plata. 16 No puede ser pagada con oro de Ofir, con ónice precioso ni con zafiro. 17 No se le pueden comparar el oro ni el diamante, ni se la cambiará por alhajas de oro fino. 18 ¿Y qué decir del coral o de las perlas? ¡La sabiduría vale más que las piedras preciosas! 19 No se iguala con ella el topacio de Etiopía, ni puede pagarse con oro fino. 20 »¿De dónde, pues, procede la sabiduría y dónde se encuentra el lugar de la inteligencia? 21 ¡Encubierta está a los ojos de todo viviente, y a toda ave del cielo le es oculta! 22 El Abadón y la muerte dicen: “Su fama ha llegado hasta nuestros oídos.” 23 »Dios es quien conoce el camino de ella y sabe dónde está su lugar, 24 porque él observa hasta los confines de la tierra y ve cuanto hay bajo los cielos. 25 Al darle peso al viento y fijar la medida de las aguas; 26 al darle ley a la lluvia y camino al relámpago de los truenos, 27 ya entonces la vio él y la puso de manifiesto, la preparó y también la escudriñó. 28 Y dijo al hombre: “El temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia.”» Job evoca su dicha anterior y el respeto que merecía 29 Volvió Job a reanudar su discurso y dijo: 2 «¡Quién me volviera como en los meses pasados, como en los días en que Dios me guardaba, 3 cuando sobre mi cabeza hacía resplandecer su lámpara y a su luz caminaba yo en la oscuridad! 4 ¡Así fue en los días de mi juventud, cuando el favor de Dios protegía mi morada; 5 cuando aún estaba conmigo el Omnipotente y mis hijos me rodeaban; 6 cuando yo lavaba mis pies con leche y la piedra me derramaba ríos de aceite! 7 Entonces yo salía a la puerta, a juicio, y en la plaza hacía preparar mi asiento. 8 Al verme, los jóvenes se escondían, los ancianos se levantaban y permanecían en pie, 9 los príncipes dejaban de hablar y se tapaban la boca con la mano, 10 y la voz de los principales se apagaba y se les pegaba la lengua al paladar. 11 Entonces los que me oían me llamaban bienaventurado, y los que me veían testimoniaban a favor mío, 12 porque yo libraba al pobre que clamaba y al huérfano que carecía de ayudador. 13 La bendición venía sobre mí del que estaba a punto de perderse, y al corazón de la viuda yo procuraba alegría. 14 Iba yo vestido de justicia, cubierto con ella; como manto y diadema era mi rectitud. 15 Yo era ojos para el ciego, pies para el cojo 16 y padre para los necesitados. De la causa que no entendía, me informaba con diligencia; 17 y quebrantaba los colmillos del inicuo; de sus dientes le hacía soltar la presa. 18 Decía yo: “En mi nido moriré. Como arena multiplicaré mis días.” 19 Mi raíz estaba abierta junto a las aguas, en mis ramas permanecía el rocío, 20 mi honra se renovaba en mí y mi arco se fortalecía en mi mano. 21 »Los que me escuchaban, esperaban callados mi consejo; 22 tras mi palabra no replicaban, pues mi razón destilaba sobre ellos. 23 Me esperaban como a la lluvia; abrían su boca como a la lluvia tardía. 24 Si me reía con ellos, no se lo creían; pero no dejaban que se apagara la luz de mi rostro. 25 Yo les indicaba su camino y me sentaba entre ellos como el jefe. Vivía como un rey en medio de su ejército, o como el que consuela a los que lloran. Job lamenta su desdicha presente 30 »Pero ahora se ríen de mí los más jóvenes que yo, a cuyos padres yo desdeñaba poner junto a los perros de mi ganado, 2 pues ¿de qué me hubiera servido ni aun la fuerza de sus manos, si no tienen fuerza alguna? 3 A causa de la pobreza y del hambre andaban solitarios, huían a la soledad, a lugares tenebrosos, desolados y desiertos. 4 Recogían malvas entre los arbustos y raíces de enebro para calentarse. 5 Los echaban de en medio de la gente y todos les gritaban como a ladrones. 6 Vivían en las barrancas de los arroyos, en las cavernas de la tierra y entre las rocas. 7 Bramaban entre las matas y se reunían debajo de los espinos. 8 Hijos de gente vil, hombres sin nombre, más bajos que la misma tierra. 9 »¡Y ahora yo soy objeto de su burla y les sirvo de refrán! 10 Me abominan, se alejan de mí y no dejan de escupirme en el rostro. 11 Porque Dios ha desatado la cuerda y me ha afligido, por eso se han desenfrenado en mi propio rostro. 12 A mi derecha se levanta el populacho, empujan mis pies y preparan caminos para mi ruina. 13 Desbaratan mi senda, se aprovechan de mi quebrantamiento, y no tengo quien me auxilie contra ellos. 14 Vienen como por un ancho portillo, revolviéndose sobre mi calamidad. 15 Terrores se han vuelto contra mí; como viento es arrasado mi honor, y mi prosperidad ha pasado como una nube. 16 »Ahora mi alma está derramada en mí, pues se apoderan de mí días de aflicción. 17 La noche taladra mis huesos y los dolores que me roen no reposan. 18 La violencia deforma mi vestidura: me oprime como el cuello de mi túnica. 19 Dios me ha derribado en el lodo y ahora soy semejante al polvo y a la ceniza. 20 ¡Clamo a ti, pero no me escuchas! ¡Me presento, pero no me atiendes! 21 Te has vuelto cruel conmigo; con el poder de tu mano me persigues. 22 Me has alzado sobre el viento, me haces cabalgar en él y destruyes mi sustancia. 23 Yo sé que me conduces a la muerte, y a la casa a donde va todo ser viviente. 24 »Mas él, ¿no extenderá la mano contra el sepulcro? ¿O no clamarán los sepultados cuando él los quebrante? 25 Y yo, ¿no he llorado por el que sufre? ¿No me he entristecido a causa del necesitado? 26 Sin embargo, cuando yo esperaba el bien, entonces vino el mal; cuando esperaba la luz, vino la oscuridad. 27 Mis entrañas se agitan sin reposo, por los días de aflicción que me han sobrecogido. 28 Ando ennegrecido, y no por el sol; me he levantado en la congregación, y he clamado. 29 He venido a ser hermano de chacales y compañero de avestruces. 30 Mi piel, ennegrecida, se me cae, mis huesos arden de calor. 31 Mi arpa se ha cambiado por luto, y mi flauta por voz de lamentadores. >> Reina-Valera 1995 (RVR1995) Copyright © 1995 by United Bible Societies >> Show resources Add parallel 2 Corintios 2:12-17 Reina-Valera 1995 (RVR1995) Ansiedad de Pablo en Troas 12 Cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo, aunque se me abrió puerta en el Señor, 13 no tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado a mi hermano Tito. Por eso, despidiéndome de ellos, partí para Macedonia. Triunfantes en Cristo 14 Pero gracias a Dios, que nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento, 15 porque para Dios somos grato olor de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden: 16 para estos, ciertamente, olor de muerte para muerte, y para aquellos, olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?, 17 pues no somos como muchos que se benefician falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo. >> Reina-Valera 1995 (RVR1995) Copyright © 1995 by United Bible Societies >> Show resources Add parallel Salmos 42:1-11 Reina-Valera 1995 (RVR1995) LIBRO 2 Mi alma tiene sed de Dios Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré 42 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, Dios, el alma mía. 2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo vendré y me presentaré delante de Dios? 3 Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me dicen todos los días: «¿Dónde está tu Dios?» 4 Me acuerdo de estas cosas y derramo mi alma dentro de mí, de cómo yo iba con la multitud y la conducía hasta la casa de Dios, entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta. 5 ¿Por qué te abates, alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún he de alabarlo, ¡salvación mía y Dios mío! 6 Dios mío, mi alma está abatida en mí. Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán y de los hermonitas, desde el monte Mizar. 7 Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí. 8 Pero de día mandará Jehová su misericordia y de noche su cántico estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida. 9 Diré a Dios: «Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?» 10 Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan diciéndome cada día: «¿Dónde está tu Dios?» 11 ¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún he de alabarlo, ¡salvación mía y Dios mío! >> Reina-Valera 1995 (RVR1995) Copyright © 1995 by United Bible Societies >> Show resources Add parallel Proverbios 22:7 Reina-Valera 1995 (RVR1995) 7 El rico se hace dueño de los pobres y el que toma prestado se hace siervo del que presta.
Posted on: Wed, 28 Aug 2013 18:43:18 +0000

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