AGUA CONSCIENTE El agua es el reflejo de nuestro corazón y - TopicsExpress



          

AGUA CONSCIENTE El agua es el reflejo de nuestro corazón y nuestra alma . Dicho japonés El tema del agua está de moda. El motivo principal, más que la creciente falta de este líquido fundamental para la vida o los desastres que tienen al agua como elemento central, es la proximidad del Foro Mundial, que en marzo de 2006 se realizará en nuestro país. Prácticamente no hay un día en que los periódicos no incluyan al menos una nota que tenga que ver con agua y, a fuerza de repetición, poco a poco nos hacemos hábiles en el manejo de un mayor número de datos, pero ¿podemos decir realmente que sabemos lo que es el agua? A juzgar por nuestro comportamiento hacia ella, no es exagerado afirmar que más allá de datos fríos lo ignoramos todo al respecto. Y si pensamos que estamos compuestos en un 70 por ciento de agua y que la superficie de la tierra también es 75 por ciento agua, nuestra ignorancia no es un hecho menor. Al entender tan poco sobre el agua tampoco entendemos gran cosa sobre nosotros mismos, ni sobre nuestro sustento vital. Aceptamos sin demasiada discusión que el agua es la fuente de la vida, como lo afirmó hace cuatro mil años el filósofo griego Thales, y entendemos su importancia, pero en realidad no comprendemos su esencia y por ello la tratamos sin respeto, la ensuciamos, la desperdiciamos, violentamos su ciclo. El japonés Masaru Emoto, investigador de lo que llama hado, es decir, las vibraciones particulares de las sustancias y fenómenos, su campo vibratorio, ha alcanzado notoriedad por sus experimentos para fotografiar esta energía sutil en cristales de agua congelada. Durante10 años ha fotografiado el agua de los ríos de Japón, agua corriente de numerosas ciudades del mundo, agua de manantiales y agua de mares, glaciares y pantanos, y está completamente convencido de que la estructura molecular del agua se altera de acuerdo con las vibraciones que recibe. En cientos de experimentos ha comprobado que el agua reacciona a los pensamientos, las palabras y la música, formando cristales armoniosos y bellos o bien caóticos y horribles, dependiendo de las vibraciones a las que se le somete. Uno de los ejemplos más conocidos es el de una muestra de agua del lago Fujiwara en Japón. Al congelarla y analizarla, Emoto encontró una estructura oscura y amorfa, no cristalizada. Posteriormente, a petición suya, el reverendo Kato Hoki del templo Jyuhouin hizo una meditación de una hora junto al lago después de la cual se tomó otra muestra de agua y volvió a analizarse. En esta ocasión la gota mostraba una estructura hexagonal brillante y clara, de color blanco; pero una muestra más, tomada también después de la meditación, reveló una forma que nunca había sido observada por Emoto en las aproximadamente 10 mil muestras que había estudiado: un cristal heptagonal (de siete lados) dorado. Sólo pudo explicarse este color cuando el reverendo Kato comentó que en su meditación había invocado a los dioses de la fortuna. Algunos resultados de estos experimentos: • El agua de fuentes y arroyos limpios de montaña forma las estructuras cristalinas más bellas. • El agua estancada o contaminada da como resultado cristales deformados y distorsionados. • El agua de la llave de cualquier ciudad, al estar tratada y desinfectada, no forma cristales hermosos. • El agua destilada (‘neutra’) presenta diferentes formaciones, pero no se cristaliza. • El agua destilada expuesta a música clásica toma formas delicadas y simétricas. • El agua destilada a la que se le dice “gracias” forma cristales similares a los de la expuesta a las Variaciones Goldberg, de Bach. • Las muestras sometidas a la música heavy metal no forman cristales y crean estructuras caóticas y fragmentadas. • Este tipo de estructuras también se produce cuando al agua se le dicen palabras agresivas o intencionalmente se enfocan en ella pensamientos o emociones negativas. • Cuando el agua fue tratada con aceites florales aromáticos, los cristales tendieron a imitar la forma de la flor original, por ejemplo manzanilla. • El agua que fue sometida a grabaciones de los discursos de Hitler creó una estructura particularmente caótica y desagradable. Estos estudios sugieren que el agua no es un fluido inanimado, que está realmente viva y responde a nuestros pensamientos y emociones, los cuales pueden modificar su estructura molecular. Emoto afirma que el agua es un ser viviente, más allá de si se encuentra en estado libre en la naturaleza o contenida en un organismo vivo. La conclusión obvia es que el agua de nuestro cuerpo también reacciona a los pensamientos y emociones propios y de los demás, que nuestro equilibrio y nuestra salud pueden ser afectados por las vibraciones que recibimos o que nosotros mismo producimos. Los descubrimientos de Emoto arrojan luz también sobre cuestiones hasta ahora juzgadas misteriosas o inexplicables, como las propiedades especiales de algunas aguas conocidas como curativas o milagrosas, o el hecho de que las aguas benditas efectivamente adquieran alguna cualidad adicional por hacer oración para ellas. Incluso podrían explicar por qué la contaminación de las aguas del Ganges no hace daño a los millones de peregrinos que por motivos religiosos se sumergen en ellas. (Investigaciones bacteriológicas modernas han confirmado, sin poder explicarlo, que la bacteria del cólera muere en el agua del Ganges). Aunque no podamos ver el resultado inmediato de nuestras palabras, pensamientos, meditaciones u oraciones, estos quedan reflejados en los objetos y personas a nuestro alrededor, están modelando el mundo; nuestra mente co-crea el mundo. Cuando enviamos amor a la naturaleza, a la tierra, ella responde. Cuando amamos nuestro organismo, éste responde sanando. Quizás ahora podamos entender el poder asombroso que tenemos de elegir nuestros pensamientos e intenciones y de esa manera sanarnos a nosotros mismos y al ambiente. En incontables estudios, Emoto ha comprobado que la más poderosa combinación de pensamientos, en cuanto a su capacidad de transformación y de sanación, son amor y gratitud. Estas palabras y las emociones positivas que generan convierten cada una de las moléculas de agua que nos componen en una estructura hermosa y equilibrada. Esto lo ha convencido de que, como se piensa hace miles de años, las meditaciones, oraciones y afirmaciones ayudan a sanar. Los hallazgos de Emoto, adicionalmente, confirman que todo lo existente está relacionado, que todos los seres, orgánicos e inorgánicos, somos interdependientes. Revelan también que el agua tiene conciencia —aunque no es consciente de sí misma— y su misión es actuar como un vehículo multidimensional que lleva nuestros pensamientos y sentimientos, y copia constantemente la información que se le proporciona. Actúa como un espejo. Es impactante reflexionar, desde este punto de vista, en el tremendo efecto en la conciencia del agua cuando la agredimos con tanta violencia al utilizarla como diluyente de excrementos y venenos de todo tipo. ¡Qué invento más irrespetuoso es el drenaje! Emoto se refiere nuevamente al hado en una reflexión relacionada con el tsunami y el huracán Katrina. Afirma que los campos vibratorios de los países, creados por los sentimientos predominantes, se han deteriorado en extremo. Dice que estos campos energéticos —hados— se originan cada vez más en el miedo, el dolor, la preocupación, la falta de verdad, la ira, la soledad, el desamparo, la impotencia, y que pueden crear condiciones favorables para el aumento de las enfermedades y la negatividad. Sostiene que el hado de miedo surgido de los ataques terroristas y la respuesta a ellos “es como una estación de gasolina con una fuga, que está a punto de explotar” Si el agua es reflejo de nuestro corazón y nuestra alma, ¿qué es lo que estamos haciendo?, ¿en qué nos hemos convertido para crear el reflejo que nos devuelve ahora el agua en todo el mundo?, ¿vivimos con sentido de unión?, ¿con amor y gratitud? No, la vida moderna más bien nos sumerge en la prisa, el miedo, el resentimiento, la preocupación, el consumo… y el agua lo refleja. ¿Qué podemos hacer para modificar esta condición? Mediante su investigación de los cristales de agua durante más10 años, Emoto ha comprobado que la energía pura de la conciencia de la gente puede modificar el agua hasta en lugares muy distantes de donde se ha meditado u orado, y está convencido de que sucede lo mismo con otros elementos. Propone, entre otras cosas, enviar amor y agradecimiento —el hado más efectivo— a las aguas de la Tierra. Si queremos recuperar un mundo sano y limpio tenemos que crear culturas y sociedades que honren profundamente a la naturaleza, a la madre tierra y a todos los seres; que construyan un lugar de paz donde todos, árboles, animales, personas, insectos, podamos vivir armoniosamente. Con respecto al agua, además de trabajar activamente en cuidarla, limpiarla, recuperar los bosques y selvas, etcétera, es urgente elevar el nivel general de conciencia en relación con ella y restablecer nuestra conexión esencial. Podemos empezar por: • Enviar amor y agradecimiento al agua cercana. • Pensar qué significa el agua para uno. • Darnos cuenta de que somos agua. • Acercarnos al agua con mucho mayor respeto. Estas sencillas acciones cambiarán sin duda nuestro modo de relacionarnos con el agua y contribuirán a recuperar el respeto que lamentablemente le hemos perdido, y quizás — quizás— nuestro hado positivo logre un efecto más contundente y duradero que lo que ha conseguido la tecnología. Aguaxaca No. 4, enero 2006 Masaru Emoto es un japonés nacido en Yokohama en 1943. Graduado en Relaciones Internacionales, en 1986 fundó una empresa para importar mercancías de Estados Unidos. Su socio en ese país era un bioquímico, el doctor Lorenzen, quien eventualmente le presentó a unos científicos que habían desarrollado un tipo especial de agua curativa. Al probar esta agua como remedio para el dolor por una vieja lesión en el tobillo, se despertó su interés en las propiedades terapéuticas del agua. En 1992 obtuvo un certificado en Medicina Alternativa, y el año siguiente, después de cinco años de investigación, entró en contacto con un científico que estudiaba las vibraciones más sutiles de las moléculas del agua por medio de resonancia magnética. Al trabajar con él empezó a preguntarse si sería posible reflejar de una manera visible las cualidades sanadoras de distintos tipos de agua. Intentó diversas maneras hasta que se le ocurrió fotografiar los cristales que formaban muestras de agua a punto de congelación y sus primeros hallazgos fueron muy interesantes: encontró que las muestras de agua corriente de grandes ciudades presentaban una estructura de cristalización muy tosca, mientras que las muestras de agua de manantiales formaban cristales de una gran belleza. Extendió su investigación a cristalizaciones de agua de muchos tipos y lugares del mundo (glaciares, lagos, agua de lluvia, agua contaminada) y comprobó que los cristales más bellos los formaban las muestras de agua de las fuentes más alejadas de las actividades humanas. Continuó experimentando y descubrió que era posible transformar los cristales irregulares de agua contaminada en bellos cristales hexagonales si las muestras de agua se exponían a la música clásica, canciones tradicionales o a la meditación. Encontró también que cristales muy simples de agua destilada adoptaban bellos patrones geométricos cuando se les susurraban palabras de amor y agradecimiento, y que, por el contrario, podían tomar formas horrorosas al someterlos a frases agresivas o de odio.
Posted on: Mon, 01 Jul 2013 22:10:31 +0000

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