APBT, una raza desconocida. Me he decidido a escribir este - TopicsExpress



          

APBT, una raza desconocida. Me he decidido a escribir este artículo con la intención de aportar un poco en la constante lucha contra la ignorancia y los cientos de mitos populares que rodean a nuestra maravillosa raza: el American Pitbull Terrier. Uno de los puntos más comunes de discusión entre los amantes del APBT suele ser el estándar, las características que lo identifican de entre el resto de las otras razas. Muy bien, es obvio para la gran mayoría, así como para mí lo fue en algún momento, que al referirnos a estándar el punto de partida suele ser la morfología, a fin de cuentas esta es la información y el punto comparativo que tenemos proveniente de las otras razas; entonces: ¿Por qué pensar de modo diferente para el APBT? Perfectamente entendible. Ahora bien, es aquí donde radica la gran dificultad; una de las cosas mas habituales en el ser humano es la resistencia al cambio, el negarse a abandonar un criterio previamente establecido como correcto o conveniente. Muchas personas que han desarrollado proyectos sobre la base de un criterio de selección basado en las características físicas, de repente pueden encontrar muy difícil o poco conveniente cambiar diametralmente la filosofía del trabajo y entonces su resistencia al cambio llega incluso a transformarse en obstinación, surgiendo a veces miles de cuestionamientos absurdos a lo que ha venido desarrollándose durante siglos o quizás milenios (rectificar es de sabios). Menciono lo anterior pues mi intención en este escrito es resaltar la gran diferencia existente entre el criterio de cría y selección del APBT y las razas basadas en morfología, que de hecho, son mas recientes históricamente hablando que las de trabajo y menos funcionales. Nuestro maravilloso pitbull es una de las pocas razas en las que la parte estética pasa a un segundo o tercer plano; jamás un criador serio cruzaría ejemplares basado exclusivamente en el color o alguna otra característica física pues lo medular en él se encuentra en el interior, en el carácter, en la disposición inquebrantable de seguir adelante pese a la adversidad; esa queridos amigos, es la esencia del American Pitbull Terrier (así como su carácter afable con las personas, no los perros inestables que muchas veces salen de cruces y mesclas inventadas hechas por personas inexpertas y que muy lejos están de ser APBT pero que los neófitos asumen como tal, ganándose nuestra raza la horrible e injusta reputación que al presente tiene). Que nos guste o no, que moralmente estemos de acuerdo o en contra, que legalmente se condene o sea permitido, ya esa es otra historia, pero lo cierto es que no podemos negar el pasado de nuestra raza pues es sin duda lo que la ha llevado a ser eso que hoy día es, y no nos engañemos, en el fondo todos admiramos con cierto romanticismo las anécdotas ya convertidas en leyendas de algunos exponentes del pit, de la misma forma que admiramos las lejanas historias de cruentas batallas entre griegos y persas o romanos y cartaginenses; es innegable que existe una magia oculta y envolvente en las gestas heroicas así como en la disposición de seguir luchando pese a la adversidad (no confundir pues esto no tiene que ver con el hecho de maltratar un animal hasta las puertas de la muerte). Durante siglos se ha venido seleccionando a los mejores ejemplares con la intención de transmitir generación tras generación esta serie de características interiores sin poner mayor atención sobre el color o la forma, no obstante, paralelamente un grupo de criadores decidió en el siglo pasado, hacer una ramificación del APBT pero bajo criterios estrictamente estéticos dando origen a lo que hoy conocemos como American Stafforshire Terrier, este tras generaciones de cría basado en dichos estándares, se ha convertido ya en una raza independiente. Entonces, llega el momento de preguntarnos: ¿Qué estamos criando realmente y por qué no darle a cada cosa el lugar que merece? ¿Por qué insistir en llamar APBT a ejemplares que llevan generaciones bajo diferentes estándares si ya existe el AST? Peor aun: un perro sin genealogía, ¿Cómo ubicarlo en una categoría? Imposible a menos que deseemos engañarnos a nosotros mismos. Un perro no es mejor ni peor porque tenga papeles y origen comprobado, yo valoro a los animales por lo que son más allá de su correcto estándar o sus faltas genéticas y morfológicas e igualmente me asombro de la obstinación de algunos por querer encasillar a sus ejemplares bajo criterios inventados simplemente por vanidad o intereses comerciales. Si estamos claros que el APBT se ha criado durante cientos de años por principios ajenos a la morfología, con un linaje claramente identificado y así hemos aprendido a admirarlo, ¿Quiénes somos nosotros para intentar cambiarlo? A fin de cuentas ni criamos AST ni APBT, simplemente nos dedicamos a cruzar según nuestros gustos personales. Yo no critico a nadie, cada quien es libre de hacer lo que guste, pero me parece ilusorio que se intente querer tapar el sol con un dedo a costa de la ignorancia popular o que pretendan llamarse criadores personas que ignoran, o no respetan, el origen y la historia de estos perros; crie perros, quiéralos, exáltelos, conviértalos en ejemplares sobresaliente y se llevara la admiración y los aplausos míos y de muchos mas sin importar que papel lo avale; pero no intente hacerlos pasar por algo que no son. No nos llamemos a engaño, la única manera de demostrar que un ejemplar es APBT o AST es conociendo su origen. De aquí en adelante, no hay manera de poder establecer la pureza basándose exclusivamente en características físicas; yo puedo mezclar un bulldog americano o un labrador con pitbull y luego volver a introducir pitbull y el resultado, morfológicamente hablando, podría ser muy cercano al estándar de nuestra raza, sin embargo, lejos esta de serlo. La flexibilidad morfológica del APBT esta dada precisamente por el criterio de selección tan exclusivo que ha llevado, esto hace aun mas fácil para los que crían por belleza lograr encasillar sus perros dentro de lo aceptado. Cada cual es libre de criar lo que desee (esto es tema de otro escrito pues también da para mucho), no hay leyes al respecto, pero intentar cambiar la filosofía de cría de una raza establecida hace cientos de años es demasiada arrogancia y no beneficia a nadie. Yo nunca entenderé ese afán de las personas por tratar de demostrar la valía de sus perros por un pedazo de papel, para mi un perro se mide y aprecia desde una óptica completamente diferente; mis perros valen primeramente por lo que significan para mi y por la relación que con ellos desarrollo y ningún registro será capaz jamás de hacerlos mejores o peores a mis ojos. Muchas veces tratamos de tener un registro como símbolo de status o superioridad, sin importar que en el camino perdemos lo más importante: valorar en su justa medida al compañero que tenemos al lado; a fin de cuentas somos humanos y como humanos siempre victimas de nuestro propio narcisismo. Escrito por: Alfredo Vázquez. Nota: Los datos aquí expuestos tienen exclusivamente una orientación histórica y bajo ningún concepto apoyamos las peleas de perros o cualquier otra actividad ilegal o que involucre maltrato animal.
Posted on: Wed, 03 Jul 2013 06:23:08 +0000

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