Acontecimientos finales en el Medio Oriente El 17 de diciembre - TopicsExpress



          

Acontecimientos finales en el Medio Oriente El 17 de diciembre del 2010, Mohamed Bouazizi Sidi Bouzid, un joven de 26 años que vendía frutas y verduras para sobrevivir en Túnez, se prendió fuego en protesta en contra de la policía local. Ellos le confiscaron su carreta y no se la devolvieron. Sufrió quemaduras graves en el incidente y más tarde murió en el hospital el 5 de enero del 2011. Este acto de desafío desesperado e inmolación de un individuo, cambió el matiz político del Medio Oriente, y como consecuencia se inició una revuelta popular que encendió los ánimos de miles de personas en Argelia, Libia, Egipto, Yemen, Gaza, Jordania y Líbano, la que más tarde llegó a ser conocida como la «Primavera Árabe», y que terminó por acabar con la dictadura del presidente de Túnez, Zine el Abidine Ben Ali, quien había estado 23 años en el poder. En un principio, estos levantamientos populistas en Túnez, Argelia, Jordania, Egipto y Yemen, fueron aclamados en occidente como las revoluciones que podrían sustituir a crueles dictaduras con democracias prometedoras. Mientras tanto, otros advertimos que habían algunos que permanecían en silencio detrás de las bambalinas, aplaudiendo las acciones de los revoltosos, tal como Al Qaeda y la Hermandad Musulmana. Estos grupos islámicos saben muy bien que la llamada “democracia” puede ser un arma de doble filo. Si el pueblo es verdaderamente responsable, entonces los extremistas sólo tiene que convencer a la mayoría para que vivan bajo la ley islámica. Y eso fue precisamente lo que ocurrió en Egipto, uno de los países más grandes y más influyentes en el mundo árabe, que el candidato de la Hermandad Musulmana fue elegido como presidente en junio del 2012. Clamando por un nuevo Califato El presidente electo de Egipto, el islamista Mohamed Morsi, en su primer discurso a la nación tras proclamarse vencedor después de los comicios presidenciales, aseguró que su país mantendría todos sus acuerdos internacionales, queriendo implicar con esto que le gustaría honrar el convenio de paz duradera con Israel. Sin embargo el problema es que muchos de sus distritos electorales consisten de extremistas, quienes detestan a Israel y desean constituir a Jerusalén como la capital del mundo árabe. Una corriente de descontento continúa cobrando impulso a través del mundo musulmán y los guerrilleros militantes están tratando de tomar ventaja de la misma. Cuando los dictadores son derrocados los extremistas saben que es una oportunidad para inmiscuirse y tratar de llenar el vacío. Sintiéndose ahora poderosos por el éxito que tuvieron en Egipto, los militantes musulmanes están renovando su llamado para la formación de un nuevo califato - es decir un estado islámico o imperio gobernado según la ley Sharia, que abarcaría todo el mundo árabe y otra vez, con Jerusalén como su capital. Esto es lo que los grupos extremistas han estado persiguiendo durante años. Cuando en el 2005, Al Qaeda lanzó su programa más popular difundido por Internet, lo llamó «La Voz del Califato», el cual ahora se conoce como «Canal la Voz del Califato». Las intenciones de ellos son claras. La Primavera Árabe está preparando el escenario para una confrontación masiva que enfrentará a la emergente alianza islámica contra Israel y su lista cada vez más reducida de aliados confiables. Si estamos leyendo las profecías bíblicas correctamente, todo indica, que esto, entre otros factores, dará lugar a una serie de guerras en los últimos tiempos. Cualquiera confrontación que estalle en este siglo XXI en el Medio Oriente, para todos los propósitos prácticos será una crisis mundial. Y lo es, en el sentido que en cualquier conflicto futuro que involucre a Israel y sus vecinos árabes, el resto del mundo de inmediato se alineará o de un lado o del otro. Cuando esto ocurra, habrá muy pocos partidarios que permanezcan neutrales, de hecho, tal vez ninguno. Israel en el centro de la mira Algunas veces las personas en otras partes del mundo, se preguntan: «¿Por qué voy a preocuparme por lo que ocurre en el Medio Oriente?». La respuesta es simple: lo que sucede allí invariablemente afecta al resto del mundo. Siempre ha sido así. De hecho, la historia registrada comenzó con guerras en el Medio Oriente - y de alguna forma e irónicamente finalizará de la misma manera. Las Escrituras proféticas describen una serie futura de campañas militares que se centrarán en el Medio Oriente. En todos los casos, los agresores tendrán el mismo objetivo: vencer, saquear y destruir a Israel. El pequeño país era en realidad el centro del mundo antiguo. Se encontraba localizado entre el Mediterráneo por el oeste, y el desierto sirio árabe hacia el este. De hecho formaba un estrecho puente que conectaba a dos grandes potencias del Oriente Próximo Antiguo. Al sur estaba Egipto, al norte Siria, y Anatolia y Mesopotamia al noroeste. En nuestros días al pensar en el mundo, lo hacemos en términos de un planeta con cerca de 200 países independientes en cinco continentes. La civilización del mundo antiguo se originó en la región de Mesopotamia, cerca del golfo Pérsico y de allí emigraron. Una gran migración se desarrolló en lo que se conoce como «la Fértil Media Luna», que era como un gran arco de tierra cultivable que se extendía desde el golfo Pérsico, alrededor de Mesopotamia y de vuelta a Israel. Para el año mil antes de Cristo, el mundo conocido se extendió hasta Europa. Las principales rutas comerciales del este al oeste, se establecieron a lo largo de la Fértil Media Luna. Abraham, el patriarca hebreo, en realidad siguió esta ruta antigua de Ur en Mesopotamia. Cuando los ejércitos del oriente se enfrentaban contra las tropas del occidente, todo sucedía en algún lugar en la Fértil Media Luna. Esto nos lleva a un punto interesante, y es que Israel se encuentra en el extremo oeste de esta área. Para viajar de este a oeste y de norte a sur, había que pasar a través de su territorio. Esto no debería ser una sorpresa para nadie. Desde el principio de la historia humana, las fuerzas de las tinieblas han estado empeñadas en la destrucción del pueblo terrenal de Dios, porque fue a través de ellos que vino el Mesías al mundo. La idea de que Israel y Jerusalén son el centro del mundo no es sólo una tradición rabínica o bíblica, sino también una realidad geopolítica, porque cualquier cosa importante que sucede allí afecta al resto del planeta. Bien poco sabían los descendientes de Abraham, también conocidos como los hebreos, lo que estaba reservado para ellos al entrar en la tierra de Canaán. Su territorio relativamente pequeño estaba justo en el corazón del mundo antiguo y en las fronteras de tres masas terrestres gigantescas: Asia, África y Europa. Cada gran reino que los rodeaba, desde el norte, sur, este y oeste, junto con sus monarcas conquistadores se enfrentaron con Israel, a pesar de que conocían su pueblo, sus leyes y las profecías sagradas de Aquel cuyo reino no pasará. Después de todo, como ya se mencionaba, es allí donde tres continentes - África, Europa y Asia se interseptan. Es el lugar por donde circulaba el comercio mundial a través de las antiguas rutas comerciales, y donde se enfrentaron las civilizaciones e imperios. Algún día, este campo de batalla eterno será la sede de un vórtice tempestuoso de conflictos trascendentales que estremecerán la tierra, cuando los enemigos de Dios lleguen en contra de su pueblo terrenal Israel. Incluso ahora, particularmente en las Naciones Unidas, podemos ver que la comunidad internacional “elige lados”. Tiempos de los gentiles En una de sus enseñanzas proféticas en Lucas 21:24, el Señor Jesucristo habló acerca de “los tiempos de los gentiles”. Entendemos que esos tiempos corresponden al período extendido durante el cual el pueblo judío soportaría el dominio de las potencias gentiles, tal como dijo Pablo en Romanos 11:25: “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles”. El propio Señor dijo que sería un tiempo cuando “...Jerusalén será hollada por los gentiles…” (Lc. 21:24b). Durante gran parte de este período de supremacía gentil, que comenzó en los tiempos antiguos, cuando Israel perdió el control de su territorio hasta el día de hoy, las potencias mundiales han hollado este territorio. Romanos, bizantinos, musulmanes, católicos, y las potencias británicas, han ejercido su poderío militar para controlar la Ciudad Santa en diversas ocasiones a través de su historia. Incluso hoy, los palestinos controlan el corazón de Jerusalén - el Monte del Templo. Entonces, para todos los propósitos prácticos el profetizado dominio gentil sobre Jerusalén continúa. Algunos estudiosos de las profecías han sugerido que los “tiempos de los gentiles” concluyeron en 1967, cuando Israel tomó control de gran parte de la ciudad antigua de Jerusalén, por primera vez en más de dos mil años. Sin embargo, como podemos ver, este punto de vista pasa por alto el hecho que los israelitas no controlan el Monte del Templo - el propio corazón de Jerusalén. En 1967, el general Moshe Dayan, líder de las fuerzas victoriosas de Israel, permitió que el Monte del Templo quedara bajo el control administrativo de los árabes como un gesto de buena voluntad. Hoy se encuentra bajo la jurisdicción de la Autoridad Palestina. Es por esta razón que creo que los tiempos de los gentiles continuarán hasta la propia tribulación, cuando Jerusalén será hollada por fuerzas mundiales no judías una vez más. Paige Patterson, el octavo presidente del Seminario Teológico Bautista en Fort Worth, Texas, afirma en la Biblia de Estudio The Criswell, que «Jerusalén y el templo serán hollados por estas fuerzas gentiles hasta que Cristo intervenga en su retorno para establecer su reino terrenal». El teólogo cristiano Dwight Pentecost en su libro Venga tu Reino, coincide con este punto de vista y dice: «Los tiempos de los gentiles comenzaron entonces en los días de Nabucodonosor, y continuarán hasta la segunda venida de Jesús el Mesías a este planeta. Porque tal como dice Salmos 2:9, que cuando regrese ‘Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás’». Sin embargo, desde 1948 nos encontramos en un período de transición del “tiempo de los gentiles”hacia uno renovado, en el que Dios tratará directamente con su pueblo antiguo, Israel. Debe notarse que el retorno de los judíos a Israel, de hecho comenzó mucho antes de 1948. Desde 1882 a 1939 hubo cinco oleadas migratorias. En ese sentido uno puede decir que el período de transición de los tiempos de los gentiles comenzó en el siglo XIX y se completará cuando el Mesías retorne. Últimas guerras en la Tierra Dado que la fase actual de la historia centrada en los gentiles llega a su fin, la Biblia indica que el Medio Oriente servirá como plataforma para una serie de devastadores conflictos militares. Estas campañas aumentarán en tamaño y alcance y culminarán con la segunda batalla de Gog y Magog - la que literalmente le pondrá fin a todas las guerras y tendrá lugar a la conclusión del milenio. A continuación, vamos a considerar estos conflictos uno por uno, de acuerdo con el orden cronológico considerado correcto, por estudiosos de la profecía. 1. Guerras preliminares árabe-israelíes profetizadas en el Salmo 83, en los capítulos 11 al 19 de Isaías y Abdías 1 al 21 La primera serie de conflictos están anticipados en numerosos pasajes proféticos que hablan sobre el escenario de los vecinos de Israel en el Medio Oriente, y de cómo unirán sus fuerzas en un esfuerzo por destruirlo. Claro está, muchas de estas profecías antiguas se cumplieron en el pasado, cuando naciones como Babilonia, Egipto, Edom y Asiria fueron una amenaza para Israel. Sin embargo, otras no se ajustan dentro del contexto de la historia pasada, por lo tanto, es claro que deben ser una referencia a eventos futuros. Desde la guerra de 1967, cuando Israel fue atacado por todos los lados por naciones árabes hostiles y obtuvo una victoria abrumadora, el Salmo 83 ha atraído la atención de varios importantes comentaristas bíblicos. He aquí cómo comienza el pasaje: “Oh Dios, no guardes silencio; no calles, oh Dios, ni te estés quieto. Porque he aquí que rugen tus enemigos, y los que te aborrecen alzan cabeza. Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han entrado en consejo contra tus protegidos. Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación, y no haya más memoria del nombre de Israel. Porque se confabulan de corazón a una, contra ti han hecho alianza las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas, Moab y los agarenos; Gebal, Amón y Amalec, los filisteos y los habitantes de Tiro. También el asirio se ha juntado con ellos; sirven de brazo a los hijos de Lot” (Sal. 83:1-8). Por ejemplo, William MacDonald, en su Comentario Bíblico del Creyente, ve el Salmo 83 como una profecía que se cumplió al menos inicialmente en 1967, cuando Israel recapturó la Ciudad Antigua de Jerusalén por primera vez en más de dos mil años. El Salmista dice que los enemigos alrededor de Israel, citados en los versículos 6 al 12, y ubicados al norte, sur y este del Israel antiguo, están decididos a borrarlo del mapa. En tiempos antiguos, Israel nunca enfrentó una alianza de enemigos de tan grande alcance, pero por seguro hoy sí. Todas las naciones mencionadas, en un tiempo u otro se opusieron a Israel en diferentes períodos de su historia antigua, pero nunca todos al mismo tiempo. La gran mayoría de eruditos evangélicos no ven el Salmo 83 como una profecía futura. Sin embargo, hay algunos que sí. Por ejemplo, el doctor J. Vernon McGee, autor de A través de la Biblia, estaba convencido que era así, y escribe en el volumen 2 de su Comentario: «Asur [como así se le llama en la Versión Reina-Valera 1909] es Asiria. Los hijos de Lot serían Moab y Amón. Los nombres en esta porción de la Palabra de Dios son sus enemigos. No hay lugar en la historia en donde todos ellos encajen, y esto lo convierte en una porción muy notable, porque indica que esos versículos se refieren al futuro. Aparentemente estas naciones que existieron en un tiempo, aparecerán nuevamente en el futuro». Las naciones mencionadas en el Salmo 83 son esas que compartían una frontera común con Israel en los tiempos bíblicos, como Filistea, Edom y Moab en el sur y Asiria en el norte. El doctor McGee asegura que las naciones citadas en el Salmo 83, «aparecerán nuevamente en el futuro». Sin embargo, con el debido respeto, nada en esta profecía demanda una resurrección futura de estas mismas naciones después de miles de años, para que luego integren una coalición que tratará de buscar la caída de Israel. En lugar de eso, el salmista simplemente describe un tiempo futuro cuando los países que ocupen el área correspondiente a los países bíblicos mencionados en la profecía, y que rodean a Israel, se unan en su contra, tal como hicieron en los tiempos bíblicos, sólo que a una escala mucho más amplia. El señor Bill Salus, estudioso de las profecías, es otro de los que está convencido que el Salmo 83 es una profecía del futuro y dice en su libro publicado en inglés Isralestine, que los confederados nombrados en el Salmo 83, corresponderían en el día de hoy, a... • “Las tiendas de los edomitas” - Su equivalente moderno son los refugiados palestinos y los jordanos del sur • “Los ismaelitas” - Que corresponden a Arabia Saudita • “Moab” - A los refugiados palestinos y jordanos del centro • Los “agarenos” - A los egipcios • “Gebal” - Al norte de Líbano • “Amón” - Los refugiados palestinos y jordanos del norte • “Amalec” - Los árabes al sur de Israel • “Los filisteos” - Los refugiados palestinos y Hamás de la Franja de Gaza • “Los habitantes de Tiro” - Hezbolá y el sur de Líbano • “El asirio” - Que no son otros que los sirios modernos y • “Los hijos de Lot” - Son los mismos Moab y Amón mencionados anteriormente. Réplicas del futuro De hecho, en nuestros días, bien podríamos estar experimentando los primeros estremecimientos de los temblores escatológicos de las futuras guerras árabe-israelíes. Los antagonistas vecinos de Israel son países musulmanes como Egipto, Arabia Saudita, Líbano, Turquía, Siria, y la mayoría del mundo árabe. En el siglo XX tuvieron lugar tres grandes guerras en el Medio Oriente: en 1948, 1967 y 1973. Israel también invadió la península del Sinaí en 1956 y a Líbano en 1982. Los enemigos del estado judío provocaron tales acciones. En el siglo XXI han tenido lugar escaramuzas y conflictos, incluyendo la Guerra del Líbano en el 2006, en la que Hezbolá afirma que le administró su primera derrota militar a los israelitas. Indudablemente, más enfrentamientos se vislumbran en el camino. Conforme el expansionismo islámico iraní extiende sus tentáculos a través de la región, los observadores están llegando a la escalofriante conclusión, que el día del juicio final se acerca rápidamente. Los regímenes militantes islamitas ni siquiera tratan de ocultar su determinación de borrar al estado judío del mapa - tal como dice el Salmo 83. Las probabilidades a que se enfrenta Israel son desalentadoras. Los habitantes de la diminuta nación judía son superados en número por su contraparte árabe, en proporción de uno contra cincuenta. Por lo tanto, conforme nos acercamos al período de la tribulación, podemos esperar aún más guerras árabe-israelíes y escaramuzas. No es difícil imaginar un escenario en el que Israel gana una concluyente victoria militar sobre sus enemigos árabes en una guerra futura. Después, un influyente líder político, tal vez un representante de la Unión Europea - del Cuarteto, integrado por Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y las Naciones Unidas, le ofrece a los árabes y palestinos una oportunidad de guardar las apariencias después de una derrota militar devastadora, mientras que al mismo tiempo le promete a los israelíes paz y seguridad. Bajo estas condiciones, un acuerdo de paz global podría ser una opción atractiva para todas las partes. Sin embargo, todo esto es una interpretación, y como tal, por definición, está sujeto a error. Es por eso que no podemos ser dogmáticos en materia de interpretación de las profecías, particularmente con respecto a los detalles en donde la Escritura es difícil de comprender. ¡No obstante, es intrigante plantear las posibilidades! ¿Quién ganará las guerras árabe-israelíes? El Salmo 83 concluye con una plegaria ferviente por la victoria de Israel, pero no revela el resultado de estos conflictos. Para esa información tenemos que ir a otros textos. Varias secciones de la Escritura sobre el “día de Jehová” en Isaías y Abdías, por ejemplo, mencionan conflictos entre el Israel de los últimos días y sus vecinos - y el resultado de estos enfrentamientos. Es importante captar correctamente el contexto adecuado para interpretar la Biblia. Esto es especialmente cierto cuando se interpreta el significado de las profecías de Isaías, varias de las cuales son fuertemente mesiánicas y contienen elementos que trascienden el contexto histórico inmediato. Por consiguiente, vamos a examinar una entera sección de Isaías en lugar de sólo unos pocos versículos aislados.
Posted on: Sun, 01 Dec 2013 22:40:37 +0000

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