Actualizado el viernes 9/AGO/13 Evangelio del día Mt 16, 24-28. Triunfos y fracasos. Jesús dijo a sus discípulos: El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida? Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces pagará a cada uno de acuerdo con sus obras. Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de ver al Hijo del hombre, cuando venga en su reino. Reflexión: El mundo nos dice que hay que “vivir” la vida, aprovechar esta vida para divertirnos y pasarlo bien, gozando todo lo que se pueda y evitando cuidadosamente el dolor. Pero Jesús nos dice que el que haga esto y trate de salvar su vida en este mundo, la perderá para siempre. Por eso no nos preocupemos si en este mundo somos unos fracasados y tenemos muchos sufrimientos; basta que seamos fieles a Dios cumpliendo sus mandamientos cueste lo que cueste, y entonces al mundo le parecerá que nuestra vida es un desperdicio, algo sin importancia; pero se equivocará, pues obrando así, de forma agradable a Dios, conservamos la vida para el Cielo que nos espera, mientras los mundanos y disipados la perderán para siempre y se condenarán en el Infierno si es que no se convierten antes. Pidamos a la Santísima Virgen la gracia de ver todo con los ojos de Dios, con los ojos de la fe, y no juzgar como juzga el mundo, pues el que es un triunfador según el mundo, muy pocas veces es también triunfador para Dios. Jesús, María, os amo, salvad las almas.
Posted on: Sat, 10 Aug 2013 05:46:21 +0000
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