Agosto 14, 2013. 19 Semana del Tiempo Ordinario San Maximiliano - TopicsExpress



          

Agosto 14, 2013. 19 Semana del Tiempo Ordinario San Maximiliano Kolbe, Presbítero, Mártir Oración Inicial: Co 1, 3-5 Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios de todo consuelo; él nos consuela en todas nuestras luchas, para poder nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con que nosotros somos consolados por Dios. Porque si es cierto que los sufrimientos de Cristo rebosan sobre nosotros, también por Cristo rebosa nuestro consuelo. Oración Colecta Dios eterno y todopoderoso, a quien confiadamente podemos llamar ya padre nuestro, haz crecer en nuestros corazones el espíritu de hijos adoptivos tuyos, para que podamos gozar, después de esta vida, de la herencia que nos has prometido. Por nuestro Señor Jesucristo. III Semana del Salterio. SALMODIA Antífona. «El que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida», dice el Señor. Salmo 118, 105-112 Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero; lo juro y lo cumpliré: guardaré tus justos mandamientos; ¡estoy tan afligido! Señor, dame vida según tu promesa. Acepta, Señor, los votos que pronuncio, enséñame tus. mandatos; mi vida está stá siempre en peligro, pero no olvido tu voluntad; los malvados me tendieron un lazo, pero no me desvié dé tus decretos. Tus preceptos son mi herencia perpetua, la alegría de mi corazón; inclino mi corazón a cumplir tus leyes, siempre y cabalmente. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona. 1: «El que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida», dice el Señor. Lecturas del Ciclo C Primera lectura Lectura del libro del Deuteronomio (34,1-12): En aquellos días, Moisés subió de la estepa de Moab al monte Nebo, a la cima del Fasga, que mira a Jericó; y el Señor le mostró toda la tierra: Galaad hasta Dan, el territorio de Neftall, de Efraín y de Manasés, el de Judá hasta el mar occidental, el Negueb y la comarca del valle de Jericó, la ciudad de las palmeras, hasta Soar; y le dijo: «Ésta es la tierra que prometí a Abrahán, a Isaac y a Jacob, diciéndoles: "Se la daré a tu descendencia." Te la he hecho ver con tus propios ojos, pero no entrarás en ella.» Y allí murió Moisés, siervo del Señor, en Moab, como había dicho el Señor. Lo enterraron en el valle de Moab, frente a Bet Fegor; y hasta el dia de hoy nadie ha conocido el lugar de su tumba. Moisés murió a la edad de ciento veinte años; no había perdido vista ni había decaído su vigor. Los israelitas lloraron a Moisés en la estepa de Moab treinta días, hasta que terminó el tiempo del duelo por Moisés. Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés le había impuesto las manos; los israelitas le obedecieron e hicieron lo que el Señor había mandado a Moisés. Pero ya no surgió en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Señor trataba cara a cara; ni semejante a él en los signos y prodigios que el Señor le envió a hacer en Egipto contra el Faraón, su corte y su país; ni en la mano poderosa, en los terribles portentos que obró Moisés en presencia de todo Israel. Palabra de Dios Salmo Sal 65,1-3a.5.8.16-17 R/. Bendito sea Dios, que me ha devuelto la vida Aclamad al Señor, tierra entera; tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria. Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!» R/. Venid a ver las obras de Dios, sus temibles proezas en favor de los hombres. Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, haced resonar sus alabanzas. R/. Fieles de Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo: a él gritó mi boca y lo ensalzó mi lengua. R/. Evangelio Lectura del santo evangelio según san Mateo (18,15-20): En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.» Palabra del Señor PRECES Celebremos, amados hermanos, a Jesús, el testigo fiel, y al recordar hoy a los santos mártires sacrificados a causa de la palabra de Dios, aclamémosle, diciendo: Nos has comprado, Señor, con tu sangre. Por la intercesión de los santos mártires que entregaron libremente su vida como testimonio de la fe, concédenos, Señor, la verdadera libertad de espíritu. Roguemos al Señor: Nos has comprado, Señor, con tu sangre. Por la intercesión de los santos mártires que proclamaron la fe hasta derramar su sangre, concédenos, Señor, la integridad y la constancia de la fe. Roguemos al Señor: Nos has comprado, Señor, con tu sangre. Por la intercesión de los santos mártires que soportando la cruz siguieron tus pasos, concédenos, Señor, soportar con generosidad las contrariedades de la vida. Roguemos al Señor: Nos has comprado, Señor, con tu sangre. Por la intercesión de los santos mártires que blanquearon su manto en la sangre del Cordero, concédenos, Señor, vencer las obras del mundo y de la carne. Roguemos al Señor: Nos has comprado, Señor, con tu sangre. Ya que deseamos que la luz de Cristo ilumine a todos los hombres, pidamos al Padre que a todos llegue el reino de su Hijo. Recemos con Jesús. Padre nuestro, que estás en el cielo. Santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén. Oración Final Oh Dios, que a san Maximiliano María, apóstol de la Inmaculada y ejemplo de caridad hacia el prójimo, le infundiste un deseo ardiente de la salvación de los hombres, concédenos, por su intercesión, poder trabajar generosamente por tu gloria y por la salvación de los hombres hasta dar nuestra propia vida, como lo hizo tu Hijo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén. La Bendición de Dios Todopoderoso y Eterno, en el nombre del Padre + y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Posted on: Wed, 14 Aug 2013 09:31:23 +0000

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