Ahora que un exalumno nos hizo rememorar a la maestra Carmen - TopicsExpress



          

Ahora que un exalumno nos hizo rememorar a la maestra Carmen López Alonso, queremos recordarla con un texto que se publicó en La Gaceta Escolar de esa época (2002). Una brillante maestra y sin igual compañera. MAESTRA DE CORAZÓN. El 11 de diciembre del 2002 puso punto final a una vida exitosa y plagada siempre de buen humor, enseñanza y ejemplo; pero cabe resaltar... que una de las muchas enseñanzas que dejó esta singular señora es que, como buena maestra de Español, la vida no acaba en un punto, sino en una coma. Sí, Carmen López Alonso deja tras su muerte anécdotas graciosas, recuerdos de explosivas sonrisas y emotivas declamaciones que hasta al más templado hacían asomar agua en sus ojos. ¿Te acuerdas Carmen que en 1995 ganaste el primer lugar de la zona en el concurso de Recitación individual? Si, fue con el poema “Reír llorando” y cómo se erizaba la piel cuando te oíamos al borde del aplauso: “¡ … en la vida aprendemos a reír con llanto y a llorar con carcajadas!” ¿Y qué tal cuando recitaste “Rosas de Francia”?... “Rosas, rosas, rosas en mis manos crecen”… pero no crecieron rosas en tus manos, porque las que te vimos las llevabas en el alma; florecían en tu palabra, en tu bondad y esperanza. Pero aunque tu salud fue como un delicado lirio la raíz que sembraste fue de roble. Muchos fueron los reconocimientos que ganaste en teatro, oratoria y poesía coral; pero fueron mas los amigos que te estimaron y vieron en ti a la mentora que siempre de buena gana transmitía la vena imprescindible del maestro: Hacer hasta el último expiro. De los que yo recuerdo los ganaste en 1992, 1994, 1995, 1997, 2000 y, el último fue en 2002, cuando La recitación coral “Juárez” la ensayaste apoyada en el brazo de un alumno, pues a veces tus ojos no te conducían bien. ¡Qué ejemplo Carmen y que espacio tan grande has dejado! Nadie como tú para decorar en Navidad y para el arcón del 15 de mayo, nadie como tú para contar chistes, nadie como tú para despertar la pasión que produce la literatura. Aunque de ya grande estudiaste en La Universidad, “Marianela” y “Platero” nunca abandonaron tu mente y corazón El Quijote cabalga desorientado, pues ha perdido a su escudera; Rocinante no pasea mas por los Molinos de Viento y Dulcinea palidece ante el temor del olvido. Sólo tu epopeya se asemeja a la del Cid Campeador: amarrada a la silla de Bucéfalo y sin vida ganaste tu última batalla con sólo el respeto que inspiraste en tus adversarios. Amiga, madre, compañera, pero sobre todo maestra. Tu lección más grande hoy la comprendemos todos: La muerte es sola una coma, una pausa, un respiro en la lectura de la vida, pues el punto final solo lo pone el olvido. ¡Hasta Siempre roquera y My Sweet Lady! Tu aprendiz: Luisa María.
Posted on: Sun, 10 Nov 2013 23:10:05 +0000

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