Al final no se dio la lógica. Gracias Fútbol. Tampoco fue un - TopicsExpress



          

Al final no se dio la lógica. Gracias Fútbol. Tampoco fue un domingo soleado, sino que al igual que Quilmes y Lanús, el sol y las nubes se disputaron el protagonismo durante los mismos noventa minutos que cada equipo intentó imponerse en el marcador. En algún punto creo que se jugó como un clásico, entendiendo que había que ganarlo como sea dado que ambos renunciaron a los estilos que habían mostrado en fechas anteriores, el estilo que hizo que Lanús convirtiera ocho goles en los últimos dos partidos y que el estilo que hizo que Quilmes recibiera seis goles en los mismos últimos encuentros disputados. Terminó el partido y respiré. Me imaginaba otra cosa, noventa minutos plagados de persignaciones golpeando la puerta de toda deidad conocida, haciendo juramentos de dudosos cumplimientos, entregándonos a lo que sea por un gol, por un triunfo al cual en la previa debíamos encomendarnos al Fútbol y que éste hiciera lo suyo, que nos sorprendiera con unos de esos resultados locos – imaginaba, en medio de un asedio constante del equipo Granate, un Perata revolcándose por todos lados, y desde un despeje hacia ningún lugar, que la pelota cayera en los pies de Telechea o alguien veloz, para que en un contragolpe se sellara el resultado. Toda la precisión y velocidad nunca antes mostrada en estas ocho fechas condensadas en una sola jugada para sumar tres puntos, para ganar el clásico al temible equipo de remera violeta. Hasta ahí había llegado mi fantasía. No me imaginé en que minuto hubiera sido el gol, ni como habríamos terminado “aguantando” el resultado. Evidentemente, con el diario del lunes, El Fútbol, no se hizo presente de la forma que soñé. Pero de una forma u otra el fútbol estuvo. Ni Quilmes ni Lanús fueron lo que venían siendo, afortunadamente (quizá era demasiado ambiciosa mi fantasía y el juego que el mismo Quilmes venía exhibiendo no ayudaba demasiado para que El Fútbol contribuyera a mi sueño). No se puede negar la belleza de un estadio lleno u ocupado con banderas y camisetas de diferentes colores. Fuera mucha o poca la gente que acompañe al equipo visitante, siempre que se juega con un “vecino” es extrañamente agradable contar la visita de ellos. Aunque a decir verdad, lo extraño, por no decir absurdo es que las tribunas estén vacías por decreto. En el aspecto futbolístico el punto obtenido suma por donde se lo mire. Más hubieran sumado tres pero analizando en perspectiva y con unas cuantas horas alejados de la finalización del partido, el punto es positivo. Los noventa minutos de Braña en un buen nivel son positivos y prometedores. El punto suma en la estadística después de dos partidos sin sumar. No haber recibido goles también es positivo por los antecedentes ya mencionados. Otra frase hecha de las tantas que tiene el fútbol y en la que se escudan aquellos que tienen que escudarse reza: “el rival también juega” y ante un rival que venía de convertir ocho goles en sus últimos dos partidos no deja de ser un dato estadístico para mirar sonrientemente. Definitivamente hubo un cambio de actitud que se vio reflejado en la popular y esperanza de cara al futuro. Como siempre, desde este espacio bregamos por la constante evolución del equipo. Hubo rendimientos individuales buenos y hubo rendimientos individuales malos que se vienen sosteniendo en el tiempo. P.D: El punto suma tranquilidad también. La tranquilidad siempre es buena consejera…esperemos que entienda de fútbol.
Posted on: Fri, 27 Sep 2013 02:34:11 +0000

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