Algo engreído sin un claro motivo y al mismo tiempo eufórico, - TopicsExpress



          

Algo engreído sin un claro motivo y al mismo tiempo eufórico, decidí dar una vuelta por los alrededores de la casa, di unos cuantos pasos en la noche, dos, cuatro, ocho. En dos o tres minutos, casi sin darme cuenta, comenzó a quedar atrás el conjunto de casas de madera que componían Tunquén. Al salir un poco a campo abierto comenzó a soplar un viento un tanto molesto. Propenso como soy a pensar en literatura, me acordé de Goethe: “¿Quién deambula tan tarde en la noche y el viento?” Como es lógico, nadie me contestó, y el silencio mezclado con las breves ráfagas del viento empezó a quitarme tanto el engreimiento como la euforia. Sin meditar bien lo que hacía, empecé a ascender por una empinada cuesta creyendo que al llegar a su cima no encontraría ninguna otra casa, no encontraría nada más, no habría nada al otro lado, del mismo modo –me decía yo, un tanto sofocado– que no hay nada después de la muerte. Pero sí había algo. fragmento de “El mal de Montano” (2002), novela de Enrique Vila–Matas, Anagrama, año 2007.-
Posted on: Wed, 04 Dec 2013 11:33:17 +0000

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