Alguien me preguntó una vez qué pasaba por mi cabeza cuando componía música o la improvisaba. Le dije que el proceso es muy parecido a expresarse hablando o escribiendo. Quieres decir algo y utilizas la música para hacerlo. No tiene más misterio. A un nivel emocional, las satisfacciones de poder hacerlo son muchas. Requiere una técnica, como el lenguaje escrito o el pictórico, que solo depende del estudio y la práctica. Todos los seres humanos tienen la capacidad de expresarse mediante la música. No es el lenguaje de unos pocos que el resto solo puede disfrutar pasivamente. Todos somos músicos, igual que todos somos capaces de hablar, escribir, reír o llorar. Por eso, cuando medito sobre qué idea utópica deberíamos ser capaces de materializar para contribuir a que nuestro mundo sea mejor, siempre pienso lo mismo: Que los niños, desde la primera infancia, recibieran educación musical, al mismo nivel y con la misma intensidad e importancia que se da a la lengua y las matemáticas.
Posted on: Thu, 22 Aug 2013 11:42:20 +0000