Ama el Pastor las ovejas A los padres desconsolados que han sido - TopicsExpress



          

Ama el Pastor las ovejas A los padres desconsolados que han sido rectos, diligentes y que han orado constantemente para enseñar a sus hijos desobedientes, decimos que el Buen Pastor cuida de ellos. Mis queridos hermanos, hermanas y amigos, el mensaje de esperanza y consuelo que daré esta mañana va dirigido a los padres desconsolados que tanto se han esforzado por criar a sus hijos en la rectitud, con amor y dedicación, pero que han perdido la esperanza porque su progenie se ha rebelado o se ha desviado para seguir el camino del mal y de la destrucción. Al presenciar su desoladora angustia, recuerdo las palabras de Jeremías: “Voz fue oída en Ramá… Raquel que lamenta por sus hijos, y no quiso ser consolada”. Pero el Señor la consoló de este modo: “Reprime del llanto tu voz… porque salario hay para tu trabajo… y volverán de la tierra del enemigo” 1 . Debo comenzar testificando que la palabra del Señor a los padres de esta Iglesia se encuentra en la sección 68 de Doctrina y Convenios, en esta notable indicación: “Y además, si hay padres que tengan hijos en Sión o en cualquiera de sus estacas organizadas, y no les enseñen a comprender la doctrina del arrepentimiento, de la fe en Cristo, el Hijo del Dios viviente, del bautismo y del don del Espíritu Santo por la imposición de manos, al llegar a la edad de ocho años, el pecado será sobre la cabeza de los padres” 2 . Se manda a los padres “[enseñar] a sus hijos a orar y a andar rectamente delante del Señor” 3 . Como padre, abuelo y bisabuelo, yo acepto ese mandato como la palabra del Señor, y como siervo de Jesucristo, insto a los padres a seguir ese consejo con el mayor esmero posible. ¿Quiénes son buenos padres? Aquellos que amorosa, cuidadosa y dedicadamente se esfuerzan por enseñar a sus hijos, mediante el precepto y el ejemplo, a “orar y a andar rectamente delante del Señor” 4 . Eso es efectivo aunque algunos de sus hijos sean desobedientes o del mundo. Los niños nacen con un espíritu y una personalidad propia. Algunos “plantearían dificultades a cualquier tipo de padres y en cualquier circunstancia… y tal vez haya quienes hasta serían una bendición y una fuente de gozo para la vida de casi cualquier padre o madre” 5 . Los padres que tienen éxito son aquellos que se han sacrificado y esforzado por dar lo mejor de sí mismos de acuerdo con sus circunstancias familiares. Resulta imposible mensurar el amor de los padres por sus hijos. No existe otra relación semejante; excede incluso al aprecio por la vida propia. El amor de un padre o de una madre por su hijo es continuo y va más allá de la desolación y el desánimo. Todo padre ruega y anhela que sus hijos tomen decisiones sabias. Aquellos hijos que son obedientes y responsables constituyen para sus padres una fuente inagotable de orgullo y satisfacción. Pero, ¿y si los hijos que han sido instruidos por unos padres fieles y amorosos se han rebelado o se han descarriado? ¿Hay esperanza? Resulta casi imposible consolar el dolor de un padre por un hijo rebelde. Absalón, el tercer hijo del rey David, mató a uno de sus hermanos y promovió una rebelión en contra de su padre, y fue muerto por Joab. Al oír de la muerte de su hijo, el rey David lloró y expresó su tristeza: “¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera que muriera yo en lugar de ti, Absalón, hijo mío, hijo mío!” 6 . Ese amor paternal está también presente en la parábola del hijo pródigo. Cuando el hijo rebelde regresó a casa después de haber malgastado su herencia en una vida desenfrenada, el padre mandó matar el becerro gordo y celebró su regreso, diciendo a su hijo obediente pero resentido: “Era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado” 7 .
Posted on: Mon, 26 Aug 2013 07:05:00 +0000

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