Anales de la Historia: El M.N.R., PELEADO CON EL PN, DISPUESTO A - TopicsExpress



          

Anales de la Historia: El M.N.R., PELEADO CON EL PN, DISPUESTO A HACERLE PERDER LAS ELECCIONES En las elecciones de 1954, se hicieron presentes tres partidos políticos: el Partido Nacional, el Partido Liberal y el Movimiento Nacional Reformista una fracción nacionalista que se había desmarcado dividiendo al Partido Nacional dirigido por el general Tiburcio Carías Andino. EL MNR que llevaba como candidato al general e Ing. Abraham Williams Calderón, contaba con el respaldo del gobierno nacionalista presidido por Juan Manuel Gálvez Durón. 49 años después, tres partidos principales (el Partido Liberal, el Partido Nacional y Libre) se disputarían el poder en una situación parecida a la ocurrida en 1954. Las diferencias son que la división ahora es liberal, los nacionalistas se mantienen formalmente unidos; y que, además, se presentan nuevos partidos, especialmente PAC (Partido Contra la Corrupción) y Alianza Patriótica. En las elecciones de 1954, el MNR consiguió un elevado número de votos y 16 diputados al Congreso Nacional; pero no logró su objetivo principal: ganar la continuidad de un nacionalista en la titularidad del Ejecutivo. Pero logró hacer perder al general Carías su última oportunidad de volver a la titularidad del Ejecutivo. Los resultados que no favorecieron en forma absoluta a ninguno de los tres candidatos, la desunión de los nacionalistas y la falta de responsabilidad y capacidad de negociación de los partidos políticos, precipitó la ruptura del Orden Constitucional y le dio pie a la dictadura de Julio Lozano Días. Ahora, muertos la casi totalidad de los protagonistas de hace cerca de cincuenta años, nos enfrentamos a la aventura del 24 de noviembre próximo. Los dados están moviéndose sobre la mesa. No sabemos quién ganará. Aparentemente, como enseña la historia, los verdaderos protagonistas so los perdedores que, son los que al final, pagan las cuentas y los platos rotos. La persistencia obsesión del general Carías Andino de regresar al poder en el año 1954, provocó que entre muchos sectores de la burocracia nacionalista, empezara a jugar con el continuismo “galvista”, similar al que habían conocido desde jóvenes, entre 1933 y 1948. El presidente Gálvez Durón, consecuente con su moderación y discreción, no hizo pronunciamientos públicos ante las acciones de muchos nacionalistas empleados de su gobierno, destinadas a prolongar su mandato mucho más allá de 1954. Carías como es natural, no vio con ninguna simpatía tales acciones. Pero como no podía enfrentarse a Gálvez Durón, se llamó al silencio, buscando en la medida de las posibilidades que la ruptura se prolongara lo más tiempo posible. Carías Andino mantuvo a su alrededor a sus amigos tradicionales, en tanto que con Gálvez y el MNR, se fueron los jóvenes nacionalistas, muchos de ellos incómodos con la continuidad de Carías al frente del Partido Nacional. La ruptura sin embargo, se dio como era natural en los dos años antes de las elecciones generales. Constituido el Movimiento Nacional Reformista, Gálvez no se atrevió a reformar la Constitución de 1936 que le impedía la reelección; ante tal vacío, los nacionalistas galvistas se inclinaron por Abraham Williams Calderón, ingeniero graduado en los Estados Unidos y vicepresidente de Carías Andino entre 1933 y 1948. En la campaña, el MNR hizo uso de un lenguaje moderado, predicaban la conciliación y por supuesto usaron discretamente los recursos púbicos a los que Gálvez Durón no les prestaba mayor cuidado. Fundaron un periódico y crearon grupos afines a sus pretensiones, en todos los departamentos del país. Celebradas las elecciones generales el 10 de octubre de 1954, los resultados favorecieron a Villeda Morales (122.000 votos) colocando al general Carías Andino en segundo lugar con 80.000 cotos y el MNR que consiguió el respaldo de cerca de 40.000 electores. Aunque el MNR no ganó las elecciones, consiguió frenar a Carías Andino e impidió que Villeda Morales consiguiese la mayoría del torneo electoral. Gálvez consiguió con este resultado, convertirse en la figura central de la política en la medida en que podía lograr una alianza con Villeda Morales o con el general Carías Andino. Sin embargo, se alejó la Presidencia de la República, invocando razones de salud, confiando la titularidad del Ejecutivo en Julio Lozano Díaz su presidente. Este se dedicó a intrigar e influir en las negociaciones inevitables, en vista que frente a tales resultados sería el Congreso Nacional el que debía elegir al presidente de la República entre los dos ciudadanos que hubieran ocupado los dos primeros lugares en las elecciones del 10 de octubre de 1954. Gálvez regresó al país y, previendo que si el Congreso no pudiera ponerse de acuerdo en la elección del sucesor suyo, nombró a Gálvez como presidente de la Corte Suprema de Justicia. Para la instalación del Congreso Nacional habían problemas: el Partido Liberal aunque contaba con la mayoría de los diputados (36) no contaba con la mayoría de forma que la instalación del Congreso Nacional era necesario conseguir que por o menos dos partidos se hicieran presente con sus diputados en su instalación. Carías no estaba dispuesto a negociar con el MNR, excepto que este se plegara a su candidatura, cosa que los líderes de este consideraron inaceptable. El Movimiento Nacional Reformista no tuvo valor de negociar con los liberales, de forma que instalado el Congreso y siendo imposible el acuerdo en el interior del mismo, la decisión le correspondía a la Corte en donde Gálvez estaña en condiciones de asegurar la elección a favor de Abraham Williams Calderón. Ante ese riesgo, Carías Andino impidió que el Congreso Nacional se reuniera en la fecha establecida, provocando con su conducta, la ruptura del orden constitucional, precipitando al país a una situación anómala jurídica y políticamente hablando. Lozano Díaz, en su calidad de vicepresidente asumió todos los poderes del Estado hondureño, ejerciendo la titularidad del Ejecutivo en calidad de jefe del Estado. El MNR, se nucleó a su alrededor, buscando que cuando llegara el momento de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, la que al ganarla, les habría permitido elegir a Lozano Díaz como presidente de la República. Algunos analistas creen –sin pruebas suficientes- que Gálvez estaba en la disposición que, una vez ganadas las elecciones de la Constituyente, los diputados lo elegirían a él, en vez de Lozano Díaz. Las elecciones, de las más fraudulentas de toda la historia, las ganó Lozano Díaz y su Partido de Unidad Nacional, hacia donde habían emigrado para entonces, la mayoría de los integrantes del MNR. El triunfo fraudulento de Lozano Díaz, precipitó el contenido rechazo nacional e impulsa a los militares a entrar en la escena política, convencidos que si ellos no lo hacían, el pueblo podría organizar un levantamiento que entre otros riesgos, podría poner en precario las carreras de su alta oficialidad. En efecto, estos se levantaron en contra de Lozano Díaz, le exigieron la renuncia –que este resistió durante casi todo el día- y el 21 de octubre de 1956 tomaron el poder, el que ejercieron mediante una Junta Militar integrada por el general Rodríguez, coronel Caraccioli y el Ing. Roberto Gálvez Barnes, hijo mayor del expresidente Gálvez Durón. La principal promesa de los militares fue que convocarían inmediatamente a elecciones para crear una Asamblea Nacional Constituyente que eligiera a loas diputados paraqué redactaran una nueva Constituyente. Un año después, convocaron a elecciones en las que se impuso el Partido Liberal que, bajo el control de la Cámara Legislativa, no solo elaboró la constitución de 1957, sino que eligieron a Villeda Morales como presidente de la República a Ramón Villeda Morales, para el período 1957-63. Para entonces, el MNR había muerto en forma silenciosa; pero efectiva. No se volvería hablar jamás de él, en el futuro político nacional. Fuente: latribuna.hn Juan Ramón Martínez
Posted on: Mon, 22 Jul 2013 20:40:08 +0000

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