Ante la gravedad del SINIESTRO ocurrido días atrás en Filipinas - TopicsExpress



          

Ante la gravedad del SINIESTRO ocurrido días atrás en Filipinas publicamos estas presentaciones y sugerencias, a los amados hijos e hijas del Dios Todopoderoso que habitan esas tierras lejanas, y para las personas de bien que deseen aprender a conocer y utilizar el magnífico poder y autoridad que Dios el Padre nos ha dejado (con el fin de ejercer de señorío aún sobre las fuerzas de la naturaleza, aunque fueren impulsadas por las huestes del adversario, adquiriendo poder destructivo); y también para quienes moran en zonas cercana: Indonesia, Malasia, y Papúa Nueva Guinea, que siguen diariamente las presentaciones publicadas en esta página. Resulta sumamente necesario vestirse de toda la armadura de Dios (Efesios 6:10-20); y parte de esta armadura es la Palabra de Dios. Es decir, se necesita del conocimiento de esta maravillosa Palabra, y de la sabiduría necesaria para poder ponerla en aplicación. Después de conocer la Palabra de Dios, hay que entrenarse hasta volverse un experto para hacer que esta Palabra tenga resultados en nuestras vidas, y aún en la vida de nuestra comunidad cuando nosotros ponemos en funcionamiento el poder de Dios que nos ha dado cuando nacimos de Dios y recibimos el importantísimo regalo de espíritu santo. Proponemos en primer lugar, la lectura y estudio del libro de Sangat S. Bains “Manifestando el poder de Dios en este mismo momento”, y traducido por Juan L. Molina, publicado en la página “Mira sólo a Dios”, desde donde se lo puede descargar sin costo alguno; adonde además hay gran cantidad de material de mucha utilidad para todos aquellos que están deseosos de aprender acerca de la exactitud y precisión de la maravillosa Palabra de Dios. Aunque el propósito primordial de la mencionada obra enseña sobre la sanidad y el echar fuera los demonios, resulta de utilidad la aplicación al resto de las manifestaciones del espíritu santo, ya que el mismo Señor Jesucristo claramente así lo utilizó. Mateo 8:25, 26: 26 Jesús les dijo: ¿Por qué han tenido miedo, hombres de poca fe [creencia]? Entonces se puso de pie, y habiendo reprendido a los vientos y al mar, se produjo una gran quietud. 27 Entonces aquellos varones, maravillados, dijeron: ¿Quién es este a quien los vientos y el mar le obedecen? Marcos 4:37 – 41: 37 Entonces se levantó una violenta tempestad y viento, y las olas caían sobre la barca, de modo tal que casi se inundaba. 38 Pero Jesús se encontraba durmiendo en la popa de la barca sobre un cabezal, y vinieron y lo levantaron, diciéndole: Maestro nuestro, ¿no te importa que perezcamos? 39 Él se puso de pie y reprendió al viento y dijo al mar: ¡Cálmate, sosiégate! Entonces el viento cesó y hubo una gran calma. 40 Luego les dijo: ¿Por qué están tan asustados? ¿Por qué no tienen fe [creencia]? 41 Ellos temieron con gran temor, y se decían unos a otros: ¿Quién es este a quien los vientos y el mar le obedecen? Lucas 8:22 – 25: 22 Sucedió, pues, que en uno de aquellos días, Jesús abordó una barca con sus discípulos, y sentándose, les dijo: Crucemos a la orilla opuesta del lago, 23 pero cuando iban navegando Jesús se durmió. Y de repente surgió una tempestad de viento en el lago de manera que la barca casi naufragaba. 24 Entonces, acercándose a Él, lo despertaron, diciendo: ¡Maestro, nuestro, Maestro nuestro! ¡Perecemos! Entonces Él se puso de pie, y reprendió a los vientos y al embravecido oleaje de las aguas, y estos cesaron, y se produjo quietud. 25 Luego Él les dijo: ¿Dónde está su fe [creencia]? Pero ellos asustados y asombrados, se decían unos a otros: ¿Quién, pues, es este que manda incluso a los vientos, a las tempestades y al mar, y lo obedecen? Resulta, pues, sumamente claro de la integridad de la Palabra de Dios que este poder y esta autoridad están disponibles hoy para un hijo o una hija de Dios, y que los vientos, las tempestades, el mar y cualquier otra fuerza de la naturaleza, cuando tienen poder destructivo nos tienen que obedecer, están bajo nuestro mando; si solamente imitamos al Maestro, al Señor Jesucristo, reprendiendo a esas fuerzas, ya sean vientos, oleajes o lo que fuera, y éstos deben cesar, y tienen que volver la quietud y la calma. Los mismos principios mencionados en “Manifestando el poder de Dios en este mismo momento” son de aplicación ante situaciones emergentes, sólo hace falta tener ojos para ver y oídos para oír. Quiera el Dios y Padre Todopoderoso iluminar el entendimiento de todos los que deseen formar parte de la solución y no del problema, para así saber cómo actuar en este tipo de situaciones, con la calma y valentía de un hombre o de una mujer que conoce, cree, disfruta y enseña la maravillosa Palabra de Dios. Nosotros, por nuestra parte, publicaremos los cuatro primeros capítulos del mencionado libro, comenzando el día de hoy con el primer capítulo. I Prefacio Muy a menudo, lo que las personas simplemente persiguen y hacen es aquello que les ha sido enseñado y lo que han visto hacer, a otros, en muchas áreas de sus vidas. Yo también, durante mucho tiempo, seguí aquello que me había sido enseñado y lo que había visto hacer a otros en lo que dice respecto a sanar enfermos y echar fuera los demonios. Poseía algún entendimiento y tenía algún éxito sanando a los enfermos, pero carecía de una base consistente. En cuanto a la manifestación de echar fuera los demonios, pura y simplemente, lo consideraba fuera de mi alcance. Entonces, en la década de los Noventa, comencé a darme cuenta de que la manera por la que muchos Cristianos, incluyéndome a mí, practicaban la sanidad de los enfermos y el echar fuera los demonios era muy diferente de la que nuestro Señor Jesucristo y sus discípulos tenían cuando practicaban este poder, como se nos muestra en los Cuatro Evangelios y en el Libro de Hechos. Por eso comencé a leer sistemáticamente los registros particulares de sanidad y echar fuera a los demonios que se encuentran en los Cuatro Evangelios y en el Libro de Hechos. Me fui dando cuenta gradualmente que la manifestación de dones de sanidades es algo que debemos comenzar nosotros a realizar cuando queremos impartir sanidad sobre todos aquellos que deseen y se nos acerquen para ser sanados. Entonces comencé a practicar y a enseñar estas mismas verdades de la Palabra de Dios a los líderes Cristianos y a los creyentes en India. Y algo verdaderamente sorprendente comenzó a suceder. Muchos de los líderes y de los creyentes comenzaron también a sanar y a echar fuera demonios de una manera consistente. Estamos capacitados para liberar de la esclavitud física y espiritual tanto a los que son salvos como a los que no son salvos. En 1996, el Reverendo Vince Finnegan, que me había expresado el enorme deseo que tenía de saber más sobre esta materia de sanidad, me convidó para que enseñase acerca de esto en Albany, New York. Y posteriormente, el Reverendo Steven Michaels nos invitó a ambos, al Reverendo Finnegan y a mí, para que enseñásemos sobre la sanidad en Florida. Durante estas dos visitas, que duraron cerca de tres semanas, las verdades de la Palabra de Dios sobre sanidad se hicieron claramente evidentes a todos nosotros y sanamos efectivamente a los enfermos y echamos fuera los demonios. Fue verdaderamente delicioso para mí darme cuenta de que, no solamente en la India, sino también en los Estados Unidos, se ejercitaba la misma autoridad y poder con sencillez consistencia y facilidad produciendo los mismos resultados. Después de mi regreso a la India, continué a enseñar a la gente de Dios a “Poner los Ojos Solamente en Dios” y a impartir el conocimiento de lo que Dios había cumplido por nosotros en Cristo Jesús. Como resultado, aquello que había aprendido y entendido con respecto al tema de las sanidades llegó a ser todavía más claro en mi mente. También me comencé a dar cuenta de la importancia que tenía que los hermanos y hermanas alrededor del mundo supiesen cómo llegar a manifestar “El Poder y la Autoridad ofrecidos por Dios” y que hiciesen las mismas obras de Jesucristo. La Palabra de Dios es muy simple y precisa en sí misma. El Señor Jesucristo profería muy a menudo la expresión, “Escrito está.” El modelo que Dios tiene para nosotros se encuentra en Su Palabra escrita. Ha sido con este fundamento de entendimiento espiritual que me he decidido a colocar las verdades que he aprendido en un formato simple y claro para que también otros lo puedan utilizar y puedan obtener a través de él un crecimiento. Mi oración a Dios tiene por objetivo que Él abra los corazones de todos aquellos que estén hambrientos y sedientos de la verdad; para que puedas contemplar la simplicidad, la exactitud y la integridad de Su Palabra en lo que dice respecto a andar como nuestro Señor anduvo. Ojalá que este libro te asista e inspire a vivir aquello que el Señor profirió en Juan 14:12 y llegues a ser un vital y activo miembro llevando a cabo el ministerio de la reconciliación y extendiendo la Palabra de Dios sobre el Mundo. Juan 14:12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
Posted on: Sat, 16 Nov 2013 04:53:22 +0000

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