Aquí la primera parte del Fanfic :) Autor: David Torres - TopicsExpress



          

Aquí la primera parte del Fanfic :) Autor: David Torres Moreno Prologo Un joven encapuchado, camina solitariamente por las praderas de Hyrule, mientras que en sus pensamientos no pasa nada más que tristes recuerdos, y separaciones. Solo en el mundo, después de haberle salvado, sin nadie a quien acudir, o con quien refugiarse, el joven encapuchado camina sin rumbo alguno. Podría pensar que es un desperdicio existir, una vez su misión cumplida quien más lo va a necesitar, que debía hacer ahora, que puede vivir como cualquier otra persona. Por más que intenta no puede olvidar las múltiples batallas, y todos los individuos que alguna vez fueron afectados por las decisiones que tomó. Es el pasado lo que lo mantiene vivo, su ánimo y optimismo fueron desechos. Su coraje de que le sirve ahora, cuál será su propósito en la vida, ahora que su misión ha terminado, no lo sabe, pero ahora, decidido a donde ir nada le impide que vuelva a su antiguo hogar, antes como niño, ahora como un joven de escasos 17 años. El bosque Kokiri, un lugar lleno de misterios, tanto para los que no habitan en él, como para los que sí. Personas niño, podría decirse, niños que juegan y se divierten, mientras ninguno sabe lo que pasa en el mundo exterior, nadie supo sobre el héroe del tiempo, nadie supo sobre la batalla mítica que tuvo lugar en el lejano castillo del Hyrule, nadie reconoce al joven encapuchado que finalmente llego al vasto bosque en cierta forma custodiado por los Kokiris. Calladamente camina por entre arbustos y escasos llanos, charcos y lagos, todo parte de la pequeña ciudad de los niños, en donde el regidor, el árbol Deku, sabio y fuerte, les ayuda a sobrevivir a los niños. Los niños lo notan y algo asustados, se meten rápidamente a sus casas. El encapuchado mira a varios lados, sin saber bien que hacer ¿a quien busca ¿Qué es lo que realmente quiere encontrar en ese lugar ¿Por qué volvió después de saber que no pertenecía a ese lugar?, son preguntas que no pudo responder, y de pie miro a todos lados, y sin preguntar nada a nadie se encamino al Bosque Perdido. El bosque perdido, todo un misterio, tal vez uno de los más grandes en todo Hyrule, pero ¿qué hacia ahí?, la música proveniente de los niños calavera habitantes del bosque, el cual se conecta al de los Kokiri, no se distraen de su melodía y continúan tocando y bailando con sus flautas. Sabía que entre este lugar extraño, con varias salidas, pero solo una entrada, estaba en el templo del bosque, la niña que alguna vez fue su amiga. -Saria….-pronuncio débilmente mientras su capucha solo lo ocultaba más, haciéndolo ver sombrío. Momentos después camino certeramente usando uso de su memoria para recordar el viejo camino, que lo conduciría hacia su amiga, esperando que le dé una respuesta de valor, para recobrar el ánimo de su existencia, para recobrar el ánimo perdido para avanzar en su más grande misión, la vida. Cpitulo1. Una vieja amiga Caminando por los poco visibles senderos, y equivocándose de camino repetidas veces, logro llegar finalmente donde se encontraba un lobo de plata, con colmillos afilados, cuyo trabajo era custodiar la entrada al templo. Esto no le dio mucha importancia el joven encapuchado, ya que un animal de esos, no era un rival digno, pues gracias a la práctica y ejercicio, se volvió un maestro con el arte de la espada. Pero el lobo al verlo, se quedo quieto y no hizo movimiento alguno, hasta que se hubo ido el encapuchado. ¿Miedo tal vez?, puede ser respeto, o en un caso remoto, lo habría reconocido, pero esto no preocupo más al hombre sombrío que caminaba por el bosque. Mientras caminaba por este lugar, varios recuerdos le vinieron a la mente, y no pudo sentir nostalgia, por aquellos buenos días, en donde su vida estaba completa, y ahora con nostalgia sabía que estaba totalmente vacía. -¡Vamos Link camina! - decía la niña de cabello verde. -¿Pero estas seguro que él árbol Deku no se enojara?- respondió el niño de cabello rubio con una mirada algo insegura. -Tranquilo, si se enfada, yo veré como lo tranquilizo, vas a ver que todo va a salir bien- la niña le sonrió y esto le trajo confianza a Link. El niño, ahora tranquilizado corrió detrás de ella, y con coraje fueron juntos a través de los árboles y plantas que crecían en el Bosque Perdido. Ambos reían, y se divertían sanamente, mientras jugaban en los bosques y tarareaban canciones y sonatas. -Siempre estarás con migo ¿cierto Saria? -Sí Link, nada nos va a poder separar. Nunca dejaré que te suceda nada- le respondió la niña, con una voz dulce y cariñosa. Fin del Recuerdo Rápido Seguía caminando calladamente, mientras esos recuerdos de infancia le venían a la memoria. Todo es pasado, pero todo ese pasado era lo que lo mantenía con vida en estos momentos, a pesar de no saber qué es lo que realmente buscaba. Caminando ya por el sendero que lo conduciría al templo, comenzó a pensar sobre lo que pasaría cuando tuviese ese encuentro, con su vieja amiga de la infancia, la cual no veía hace unos 7 años. ¿Cómo reaccionaría?, era la principal pregunta que se formulaba en la cabeza repetidas veces, ya sin poder controlarse por la desesperación, y la intriga que lo dominaban para ese momento, decidió correr hasta llegar frente a la vieja amiga, frente a frente quería estar el de ella, pero extrañamente el lugar en donde solía recordar que ella acostumbraba visitar, yacía vacío y sin rastros de quien iba en busca. Link se quedo observando detenidamente el lugar, reviso cada cosa y se dio cuenta que hasta la última roca se encontraba exactamente como recordaba. Ahora sin estar muy seguro de que hacer, camino hasta el tronco que servía de silla para ambos amigos de la infancia, y lo toco con nostalgia, luego sentándose en él se quito la capucha, mostrando al joven guerrero, de ojos azules, piel clara, y cabello rubio, sus orejas puntiagudas adornadas con un par de aretes, y en cubriendo su cabello un gorro verde; así se veía el héroe de esa tierra extraña. Esperando que algo ocurriera se quedo sentado un tiempo indefinido, no supo si fueron minutos u horas, pero se quedo esperando, ignorando lo que esperaba, pero ahí se mantuvo hasta poco después del medio día. -No voy a encontrar a Saria si me quedo aquí sentado…- se dijo para sí mismo, mientras sonreía un poco. De pronto a sus oídos llegaron las débiles notas de la música que los niños calavera tocaban, recordó que esa melodía no la inventaron ellos, de hecho esa música se la dio el árbol Deku, a Saria, la cual se convirtió en la favorita de esta última. Recordando todo esto, puso su mano en el bolso que cargaba, y buscando entre muchas cosas, logro encontrar una ocarina azul, con el símbolo de la Tri-fuerza en ella, la saco y la miro por unos instantes antes de llevársela a la boca, y comenzar a tocar esa melodía que tanto le recordaba a su mejor amiga. Sintió como todo el bosque callaba, para oír la melodía alegre que salía de ese instrumento tan peculiar. La música empezó a alegrar a Link, después de toda una canción del bosque, logra hasta reanimar al más triste de los Gorons. Luego de un rato, la melodía cesó, y con un poco más de ánimo, guardo la ocarina, y miro alrededor, recordando una lejana escena de su vida. Recuerdo Rápido -¿Estás segura de que, que esto está bien?-pregunto Link, mientras abrazaba a su amiga. -No importa, el árbol Deku no puede vernos, y ningún kokiri, viene jamás a este lugar –respondió alegre la niña de ojos verdes. -Pero… ¿no se supone que esto es prohibido, para los niños? -Eso es lo que dice el árbol Deku, pero yo he visto por el espejo del bosque muchas gentes haciéndolo. -Puedes que tengas razón, pero ¿entonces debido a que nos lo prohíben? -No se Link, pero muchas cosas nos prohíben sin que sepamos el por qué. Hubo un silencio momentáneo entre ambos niños, se veían mutuamente a los ojos, y veían reflejado un sin fin de sensaciones, en esos ojos verdes, y en esos azules. -¿Entonces lo vamos a hacer? -Si tú quieres sí. -De acuerdo- respondió inseguro el niño de cabello rubio. Luego ambos niños se abrazaron como si fueran a dejar de ser los mismos, una forma de despedida se podía decir, y luego se vieron un momento más, Saria cerró los ojos y Link hizo lo mismo, y por un momento, acercaron sus labios convirtiéndose en uno solo, por aunque fuera unos segundos. Fin del Recuerdo Rápido Link, recordó ese momento especial, en donde ya no sentía como un niño, de hecho en ese instante hasta creyó haber aumentado de tamaño, y todo por las múltiples sensaciones que experimento en ese momento, justamente en ese mismo lugar en donde se encontraba de pie. -Mi primer beso… y mi único hasta ahora… no sé que me depara el futuro, pero a veces prefiero vivir en el pasado- reflexiono – y aunque nunca supe lo que realmente sentía por Saria, lo que no puedo obviar es que cueste lo que cueste, debo encontrarla, y abrazarla aunque sea por un solo instante. Con estos pensamientos, se dirigió hacia el templo del bosque, y decidido a encontrar a su amiga, iba a enfrentar los múltiples peligros, que representaba ese templo. Al frente del templo, estaba un gran símbolo de la Tri-fuerza, y su entrada principal estaba protegida por 2 enormes lobos, los cuales se limitaban a ver al hombre que venía hacia ellos. -Más problemas… si tuviese la Master Sword, podría vencerles fácilmente, pero entonces tendré que defenderme con la que ando…- murmuro para sí, mientras sacaba la espada y se ponía en posición de combate. Los lobos aun inmóviles, tenían fijamente sus ojos puestos en él, hasta que uno decidió atacar; saltando de un lado al otro, corría hacia su adversario, mostrando dentadura y garras, su pelaje erizado, y su hocico desafiante, se abalanzaron contra el guerrero. Este último solamente logro escapar de las garras de la fiera, saltando hacia atrás, seguido de un ataque fallido con la espada al animal. Ambos se vieron fijamente, y el lobo desafiante, mantenía el hocico abajo, y mostrando los afilados colmillos, dispuso a retomar el ataque, pero aun más rápidamente el guerrero, salto sobre el animal, clavándole la espada en mitad del lomo, la bestia no pudo más que caer al suelo y agonizar un poco, antes de su rápida muerte. El otro guardián aun seguía inmóvil a pesar de las acciones de Link, Link miro desafiante al guardián, al parecer un animal sereno, pero en el fondo el guerrero del tiempo, sabía que ese animal debía de ser peligroso. El animal se dispuso a atacar, pero tan rápidamente que apenas le dio tiempo a Link de cubrirse con el escudo y salvarse de tal vez una fatal herida, de repente se dio cuenta que en el hocico del lobo se encontraba su capucha, se la había quitado en el ataque, por lo visto era fuerte y también rápido. -Bien amigo, esto será interesante- Link sonrió para sí, y luego de ponerse en posición ofensiva, era esta vez su momento de atacar. Ya sin capucha a Link se le lograba notar sus ropajes verdes, guantes dorados y botas de cuero, la vaina de su espada lo mantenía en la espalda, al igual que su arco y flechas. El resto de su cuerpo era protegido por una especie de maya de acero, al parecer de un color blanco, y en su mano izquierda finalmente se le denotaba un símbolo de tres triángulos encerrados en uno solo. El ataque comenzó, y mientras el lobo ágilmente saltaba hacia atrás y hacia delante, Link de vez en cuando hacía uso de su agilidad y destreza para contraatacar, en debido momento el lobo logro saltar encima de su adversario, Link puso el escudo y se protegió, pero cayó al suelo, debido al peso del oponente, una vez, ahí, el animal aprovecho para herirle el brazo derecho, con el cual sostenía el escudo. Al ver esto, Link se puso nuevamente de pie, y serenamente espero el ataque de la fiera, hasta que estuviese lo suficiente mente cerca, para atacar. "Fuego de Din" pronuncio el joven, seguido de esto brotó de sus manos una especie de fuego, el cual atajo al animal que iba en pleno salto, la bestia herida cayó, finalmente Link se le acerco, y ya siendo el vencedor, decidió acortar la agonía de su oponente. -Me diste más problemas de los que pensé- dijo mientras se vendaba la herida de su brazo. Finalmente, Link entro por la puerta que lo conduciría adentro del templo, y abriendo la ya muy vieja puerta, camino por entre el oscuro pasadizo. Llego hasta el centro del templo, y vio que una de las llamas del bosque faltaba, decidió ir a investigar, pues si no, no encontraría a Saria. Faltaba la llama morada, sabía que uno de los fantasmas la tenia; esta escena recordaba mucho a la primera vez que estuvo en ese templo, todos los acertijos y problemas que le causo conseguir el medallón de los sabios del bosque, fue verdaderamente un gran dolor de cabeza. Después de caminar por algunos caminos escondidos, pero que ya conocía, anduvo sin rumbo alguno por indeterminado lapso de tiempo, sin estar seguro donde buscar, y además de eliminar algunos enemigos de poca fe, continuo su camino a través del enorme templo, siguiendo su intuición, y sus recuerdos del lugar. Al cabo de algún tiempo el templo fue totalmente recorrido excepto una habitación, de seguro ahí se escondía el fantasma, ladrón del fuego del bosque. Al entrar al cuarto, no solo logro ver al culpable de que faltase el fuego, sino que también logro ver varios stalfos alrededor del pequeño fantasma, el cual sonreía burlonamente. Link frunció el seño, luego de esto saco su espada nuevamente y puso su escudo, para protegerse, los stalfos solamente sonrieron, sacaron sus espadas y escudos, y con una maniaca riza, se abalanzaron contra su oponente. -¡¡¡Escudo de Nauru!!!- dijo el caballero, y una especie de escudo azul, rodeo el guerrero protegiéndolo de todo ataque, luego de protegerse Link contraataco con todas sus fuerzas, hasta destruir a cada uno de los stalfos, que ahora tenían en su rostro dibujada la agonía que sentían al ser destruidos. Quedando ya solo el fantasma, utilizo el grupo de multiplicación, pero no engaño al héroe del tiempo, y fue atravesado por una flecha, que ágilmente tiro con su arco, luego tomando la antorcha del sagrado fuego, lo devolvió a su posición original. -Creo que aquí termino la emoción… al parecer esta pila de huesos, ya no son rival para mí- se dijo a sí mismo algo vanidoso. Una vez hecho esto, camino hasta el centro del templo nuevamente, y he aquí una especie de elevador se había visto en medio de las cuatro antorchas del fuego del bosque. Link camino hasta el medio del ascensor, y este bajo a un lugar oscuro iluminado por unas cuantas antorchas, varias puertas con la insignia de la Tri-fuerza se veían por todos lados, y todas le conducirían a diferentes secretos, pero aunque ya sabía que se podían esconder grandes tesoros, lo único que quería encontrar era a su querida amiga, que por extraño que sonare sabía, que detrás de esas puertas estaba ella, pese a esto él no tenía el deseo de entrar a esa parte del templo. Se quedo ahí de pie, durante algunos segundos, y luego de analizar cada puerta, cada entrada, cada posibilidad, decidió entrar por la puerta de color negro, no sabe porque, pero así lo sintió. Camino a paso decidido por la habitación, hasta tener contacto con la perilla que abría la puerta, bacilo por un instante, pero el coraje brillo nuevamente en él, y con valor entro en el oscuro cuarto. De sus manos broto algo de fuego, el cual encendió una antorcha apenas visible entre tanta oscuridad. Camino con ella en la mano, mientras subía unas extrañas escaleras, que parecían no llevar a ningún lado. Ahora que lo reflexionaba nunca antes había estado en esa habitación del templo, y no se podía explicar cómo no pudo haberse percatado de esta puerta la primera vez que estuvo aquí. Siguió su supuesto acenso, por algunos minutos más, hasta llegar a una pequeña plataforma, con forma heptagonal, en el medio yacía una espada, pero no se podía distinguir la forma, y al acercarse a esta, Link nunca llegaba, ya que su cuerpo se movía, pero no cambiaba de lugar, por más que intentase. -¿Qué clase de artificio es este?- se pregunto a sí mismo, mientras dejaba de caminar- esto no lo puedo explicar, pues aun no logro comprender bien lo que sucede aquí. Se dijo a sí mismo el joven de vestiduras verdes un tanto desconcertado. La jugarreta había sido extraña, y para nada agradable ya que termino confundiéndolo, pero decidido a no darse por vencido, utilizo el "Long Shot", arma, que además de atraer sus enemigos hacia él para luego atacarlos, le ayuda también a sujetarse de diferentes lugares, para llegar rápidamente, o ir por el aire, hasta un lugar fuera de su alcance. Con este truco, consiguió llegar hasta la espada del centro de la plataforma, pero no toco la espada, porque presentía que algo no andaba bien. -Con que eres tan astuto como te describieron ¿cierto Link?- dijo una voz algo tétrica, desde lo alto de la habitación- -¿Qué?- respondió sorprendido Link viendo ahora hacia arriba -Eres muy valeroso y tienes mucho coraje como para venir hasta aquí- dijo nuevamente la voz. -¿Quién eres tú? -¿Yo?... yo soy un guerrero excepcional, único, y el más fuerte de mi raza- el guerrero cayó al suelo pero era ocultado por las sobras del lugar, fácilmente se podía deducir que era un oponente bastante alto, y calculando se diría que media unos 2 metros y medio, y aunque esto no intimidara en nada a Link, el oponente sonreía diabólicamente. -Dime tu nombre, y veamos qué es lo que tienes-respondió desafiante Link. -¡Já!-se burlo- tienes valor chico; eso me gusta, mi nombre es Stalgron, rey de los stalfos, guerrero sellado en el templo del bosque- le decía mientras en medio de las sombras se distinguía una enorme espada con la hoja rojiza de la sangre que la ha teñido por las múltiples batallas -Pues lamento decirte mi rey, que tu reinado se acaba hoy mismo- dijo en tono desafiante a su oponente, mientras desenvainaba su espada. Ambos oponentes se vieron unos instantes, y luego se abalanzaron uno contra el otro precipitadamente, chocando espadas, y usando todas sus fuerzas para contener al otro, luego dieron un salto hacia atrás y quedaron nuevamente en posición de ataque. Su enorme oponente con apariencia de un esqueleto, con vestiduras rasgadas, y con una corona que lucía en su cabeza, blandía su espada casi de su mismo tamaño, sostenida por ambas manos, mientras la furia de sus ojos se reflejaban, en el rostro serio de Link. -Bastante bueno- dijo el rey- pero no será suficiente para mí. -Solo pruébame- desafió el caballero de dorados cabellos. El rey se abalanzo nuevamente sobre Link, pero este esquivo el golpe saltando por encima de él, pero a pesar de sus esfuerzos, Link fue golpeado por uno de los puños del rey siendo así lanzado al otro lado de la plataforma. -AARRGGHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!- se quejo Link por el dolor del impacto. Es mi primer fic así que por favor dejen reviews, ayúdenme con cualquier sugerencia, y espero no dejarlo a la mitad...jejeje, aquí está mi pequeño fic, y terminare apenas pueda, incluso en vacaciones me es difícil de escribir por las cosas que debo hacer, en fin quiero agradecer a mis amigos y amigas que me ayudaron a escribir esto, y que me ayudaran (eso espero ¬¬), en fin, a y una cosa más nada de the legend of zelda me pertenece, excepto un poster en mi cuarto..Jajaja, (mal chiste lo sé), así que este fic, no gano ni un centavo solo me entretengo yo y espero que a uds. GRACIAS... Prologo Un joven encapuchado, camina solitariamente por las praderas de Hyrule, mientras que en sus pensamientos no pasa nada más que tristes recuerdos, y separaciones. Solo en el mundo, después de haberle salvado, sin nadie a quien acudir, o con quien refugiarse, el joven encapuchado camina sin rumbo alguno. Podría pensar que es un desperdicio existir, una vez su misión cumplida quien más lo va a necesitar, que debía hacer ahora, que puede vivir como cualquier otra persona. Por más que intenta no puede olvidar las múltiples batallas, y todos los individuos que alguna vez fueron afectados por las decisiones que tomó. Es el pasado lo que lo mantiene vivo, su ánimo y optimismo fueron desechos. Su coraje de que le sirve ahora, cuál será su propósito en la vida, ahora que su misión ha terminado, no lo sabe, pero ahora, decidido a donde ir nada le impide que vuelva a su antiguo hogar, antes como niño, ahora como un joven de escasos 17 años. El bosque Kokiri, un lugar lleno de misterios, tanto para los que no habitan en él, como para los que sí. Personas niño, podría decirse, niños que juegan y se divierten, mientras ninguno sabe lo que pasa en el mundo exterior, nadie supo sobre el héroe del tiempo, nadie supo sobre la batalla mítica que tuvo lugar en el lejano castillo del Hyrule, nadie reconoce al joven encapuchado que finalmente llego al vasto bosque en cierta forma custodiado por los Kokiris. Calladamente camina por entre arbustos y escasos llanos, charcos y lagos, todo parte de la pequeña ciudad de los niños, en donde el regidor, el árbol Deku, sabio y fuerte, les ayuda a sobrevivir a los niños. Los niños lo notan y algo asustados, se meten rápidamente a sus casas. El encapuchado mira a varios lados, sin saber bien que hacer ¿a quien busca ¿Qué es lo que realmente quiere encontrar en ese lugar ¿Por qué volvió después de saber que no pertenecía a ese lugar?, son preguntas que no pudo responder, y de pie miro a todos lados, y sin preguntar nada a nadie se encamino al Bosque Perdido. El bosque perdido, todo un misterio, tal vez uno de los más grandes en todo Hyrule, pero ¿qué hacia ahí?, la música proveniente de los niños calavera habitantes del bosque, el cual se conecta al de los Kokiri, no se distraen de su melodía y continúan tocando y bailando con sus flautas. Sabía que entre este lugar extraño, con varias salidas, pero solo una entrada, estaba en el templo del bosque, la niña que alguna vez fue su amiga. -Saria….-pronuncio débilmente mientras su capucha solo lo ocultaba más, haciéndolo ver sombrío. Momentos después camino certeramente usando uso de su memoria para recordar el viejo camino, que lo conduciría hacia su amiga, esperando que le dé una respuesta de valor, para recobrar el ánimo de su existencia, para recobrar el ánimo perdido para avanzar en su más grande misión, la vida. Cpitulo1. Una vieja amiga Caminando por los poco visibles senderos, y equivocándose de camino repetidas veces, logro llegar finalmente donde se encontraba un lobo de plata, con colmillos afilados, cuyo trabajo era custodiar la entrada al templo. Esto no le dio mucha importancia el joven encapuchado, ya que un animal de esos, no era un rival digno, pues gracias a la práctica y ejercicio, se volvió un maestro con el arte de la espada. Pero el lobo al verlo, se quedo quieto y no hizo movimiento alguno, hasta que se hubo ido el encapuchado. ¿Miedo tal vez?, puede ser respeto, o en un caso remoto, lo habría reconocido, pero esto no preocupo más al hombre sombrío que caminaba por el bosque. Mientras caminaba por este lugar, varios recuerdos le vinieron a la mente, y no pudo sentir nostalgia, por aquellos buenos días, en donde su vida estaba completa, y ahora con nostalgia sabía que estaba totalmente vacía. -¡Vamos Link camina! - decía la niña de cabello verde. -¿Pero estas seguro que él árbol Deku no se enojara?- respondió el niño de cabello rubio con una mirada algo insegura. -Tranquilo, si se enfada, yo veré como lo tranquilizo, vas a ver que todo va a salir bien- la niña le sonrió y esto le trajo confianza a Link. El niño, ahora tranquilizado corrió detrás de ella, y con coraje fueron juntos a través de los árboles y plantas que crecían en el Bosque Perdido. Ambos reían, y se divertían sanamente, mientras jugaban en los bosques y tarareaban canciones y sonatas. -Siempre estarás con migo ¿cierto Saria? -Sí Link, nada nos va a poder separar. Nunca dejaré que te suceda nada- le respondió la niña, con una voz dulce y cariñosa. Fin del Recuerdo Rápido Seguía caminando calladamente, mientras esos recuerdos de infancia le venían a la memoria. Todo es pasado, pero todo ese pasado era lo que lo mantenía con vida en estos momentos, a pesar de no saber qué es lo que realmente buscaba. Caminando ya por el sendero que lo conduciría al templo, comenzó a pensar sobre lo que pasaría cuando tuviese ese encuentro, con su vieja amiga de la infancia, la cual no veía hace unos 7 años. ¿Cómo reaccionaría?, era la principal pregunta que se formulaba en la cabeza repetidas veces, ya sin poder controlarse por la desesperación, y la intriga que lo dominaban para ese momento, decidió correr hasta llegar frente a la vieja amiga, frente a frente quería estar el de ella, pero extrañamente el lugar en donde solía recordar que ella acostumbraba visitar, yacía vacío y sin rastros de quien iba en busca. Link se quedo observando detenidamente el lugar, reviso cada cosa y se dio cuenta que hasta la última roca se encontraba exactamente como recordaba. Ahora sin estar muy seguro de que hacer, camino hasta el tronco que servía de silla para ambos amigos de la infancia, y lo toco con nostalgia, luego sentándose en él se quito la capucha, mostrando al joven guerrero, de ojos azules, piel clara, y cabello rubio, sus orejas puntiagudas adornadas con un par de aretes, y en cubriendo su cabello un gorro verde; así se veía el héroe de esa tierra extraña. Esperando que algo ocurriera se quedo sentado un tiempo indefinido, no supo si fueron minutos u horas, pero se quedo esperando, ignorando lo que esperaba, pero ahí se mantuvo hasta poco después del medio día. -No voy a encontrar a Saria si me quedo aquí sentado…- se dijo para sí mismo, mientras sonreía un poco. De pronto a sus oídos llegaron las débiles notas de la música que los niños calavera tocaban, recordó que esa melodía no la inventaron ellos, de hecho esa música se la dio el árbol Deku, a Saria, la cual se convirtió en la favorita de esta última. Recordando todo esto, puso su mano en el bolso que cargaba, y buscando entre muchas cosas, logro encontrar una ocarina azul, con el símbolo de la Tri-fuerza en ella, la saco y la miro por unos instantes antes de llevársela a la boca, y comenzar a tocar esa melodía que tanto le recordaba a su mejor amiga. Sintió como todo el bosque callaba, para oír la melodía alegre que salía de ese instrumento tan peculiar. La música empezó a alegrar a Link, después de toda una canción del bosque, logra hasta reanimar al más triste de los Gorons. Luego de un rato, la melodía cesó, y con un poco más de ánimo, guardo la ocarina, y miro alrededor, recordando una lejana escena de su vida. Recuerdo Rápido -¿Estás segura de que, que esto está bien?-pregunto Link, mientras abrazaba a su amiga. -No importa, el árbol Deku no puede vernos, y ningún kokiri, viene jamás a este lugar –respondió alegre la niña de ojos verdes. -Pero… ¿no se supone que esto es prohibido, para los niños? -Eso es lo que dice el árbol Deku, pero yo he visto por el espejo del bosque muchas gentes haciéndolo. -Puedes que tengas razón, pero ¿entonces debido a que nos lo prohíben? -No se Link, pero muchas cosas nos prohíben sin que sepamos el por qué. Hubo un silencio momentáneo entre ambos niños, se veían mutuamente a los ojos, y veían reflejado un sin fin de sensaciones, en esos ojos verdes, y en esos azules. -¿Entonces lo vamos a hacer? -Si tú quieres sí. -De acuerdo- respondió inseguro el niño de cabello rubio. Luego ambos niños se abrazaron como si fueran a dejar de ser los mismos, una forma de despedida se podía decir, y luego se vieron un momento más, Saria cerró los ojos y Link hizo lo mismo, y por un momento, acercaron sus labios convirtiéndose en uno solo, por aunque fuera unos segundos. Fin del Recuerdo Rápido Link, recordó ese momento especial, en donde ya no sentía como un niño, de hecho en ese instante hasta creyó haber aumentado de tamaño, y todo por las múltiples sensaciones que experimento en ese momento, justamente en ese mismo lugar en donde se encontraba de pie. -Mi primer beso… y mi único hasta ahora… no sé que me depara el futuro, pero a veces prefiero vivir en el pasado- reflexiono – y aunque nunca supe lo que realmente sentía por Saria, lo que no puedo obviar es que cueste lo que cueste, debo encontrarla, y abrazarla aunque sea por un solo instante. Con estos pensamientos, se dirigió hacia el templo del bosque, y decidido a encontrar a su amiga, iba a enfrentar los múltiples peligros, que representaba ese templo. Al frente del templo, estaba un gran símbolo de la Tri-fuerza, y su entrada principal estaba protegida por 2 enormes lobos, los cuales se limitaban a ver al hombre que venía hacia ellos. -Más problemas… si tuviese la Master Sword, podría vencerles fácilmente, pero entonces tendré que defenderme con la que ando…- murmuro para sí, mientras sacaba la espada y se ponía en posición de combate. Los lobos aun inmóviles, tenían fijamente sus ojos puestos en él, hasta que uno decidió atacar; saltando de un lado al otro, corría hacia su adversario, mostrando dentadura y garras, su pelaje erizado, y su hocico desafiante, se abalanzaron contra el guerrero. Este último solamente logro escapar de las garras de la fiera, saltando hacia atrás, seguido de un ataque fallido con la espada al animal. Ambos se vieron fijamente, y el lobo desafiante, mantenía el hocico abajo, y mostrando los afilados colmillos, dispuso a retomar el ataque, pero aun más rápidamente el guerrero, salto sobre el animal, clavándole la espada en mitad del lomo, la bestia no pudo más que caer al suelo y agonizar un poco, antes de su rápida muerte. El otro guardián aun seguía inmóvil a pesar de las acciones de Link, Link miro desafiante al guardián, al parecer un animal sereno, pero en el fondo el guerrero del tiempo, sabía que ese animal debía de ser peligroso. El animal se dispuso a atacar, pero tan rápidamente que apenas le dio tiempo a Link de cubrirse con el escudo y salvarse de tal vez una fatal herida, de repente se dio cuenta que en el hocico del lobo se encontraba su capucha, se la había quitado en el ataque, por lo visto era fuerte y también rápido. -Bien amigo, esto será interesante- Link sonrió para sí, y luego de ponerse en posición ofensiva, era esta vez su momento de atacar. Ya sin capucha a Link se le lograba notar sus ropajes verdes, guantes dorados y botas de cuero, la vaina de su espada lo mantenía en la espalda, al igual que su arco y flechas. El resto de su cuerpo era protegido por una especie de maya de acero, al parecer de un color blanco, y en su mano izquierda finalmente se le denotaba un símbolo de tres triángulos encerrados en uno solo. El ataque comenzó, y mientras el lobo ágilmente saltaba hacia atrás y hacia delante, Link de vez en cuando hacía uso de su agilidad y destreza para contraatacar, en debido momento el lobo logro saltar encima de su adversario, Link puso el escudo y se protegió, pero cayó al suelo, debido al peso del oponente, una vez, ahí, el animal aprovecho para herirle el brazo derecho, con el cual sostenía el escudo. Al ver esto, Link se puso nuevamente de pie, y serenamente espero el ataque de la fiera, hasta que estuviese lo suficiente mente cerca, para atacar. "Fuego de Din" pronuncio el joven, seguido de esto brotó de sus manos una especie de fuego, el cual atajo al animal que iba en pleno salto, la bestia herida cayó, finalmente Link se le acerco, y ya siendo el vencedor, decidió acortar la agonía de su oponente. -Me diste más problemas de los que pensé- dijo mientras se vendaba la herida de su brazo. Finalmente, Link entro por la puerta que lo conduciría adentro del templo, y abriendo la ya muy vieja puerta, camino por entre el oscuro pasadizo. Llego hasta el centro del templo, y vio que una de las llamas del bosque faltaba, decidió ir a investigar, pues si no, no encontraría a Saria. Faltaba la llama morada, sabía que uno de los fantasmas la tenia; esta escena recordaba mucho a la primera vez que estuvo en ese templo, todos los acertijos y problemas que le causo conseguir el medallón de los sabios del bosque, fue verdaderamente un gran dolor de cabeza. Después de caminar por algunos caminos escondidos, pero que ya conocía, anduvo sin rumbo alguno por indeterminado lapso de tiempo, sin estar seguro donde buscar, y además de eliminar algunos enemigos de poca fe, continuo su camino a través del enorme templo, siguiendo su intuición, y sus recuerdos del lugar. Al cabo de algún tiempo el templo fue totalmente recorrido excepto una habitación, de seguro ahí se escondía el fantasma, ladrón del fuego del bosque. Al entrar al cuarto, no solo logro ver al culpable de que faltase el fuego, sino que también logro ver varios stalfos alrededor del pequeño fantasma, el cual sonreía burlonamente. Link frunció el seño, luego de esto saco su espada nuevamente y puso su escudo, para protegerse, los stalfos solamente sonrieron, sacaron sus espadas y escudos, y con una maniaca riza, se abalanzaron contra su oponente. -¡¡¡Escudo de Nauru!!!- dijo el caballero, y una especie de escudo azul, rodeo el guerrero protegiéndolo de todo ataque, luego de protegerse Link contraataco con todas sus fuerzas, hasta destruir a cada uno de los stalfos, que ahora tenían en su rostro dibujada la agonía que sentían al ser destruidos. Quedando ya solo el fantasma, utilizo el grupo de multiplicación, pero no engaño al héroe del tiempo, y fue atravesado por una flecha, que ágilmente tiro con su arco, luego tomando la antorcha del sagrado fuego, lo devolvió a su posición original. -Creo que aquí termino la emoción… al parecer esta pila de huesos, ya no son rival para mí- se dijo a sí mismo algo vanidoso. Una vez hecho esto, camino hasta el centro del templo nuevamente, y he aquí una especie de elevador se había visto en medio de las cuatro antorchas del fuego del bosque. Link camino hasta el medio del ascensor, y este bajo a un lugar oscuro iluminado por unas cuantas antorchas, varias puertas con la insignia de la Tri-fuerza se veían por todos lados, y todas le conducirían a diferentes secretos, pero aunque ya sabía que se podían esconder grandes tesoros, lo único que quería encontrar era a su querida amiga, que por extraño que sonare sabía, que detrás de esas puertas estaba ella, pese a esto él no tenía el deseo de entrar a esa parte del templo. Se quedo ahí de pie, durante algunos segundos, y luego de analizar cada puerta, cada entrada, cada posibilidad, decidió entrar por la puerta de color negro, no sabe porque, pero así lo sintió. Camino a paso decidido por la habitación, hasta tener contacto con la perilla que abría la puerta, bacilo por un instante, pero el coraje brillo nuevamente en él, y con valor entro en el oscuro cuarto. De sus manos broto algo de fuego, el cual encendió una antorcha apenas visible entre tanta oscuridad. Camino con ella en la mano, mientras subía unas extrañas escaleras, que parecían no llevar a ningún lado. Ahora que lo reflexionaba nunca antes había estado en esa habitación del templo, y no se podía explicar cómo no pudo haberse percatado de esta puerta la primera vez que estuvo aquí. Siguió su supuesto acenso, por algunos minutos más, hasta llegar a una pequeña plataforma, con forma heptagonal, en el medio yacía una espada, pero no se podía distinguir la forma, y al acercarse a esta, Link nunca llegaba, ya que su cuerpo se movía, pero no cambiaba de lugar, por más que intentase. -¿Qué clase de artificio es este?- se pregunto a sí mismo, mientras dejaba de caminar- esto no lo puedo explicar, pues aun no logro comprender bien lo que sucede aquí. Se dijo a sí mismo el joven de vestiduras verdes un tanto desconcertado. La jugarreta había sido extraña, y para nada agradable ya que termino confundiéndolo, pero decidido a no darse por vencido, utilizo el "Long Shot", arma, que además de atraer sus enemigos hacia él para luego atacarlos, le ayuda también a sujetarse de diferentes lugares, para llegar rápidamente, o ir por el aire, hasta un lugar fuera de su alcance. Con este truco, consiguió llegar hasta la espada del centro de la plataforma, pero no toco la espada, porque presentía que algo no andaba bien. -Con que eres tan astuto como te describieron ¿cierto Link?- dijo una voz algo tétrica, desde lo alto de la habitación- -¿Qué?- respondió sorprendido Link viendo ahora hacia arriba -Eres muy valeroso y tienes mucho coraje como para venir hasta aquí- dijo nuevamente la voz. -¿Quién eres tú? -¿Yo?... yo soy un guerrero excepcional, único, y el más fuerte de mi raza- el guerrero cayó al suelo pero era ocultado por las sobras del lugar, fácilmente se podía deducir que era un oponente bastante alto, y calculando se diría que media unos 2 metros y medio, y aunque esto no intimidara en nada a Link, el oponente sonreía diabólicamente. -Dime tu nombre, y veamos qué es lo que tienes-respondió desafiante Link. -¡Já!-se burlo- tienes valor chico; eso me gusta, mi nombre es Stalgron, rey de los stalfos, guerrero sellado en el templo del bosque- le decía mientras en medio de las sombras se distinguía una enorme espada con la hoja rojiza de la sangre que la ha teñido por las múltiples batallas -Pues lamento decirte mi rey, que tu reinado se acaba hoy mismo- dijo en tono desafiante a su oponente, mientras desenvainaba su espada. Ambos oponentes se vieron unos instantes, y luego se abalanzaron uno contra el otro precipitadamente, chocando espadas, y usando todas sus fuerzas para contener al otro, luego dieron un salto hacia atrás y quedaron nuevamente en posición de ataque. Su enorme oponente con apariencia de un esqueleto, con vestiduras rasgadas, y con una corona que lucía en su cabeza, blandía su espada casi de su mismo tamaño, sostenida por ambas manos, mientras la furia de sus ojos se reflejaban, en el rostro serio de Link. -Bastante bueno- dijo el rey- pero no será suficiente para mí. -Solo pruébame- desafió el caballero de dorados cabellos. El rey se abalanzo nuevamente sobre Link, pero este esquivo el golpe saltando por encima de él, pero a pesar de sus esfuerzos, Link fue golpeado por uno de los puños del rey siendo así lanzado al otro lado de la plataforma. -AARRGGHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!- se quejo Link por el dolor del impacto. -Si vienes a pelear como niño, no te servirá de nada, y acabaras muriendo- sentencio el enemigo. -Demonios, es más fuerte de lo que pensé- murmuro el héroe del tiempo.- pero eso no me detendrá! Link se puso de pie rápidamente, y se dirigió a atacar de frente a su oponente, el rey intento haciendo un corte horizontal, pero Link lo evadió barriéndose por debajo del enemigo, luego salto y realizo un ataque circular, finalmente el cráneo del rey rodó por el suelo, y una vez exhausto y bastante adolorido a pesar de su único golpe, se arrodillo, y mantuvo el equilibrio con la espada. -No me subestimes, pues yo jamás caigo en ese error- sonrió para sí, ya alegre por la reciente victoria. Link camino hacia la espada clavada en medio del escenario, pero un mal presentimiento lo envolvió completamente, su cuerpo paralizado ahora, no respondía a ninguno de sus movimientos. -Algo extraño pasa aquí, no sé qué, pero algo pasa- el guerrero sintió un nuevo escalofrío, y lentamente volvió a ver para atrás. De entre las sombras apenas se lograba distinguir la silueta de un enorme cráneo levantándose del suelo poco a poco, hasta llegar a la altura de su adversario. El rey stalfo lo miro nuevamente con una gran sonrisa diabólica, mientras empezaba a reír poco a poco desjuiciadamente. -¡¡Stalgron, pero como ha de ser posible!!?? – pregunto el joven consternado. Stalgron dejo de reír y lo miro, sus ojos brillaron y un gran odio se logro percibir en el ambiente, el rey al parecer no queriendo caminar, y mucho menos atacar, permanecía de pie, inmóvil, y ahora en completo silencio. -¿Qué acaso no te había derrotado ya? -Eres muy fuerte, lo reconozco, pero no eres lo suficiente mente bueno para eliminarme…un solo ataque no será suficiente para vencerme patético engendro. -¿Qué ¿a qué te refieres maldito? -Ya verás- el rey sonrió, luego sus ojos brillaron de un color verduzco, y por último una extraña energía del mismo color emano de la boca del cráneo, se dirigió al inmóvil caballero y un sello quedo visible en el cuello de Link. Link gimió de dolor, y seguidamente el rey le miro fijamente, mientras de nuevo se ponía en posición de combate, justo a unos metros de Link. Link algo sorprendido por todo lo ocurrido, y adolorido por su nueva marca, desenfundó lentamente, seguido desenfundo y se preparo para atacar. Ambos contrincantes se abalanzaron uno contra el otro, chocando varias veces su espada. El sonido de los metales golpeando era lo único que se lograba oír en todo el templo. Link comenzó sudar frío, el dolor iba aumentando mientras sentía como una especie de veneno recorría sus venas. - Con eso aprenderás a respetar a los seres superiores a ti- sonrío Stalgron, como sabiendo bien el dolor por el que pasaba el héroe. - Eres un maldito engendro…y como héroe, mi deber es eliminarte para que no hagas más daño.- Link corrió ágilmente esquivando dos intentos de corte de Stalgron, luego con un movimiento rápido le desprendió uno de los brazos esqueléticos. El rey quedo inmutable, no podía salir de su sorpresa, sus movimientos eran perfectos, parecía que supiese ya el movimiento que iría a hacer, y a pesar de atacar con todas sus fuerzas el chico rubio, que mantenía el seño fruncido, demostraba total superioridad. Link saltaba de un lado a otro, imposibilitándole a su enemigo atinar en el blanco, era rápido y preciso, y en cada ataque iba desprendiendo partes de su enemigo, que conforme cada una de ellas se debilitaba y tambaleaba de vez en cuando. - ¡ATAQUE GIRATORÍO! –Link una vez estando cerca de su enemigo, hizo un ataque, que fragmento los pedazos unidos de su enemigo, el cual cayó en el suelo vencido finalmente. -Lo que…tienes…ahí, es…la maldición...Stalfo…cada noche…cuando haya luna…llena…sentirás...un…dolor…indescriptible…para que así a convertirte…por un lapso…de….12 horas como uno…de no…so…tros.-pronuncio la cabeza, que brillaba de un color verdusco, antes de convertirse en polvo. Link quedo en silencio, y miro los restos de su enemigo, ahora lograba moverse libremente y se dirigió de nuevo a la espada clavada en medio del antiguo campo de batalla. El héroe del tiempo, adolorido ahora por la nueva marca que acaba de adquirir, tomo la espada clavada, una pequeña placa debajo de esta, decía "La negra espada del bosque, un arma gemela a la Espada Maestra". -No tenía idea de que en este lugar hubiese una espada tan peculiar, y tan poderosa como la Espada Maestra- reflexiono Link, al leer la pequeña inscripción. Luego de haber leído esto, la tomo y la saco de su base, la hoja de la espada brilló y luego el arma idéntica a la Espada Maestra tomo un color negro en su base, con ciertos adornos de hojas de color verde. Link la miro, y probó la vaina vacía donde antes llevaba la espada legendaria, y calzo a la perfección, con su nueva adquisición. Agotado de la lucha contra el rey de los stalfos, camino alrededor buscando algún indicio de Saria, pero en vano fue su esfuerzo. Link continúo buscando otra vez por todo el templo, y aun así no la encontró. Después de su fallido intento, se sentó en unas gradas cercanas, y reflexiono, acerca de dónde estaría su gran amiga de la infancia, pero no se le ocurrió nada. De repente una imagen de donde la podría buscar se le vino a la mente, se puso de pie, y saco su ocarina con la que toco el minueto del bosque. Seguidamente se transporto a la entrada del templo. Luego almaceno magia y utilizo el poder de Farore, para llamar a todo ser viviente del bosque y que le digieran donde se encontraba Saria. -¿Por qué no pensé esto antes…?-Se pregunto Link con algo de ironía. Todo el bosque empezó a contestar el llamado, pero en ese instante una joven chica de al parecer 13 años, se poso detrás de Link, una joven de cabello y ojos verdes, vestida con un ropaje del mismo color, el cual la falda le llegaba un poco más arriba de las rodillas, una especie de suéter debajo del vestido, y una mirada amigable y sonriente, estaban justamente ahora detrás del héroe del tiempo. Link volvió a ver hacia atrás, y los ojos de ambos se cruzaron por varios segundos, ambos revivieron varios momentos del pasado con solo la mirada, y ninguno supo qué hacer en seguida, solo lograron verse profundamente. -Sa…ria…-dijo Link alegremente mientras caminaba hacia ella muy despacio- No sabes cómo había deseado que este momento llegase. -Link…te he esperado, por mucho tiempo…y ahora que estas aquí, no sé qué decirte… -No digas nada…-Link tomo entre sus brazos a la chica y le abrazo tiernamente, mientras a Saria se le escapaban algunas lágrimas de los ojos por el reencuentro. Ninguno de los dos tuvo palabras por algún tiempo, hasta que Saria rompió el silencio que se provoco durante el largo abrazo. -Es un placer que estés de vuelta aquí en el bosque Kokiri, pero mi pregunta es ¿Qué te trajo aquí?, después de todo llegue a pensar que nunca volverías, y que el héroe del tiempo tomo otros rumbos. La verdad en estos 7 años, todo sigue igual, nadie crece, nadie sale del bosque, Mido sigue igual de engreído y fastidioso- ríe un poco – y el nuevo árbol Deku crece sano y fuerte. -La verdad no sé qué es lo que me trajo aquí Saria, pienso que solo necesitaba verte, hablar con una vieja amiga supongo. En estos últimos 7 años, he estado bastante solo, sin nada que hacer… y pues, me siento bastante triste, como si no tuviese nada que hacer más en este mundo. -No hables así – dijo Saria con preocupación en su mirada – claro que alguien te necesita, todos contamos con que protegerás Hyrule en caso de que venga algún otro caos. -Pero ese sería mi único propósito, protegerlos de todo… no soy un muchacho normal, lo sé, pero a veces me hubiese gustado serlo. Todos a mi alrededor siempre felices, sin mayores preocupaciones, en cambio yo, debo de estar luchando con monstruos, y demás bestias. -¿Pero acaso debes de seguir peleando?, no es necesario, solo saca tu espada cuando sea requerida, fórmate una vida, haz lo que quieras vive como quieras, yo se que puedes lograrlo. -No estoy seguro Saria… no he vivido nunca normalmente… Saria quedo por un rato sin palabras, y ante un angustiado Link, no supo que responder. Ambos callados mirando hacia el suelo, no hablaban en lo más mínimo. Saria fue la que rompió el silencio. -No puedo creer, que el héroe del tiempo, y poseedor de la Tri-fuerza del coraje, tenga miedo de emprender una nueva aventura; la aventura de vivir. -Pero, es que… no estoy seguro… ¿qué es lo que puedo hacer como una persona normal? ¿A dónde iría y como viviría?, esas son preguntas a las cuales no les tengo respuestas. -Yo se que puedes hacerlo – Saria sonrió y le besó la mejilla, exactamente en ese instante, a la mente de ambos regresa el recuerdo de su primer beso y también el último hasta ahora. Ambos se miraron, y como si se hubiesen comunicado con la vista, se sonrojaron al recuerdo eminente de este acontecimiento pasado. -Bien…-dijo Link – y tú… ¿qué has hecho? – dijo intentando cambiar de tema. -Nada muy fuera de lo común, protegiendo el bosque con ayuda del árbol Deku, y estar regañando a Mido por sus constantes malacrianzas, aunque a decir verdad le haces mucha falta – ríe – ya no tiene con quien pelear. Le sale una gota de sudor en la nuca a Link mientras sonríe un poco, olvidándose así de su preocupación. Ambos seres hablaron y rieron durante varias horas, hasta que la profunda noche cubrió todo el bosque. Link y Saria, luego de un tiempo se quedaron sentados viendo las estrellas en silencio. -Creo que deberíamos irnos ya. -¿Y a donde iras tu?- pregunto Saria. -No lo sé, pero no creo que deba quedarme en el bosque kokiri… debo irme un poco más lejos y relacionarme con Hylians, si lo que quiero es empezar nuevamente una vida. -¿Entonces te volveré a ver? -Tenlo por seguro – Link se levanto y abrazando por algunos segundos a Saria comenzó a alejarse. – Gracias por todo Saria, créeme, que nunca olvidare tu amistad. Link se alejaba un poco más reanimado, caminaba entre las sombras mientras los ojos verdes de la chica Kokiri lo seguían hasta que desapareció por completo. Por su parte Link, caminaba ahora con una actitud más positiva, pero con millones de incógnitas que rebotaban en su cabeza. Princess Midna-
Posted on: Sun, 25 Aug 2013 02:58:59 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015