Arrancamos bien, y por momentos muy bien. El plantel se ha renovado y la idea básica seguramente está en proceso. Lo importante es haberle torcido el brazo, otra vez, al mismo rival que disputó con nosotros la final del torneo anterior. Y la rojiverde va...y otra vez a estadio lleno. La leonada marcó tarjeta como siempre y los viejos hinchas (los de toda la vida) comenzaron a vivir una nueva era de su Aguada amado. Los pibitos multiplicados por diez ya se los ve creciditos y el horizonte es pródigo para esta institución orgullo de nuestra historia deportiva, arraigada a muerte y por mérito propio, en lo más profundo del alma popular montevideana. Nuevamente los cantos de guerra atronaron el espacio y las banderas ondearon a lo largo y a lo ancho del Palacio con el cariño auténtico del individuo que no compra ni vende sus sentimientos. Un saludo muy gran a todos los hinchas de la vieja guardia, a los muchachos que aguantan lo que venga y como siempre digo, a los pibitos con la camiseta de Aguada hasta la rodilla.
Posted on: Fri, 27 Sep 2013 04:06:17 +0000
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