Bajo el fuego es una de las películas norteamericanas más - TopicsExpress



          

Bajo el fuego es una de las películas norteamericanas más comprometidas de los años ochenta. Por una parte, supone una atrevida denuncia de la intervención estadounidense en las dictaduras de América Latina; por otra, plantea el dilema del grado de compromiso de los informadores de la prensa internacional con la «causa más justa». Hay numerosos textos que opinan tanto que el periodista debe tomar partido lo contrario. No obstante, cuando alguien pone el ojo en una cámara, acude a un lugar determinado del mundo a realizar un reportaje, o escribe algo, ya está poniendo su mirada, contaminada en la mayoría de los casos, sobre una situación, conflicto o problema. El mito de la objetividad periodística se basa en dos premisas falsas. La primera es que el periodista no está contaminado con nada y que puede trasmitir la realidad tal y como es, sin ninguna clase de distorsión. Para empezar, quien busca la noticia o la fotografía, ya tiene una intención previa, solamente con el hecho de participar en aquello. No existe la noticia sin que alguien intervenga para contarla. Si es un fotógrafo, el encuadre es un hecho subjetivo sobre una parcela minúscula de la realidad. La segunda premisa falsa es que el periodista no ideología ni punto de vista propio para abordar la información. La observación de la realidad se hace siempre desde el conocimiento, en el que influyen las historias y vivencias personales del que aborda el suceso. Si a esto añadimos que muchos periodistas trabajan «a sueldo» de las grandes empresas de la información, con intereses muy claros y personales, aunque el periodista tenga su propia visión, siempre hay quien en la redacción le hará los cambios oportunos, le dará otros puntos de vista o redactará los titulares apropiados para que la noticia parezca otra cosa. «Porque la verdad de un texto iconográfico se encuentra más allá de la imagen misma, ya que depende de quién la realizó, de quién la lee así como de todo el proceso comunicativo desarrollado a partir de ella. La verdad, entonces, se encuentra, en que dicho texto es una representación de la realidad y el lector es capaz de conocerla como tal, así como afirma Yepes Stork. Y se encuentra, además, en la intención de quien la produce, en cuanto ponga o no los medios necesarios para buscarla y comunicarla. En pocas palabras, la verdad se encuentra en la dinámica pragmática que implica la lectura de dicho texto». «La verdad, para que sea plena –afirma Yepes Stork (1996: 146)-, no sólo hay que conocerla, sino también vivirla. No se trata sólo de entenderla teóricamente, sino de incorporarla a nosotros, de vivir la vida desde la inspiración que ella nos inocula. La verdad y la vida humana se necesitan mutuamente para quedar cumplidas. Las grandes verdades transforman nuestra vida, como le pasó a Frodo. Aquí se puede ver la estrecha relación entre verdad y libertad: la primera es la que le da sentido a la segunda, pues la verdad es el bien que busca una inteligencia libre». YEPES STORK, Ricardo. 1996. Fundamentos de antropología. Un ideal de la excelencia humana. Pamplona: Eunsa. Citado de: «Generación de opinión pública a partir de fotografía periodística», de Humberto Cadavid Álvarez y Juan Pablo Cadavid Álvarez, de la Universidad de La Sabana. youtube/watch?v=E1FuwCn20KE
Posted on: Thu, 25 Jul 2013 14:23:35 +0000

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