Bandidaje en los entornos de San Roque En el entorno de San Roque - TopicsExpress



          

Bandidaje en los entornos de San Roque En el entorno de San Roque se han vivido numerosos episodios con protagonismo de bandoleros y “gente de mal vivir”. Unos lo achacan a la proximidad del Peñón y los consecuentes tráficos ilegales y otros a condiciones de la orografía de lugares próximos. En 1847 Sierra Bermeja había sido escenario de un complot para acabar con la vida de uno de los bandoleros más tristemente famosos, un tal "Caparrota". Los hechos se describían en el periódico de El Correo de Cádiz: En la cumbre de Sierra Bermeja, sitio llamado de los Villares, entre Estepona y la villa de Casares, término de esta última, ha sido muerto el 16 el famoso ladrón "Caparrota", que por tantos años ha sido el terror de la provincia de Córdoba. El hecho se cuenta así: "Caparrota", con otros, traía el objeto de robar a los sujetos enfermos que concurren a los baños del Duque, del mismo término. Se ignora por qué razón, siendo ellos cinco con famosos caballos y dos a pie, lo que se sabe en razón a haber pasado por las inmediaciones de esta ciudad, se habían dividido; apareciendo sólo tres en el referido sitio de la sierra, donde quedó uno de centinela o vigía mientras dormían los otros dos, pero el centinela en lugar de guardar el cuerpo a los que descansaban dio un pistoletazo en la cabeza de "Caparrota"; el otro compañero despertó, quiso coger sus armas, pero viendo que le era imposible resistir, huyó precipitadamente, recibiendo otro tiro que le arrojó por un precipicio de la sierra. El matador registró entonces a "Caparrota" y se asegura que le encontró unas 50 onzas de oro y un paquete de alhajas que ha entregado al alcalde de Casares, dándole noticias de todo para que se reconozca el cadáver y pidiendo lo pongan preso. Dicen que agresor se fugó, posteriormente, de la cárcel de Córdoba, para unirse a otro bandido, y se aventuraba en el mismo periódico que "se cree fuera su fuga un plan combinado con alguna autoridad". El secuestro de dos ingleses en San Roque Ocurría veinte años más tarde. Justamente el 21 de mayo de 1870, mientras maduraba el proyecto de segregación del barrio de La Línea de San Roque para convertirse en municipio independiente1, un grupo de bandidos secuestraba a John Bonell y John Antoine Bonell, cuando éstos, tío y sobrino, salieron a dar un paseo a caballo a La Línea. Fueron capturados y llevados al cortijo de Sabá (El Zabal), siendo exigido un rescate 5.000 duros por la libertad de los mismos. Secuestradores y secuestrados estuvieron en San Roque y La Almoraima, en tanto que iba aumentando las exigencias para la libertad, que ya se fijaban en 30.000 duros. El tercer día los ingleses fueron encerrados en una habitación, no identificada posteriormente, al tiempo que se fijaba como cantidad definitiva por el rescate la de 27.000 duros. Para comunicarlo, dejaron libre al tío mientras el sobrino quedaba como rehén. John Bonell marchó rápidamente a Gibraltar a procurar el dinero que los bandidos exigían por la libertad de su sobrino. Uno de los secuestradores condujo al rehén hasta Cádiz. Mientras tanto, el gobernador de Gibraltar, que luego sería embajador de Inglaterra en Madrid, instaba la libertad del detenido. El desenlace fue el pago del rescate, anticipado por el propio gobernador de Gibraltar, con la reserva de que el Gobierno de España reintegraría, como así fue, los 27.000 duros exigidos por los secuestradores. Fue el propio John Bonelll quien realizó el pago, que se efectuó en El Puerto de Santa María, y el 7 de junio, después de dos angustiosas semanas, quedaba resuelto el asunto. Al día siguiente, 8 de junio, los secuestradores eran muertos por la Guardia Civil en la Venta de Guadaira, camino de Sevilla. Eran el "Cucarrete" y el "Malas Patas", y el conocido por su propio nombre Antonio Vázquez. En el enfrentamiento entre los bandidos y la Benemérita resultó también muerto el guardia Juan Dorado, a cuya familia socorrió el gobierno ingles con 2.500 pesetas. Con referencia a las actuaciones de la Guardia Civil, se destacaba la labor realizada por "el incansable 2º Capitán Vidal Tejerina, continuando con loable celo en su afán de limpiar de malhechores el país". En Benaoján había detenido, en 1853, al bandido Juan Herrera (a) "El Chaval", que estaba reclamado por el juez de San Roque por un homicidio perpetrado aquel mismo año.
Posted on: Tue, 23 Jul 2013 09:50:06 +0000

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